Milei, el populista “liberal” que sube impuestos y gobierna como un adolescente
Los liberales han caído ante el canto de sirena de un nuevo mesías y han demostrado una vez más cómo sigue calando la mentalidad de tribu.
Milei está obsesionado con su imagen y se presenta como un león, un alfa y un mesías. Milei exige adoración y la atención que nunca tuvo, catalogando como traidores a quienes no le apoyan, al igual que hacen populistas como Donald Trump o Nayib Bukele.
Milei gobierna a través de Twitter y para los tuiteros. Da más de 1000 likes al día y muestra similitudes con un adolescente que sueña con ser emperador. Además, no sabe gestionar sus emociones.
Mientras Milei critica el socialismo y se presenta como liberal o como libertario, adopta políticas antiliberales, como el aumento de impuestos y la intervención en la economía. También ha integrado a gran parte de la casta (que tanto criticó) en su gabinete.
Estas contradicciones son similares al comportamiento de los populistas de izquierda, que afirman ser socialistas mientras se benefician de la riqueza ajena y que disfrutan a expensas de los más pobres, como ocurre en Venezuela o Cuba.
A pesar de que prometió evitar los aumentos de impuestos, y de decir que se cortaría un brazo antes de hacerlo, Milei propuso subir el impuesto a las ganancias poco después de regresar de Davos, donde recibió elogios de liberales y libertarios. Esto es poco conocido entre sus seguidores en España.
Un ejemplo es el aumento del impuesto PAÍS, que impone un recargo del 35% sobre las compras de moneda extranjera con el objetivo de disuadir tales transacciones.
"No sé en qué universo paralelo un gobierno liberal o libertario aumenta impuestos en lugar de reducirlos"
Sin embargo, este impuesto actúa como un gravamen a las importaciones, obstaculizando la entrada de productos al país y contradiciendo los principios del libre mercado que tanto dice defender Milei.
Milei no sólo aumentó este impuesto desde el 7,5% al 17,5%, sino que también aumentó las retenciones al campo y los impuestos sobre la gasolina y las exportaciones. Estos incluyen elevar los impuestos a la exportación del 12% al 15% en el trigo y el maíz, del 9% al 15% en la carne de vacuno, y del 31% al 33% en el aceite y la harina de soja.
No sé en qué universo paralelo un gobierno liberal o libertario aumenta impuestos en lugar de reducirlos.
A pesar de prometer dolarización inmediata y fácil, Milei ha retrocedido en esta promesa, alegando incertidumbre sobre cuándo se producirá su implementación. Además, no ha levantado los controles cambiarios, contradiciendo los principios del libre mercado. Esto significa, nada más y nada menos, que el Gobierno fija el precio del dólar.
Por otro lado, la ONG Bitcoin Argentina ha expresado recientemente su oposición a Javier Milei debido a un próximo decreto gubernamental que regulará todos los aspectos del comercio de activos cripto en el país. Desde allí se criticaron las regulaciones de Milei, proclamando que infringirán la libertad en el comercio de bitcóin y que limitarán el acceso al mercado de activos cripto.
Mientras seguimos esperando la eliminación de las políticas restrictivas de tipo de cambio, el Gobierno ha autorizado la emisión de más deuda pública. La deuda pública aumentó en enero a 381.272 millones de dólares, según fuentes del Ministerio de Economía.
Además, si "los impuestos son un robo", como afirma Milei en sus discursos, el Gobierno ahora cobra a los argentinos más intereses si "demoramos en permitirles robarnos", como dice el economista argentino Roberto Cachanosky. El Ministerio de Economía ha aumentado las tasas de interés que deben pagar aquellos que deben impuestos.
Vale la pena considerar la relación de Milei con el Banco Central, y particularmente su promesa de desmantelarlo y cerrarlo. Curiosamente, a la edad de 22 años, Milei hizo una pasantía en el Banco Central durante la cual recibió dos informes negativos que citaban debilidades conceptuales en economía aplicada y un bajo rendimiento.
En consecuencia, su pasantía no se extendió y no logró asegurar un puesto en el Banco Central. Esta experiencia aparentemente habría alimentado su resentimiento hacia el organismo.
"Aunque se argumente que Milei eliminó varios ministerios, en realidad los renombró como secretarías"
A pesar de la reciente celebración del presidente de un superávit y un supuesto déficit cero, es crucial tener en cuenta que este logro ha sido a expensas de los jubilados y el sector privado. Milei, que tanto se jactaba de tener coraje para hacer un ajuste, lo que menos hizo fue "ajustar" la casta política. Los gastos bajaron porque se licuaron, no porque hiciera un ajuste estructural: licuó jubilaciones y salarios.
Como bien explica nuevamente Cachanosky, en enero de este año el gasto público bajó por licuación en pesos constantes. El grueso de la licuación es particularmente en jubilaciones y pensiones. El Gobierno usó la inflación para hacer caer el gasto público en términos reales y gracias al impuesto PAÍS, un impuesto proteccionista, manteniendo en pesos constantes los ingresos tributarios.
Y es que si las jubilaciones, las pensiones y los salarios de los empleados estatales aumentan por debajo de la inflación, es fácil el superávit fiscal. Pero son insostenibles.
Aunque se argumente que Milei eliminó varios ministerios, en realidad los renombró como "secretarías". Esto tuvo un impacto mínimo en la reducción del gasto, ya que los ministerios no fueron eliminados, sino fusionados y transferidos a otros.
Esta concentración de poder político en nueve ministerios grandes en lugar de los previos dieciocho pequeños es evidente. Compartir en redes sociales el video de Milei quitando las notas adhesivas con los nombres de los ministerios es una señal de desconocimiento sobre la situación en Argentina.
Como advertí en un artículo el año pasado, Javier Milei nombró oficialmente a Daniel Scioli como secretario de Turismo, Medio Ambiente y Deportes.
Scioli, un verdadero político "de casta" y un peronista veterano, se desempeñó como vicepresidente bajo Néstor Kirchner y fue un aliado clave del socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez.
También se postuló para presidente junto a Cristina Kirchner contra Mauricio Macri y ocupó el cargo de ministro de Producción en el gobierno anterior de Alberto Fernández.
En esencia, Scioli personifica el establishment político argentino en lugar de representar una ruptura con él. Además, el gobierno de Milei incluye a más de cuarenta peronistas. Nada mal, el primer gobierno "libertario" de la historia.
Este presidente extravagante afirma que su perro Conan es su principal asesor. Pero presten atención a esto: Conan está muerto. Todo comenzó hace años, cuando Milei comenzó a "hablar" con su perro muerto a través de un médium espiritual. Además, dijo que Dios se comunicaba directamente con él, revelándole que "entrar en la política era su objetivo y que debería ser presidente en 2023".
"Es esencial mirar más allá de los titulares superficiales y comprender el panorama completo para no quedar como un fanático que aplaude sin conocer realmente a quién está defendiendo"
Sin embargo, vale la pena mencionar que Conan ha sido clonado en Estados Unidos en cuatro perros llamados Murray, Milton, Robert y Lucas. Recientemente, Milei compartió una foto que mostraba una cabaña con jaulas que se está construyendo con el dinero de los contribuyentes en la residencia presidencial oficial en Olivos, donde se alojarán sus cuatro perros.
Como dice el autor del libro Milei (Deusto, 2024) de José Benegas, su afecto por la libertad refleja su afecto por sus perros: confinados en jaulas y distanciados de él.
Milei está enemistado y peleado con todos. Con el Congreso, por no darle poderes extraordinarios al no aprobar una ley. Con periodistas. Con sus mentores. Con los gobernadores. Con artistas famosas. Y con el Estado de derecho.
Hace unas semanas, el gobernador Torres, del partido PRO, que respaldó a Milei tras las elecciones primarias, acusó (con razón) al presidente de retener ilegalmente millones de pesos en fondos provinciales.
En respuesta, Milei se comportó de manera irrespetuosa en las redes sociales al retuitear una imagen generada por IA del gobernador con síndrome de Down y dar "me gusta" a otra publicación polémica que lo representaba rodeado de periodistas con una connotación sexual.
La fijación de Milei con estos temas no es nueva. Una vez, hizo comentarios perturbadores diciendo que "el Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con niños encadenados y con vaselina". Esto es enfermizo. Milei no está bien.
Es esencial mirar más allá de los titulares superficiales y comprender el panorama completo para no quedar como un fanático que aplaude sin conocer realmente a quién está defendiendo.
El populismo es un péndulo que oscila y se entrelaza, desde la derecha hasta la izquierda. Como ocurrió en Brasil, donde Lula llevó a Bolsonaro. Este último, aunque afirmaba tener "economistas austriacos", terminó con corrupción y ausencia de políticas liberales. Y Lula regresó al poder.
Esta es una advertencia. El populismo trae más populismo. No nos olvidemos de pensar a largo plazo. Después del populismo de Milei, podría venir un populismo de una visión opuesta y con la misma fuerza.
Los liberales cayeron ante el canto de sirena de un nuevo mesías y demostraron una vez más cómo sigue calando la mentalidad de tribu. Algo que parecemos estar lejos de superar.
*** Antonella Marty es politóloga y escritora.