Diego Valencia tenía una floristería. Estaba ubicada en la calle Tarifa, en Algeciras, cualquiera que viva allí la conoce. Diego Valencia tenía 65 años, dos hijos, le habían dado nietos. Por su negocio, por la floristería, solía ocuparse del colorido de las procesiones en la ciudad. Era creyente y colaboraba con la comunidad y ayudaba, como sacristán, a la parroquia de La Palma. Lo mataron el 25 de enero de 2023.
A Yassine le movía una ideología: el islamismo. La misma que mató a 193 personas en Madrid en 2004. 16 en Cambrils y Barcelona en 2017. Sin olvidar los asesinados en Bruselas, en París, en Londres. En atentados orquestados por organizaciones amplias o por individuos por cuenta propia.
En Francia, como explica el invitado Alejo Schapire [autor de La traición progresista], los abusos de la comunidad islámica se han naturalizado peligrosamente, a la fuerza de la costumbre. Y la izquierda se siente profundamente incómoda por una razón. Tiene que ver con el cambio de la lucha de clases por la lucha de razas. Profundizamos en estas ideas en este episodio de El foco.
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