Jacques Delors, el visionario que presidió la "edad de oro" de la construcción de Europa

Delors fue también un apóstol de la ampliación europea y un amigo de España. Precisamente, una de sus primeras actuaciones nada más llegar al cargo fue desbloquear las negociaciones de adhesión de España y Portugal, que estaban atascadas. "Pasé dos noches con España y Portugal y llegué a un acuerdo", explicaba en una entrevista.

El acta de adhesión de España a la entonces Comunidad Económica Europa se firmaba el 12 de junio de 1985 y nuestro país se convertía en miembro de pleno derecho del club el 1 de enero del año siguiente. Durante su mandato, Delors mantuvo una estrecha relación con Felipe González, que se concretó en su apoyo a proyectos como la ciudadanía europea o la creación de los fondos de cohesión.

Delors encadenó tres mandatos seguidos al frente del Ejecutivo comunitario, convirtiéndose en el presidente más longevo y también el más fructífero. "Fue un visionario que hizo nuestra Europa más fuerte. Todos nosotros somos los herederos del trabajo de vida de Jacques Delors: una Unión Europea dinámica y próspera", ha dicho la actual titular del cargo Ursula von der Leyen.

De raíces socialistas y católicas, Delors llegó a la presidencia de la Comisión cuando el proyecto europeo se encontraba en horas bajas y el europesimismo campaba a sus anchas. Pese a ser poco conocido en el continente (su cargo más importante hasta entonces había sido el de ministro de Finanzas de François Mitterrand), desde su llegada al Ejecutivo comunitario logró insuflar nueva vida a la construcción de una Europa unida. 

Logró concitar el apoyo no sólo de Mitterrand y González, sino también del canciller Helmut Kohl (con su apoyo a la reunificación de Alemania) y también, aunque sólo al principio de su mandato, de la primera ministra británica Margaret Thatcher. De hecho, su mayor cualidad política fue conseguir que sus ideas visionarias fueran respaldadas por los dirigentes europeos.

En su primer mandato, de 1985 a 1988, Delors lanzó el mercado único europeo, fundado sobre la libre circulación de mercancías, capitales y personas. Pero su proyecto más importante fue sentar las bases de la unión económica y monetaria y de la creación del euro, que se concretaron en el Tratado de Maastricht de 1992.

También se le considera el padre del espacio sin fronteras interiores Schengen o del programa Erasmus de intercambio de estudiantes universitarios, en colaboración con el comisario español Manuel Marín.

"Jacques Delors lideró la transformación de la Comunidad Económica Europea hacia una verdadera Unión, basada en valores humanistas y sustentada en un mercado único y una moneda única, el euro. Gran francés y gran europeo, pasa a la historia como uno de los constructores de nuestra Europa", ha destacado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Precisamente, el impulso de Delors para crear una auténtica Europa federal acabó generando las semillas del Brexit por el rechazo total de Thatcher y de los conservadores británicos. La primera ministra británica había apoyado con convicción el mercado único europeo propuesto por el presidente de la Comisión, pero consideró inaceptable su plan para crear una unión económica y monetaria.

Desde que dejó el cargo, ningún otro presidente del Ejecutivo comunitario ha ejercido tanta influencia en Europa como tuvo él. En Francia causó conmoción su negativa a disputar la presidencia en 1995, pese a que lideraba todas las encuestas, de lo que se arrepintió más tarde. 

"Europa acaba de perder a uno de sus gigantes. Ha moldeado el destino de la UE mediante la fuerza de sus convicciones y el rigor de su acción. Entra así en el Panteón de los grandes que ha producido Europa y cuyo legado debemos asumir", ha afirmado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.