La regularización de inmigrantes, qué dice la prensa

¡El pueblo lo ha conseguido! Por fin, un tema de política nacional en los periódicos que es nuevo. Llevábamos meses, quizá años, con lo mismo: Cataluña, la polarización, el sanchismo, Ayuso. Esta mañana, las firmas de 600.000 personas han obligado a los diarios a cambiar sus portadas. Ocurre a los dos lados del río.

Estoy hablando de una Iniciativa Legislativa Popular, el procedimiento más democrático que la democracia: con medio millón de firmas puedes lograr que el Congreso admita a trámite una ley. Y eso ha ocurrido con la propuesta de regularización extraordinaria de inmigrantes ilegales. Ayer, todo el Congreso salvo Vox votó a favor de abrir este debate, de debatir esta ley, y eso capitaliza los titulares principales.

El País: “Todo el Congreso salvo Vox apoya debatir una regularización de inmigrantes”. El Mundo: “PP y PSOE tramitan una iniciativa para regular medio millón de inmigrantes”. En España, lo vimos con Velázquez, Cervantes, Alsina, Goya o Machado, somos unos genios. El Congreso protagonizó una mayoría inédita con el asunto que más divide a los europeos: la inmigración.

Recuerdan las crónicas que esto no significa que la ley vaya a salir adelante. Se ha aprobado su admisión a trámite, se va a debatir, pero ahora comenzará el plazo de enmiendas. La propuesta original no pone requisitos a la regularización, basta con llevar en España en situación irregular desde antes del 1 de noviembre de 2021. PP y PSOE, en principio reacios a votar a favor, fueron convencidos por la Iglesia y por Cáritas. Por razones humanitarias, pero también económicas. La mano de obra.

Y atención a este dato en la crónica de La Razón: en la Historia de la Democracia ha habido 9 regularizaciones extraordinarias. Cinco fueron aprobadas por el PP y cuatro por el PSOE.

Al padre Feijóo, leo en EL ESPAÑOL, su voto a favor le ha traído otro desencuentro con Vox: “El respaldo del PP a la regularización de medio millón de inmigrantes traza una frontera crucial con Vox. Abascal acusa a Feijóo de apoyar el negocio de las mafias y amplificar el efecto llamada”.

Voy a hablar ahora de un inmigrante español en Waterloo: Carles Puigdemont. También es una noticia que aparece en la mayoría de diarios porque nace de una entrevista que dio ayer el expresident fugado a RAC1. Titulares de ABC y El País, calcados: “Puigdemont anuncia que dejará la política si no vuelve a ser presidente”. Todo un demócrata. Si gobierno bien, si pierdo, me voy a mi casa.

La Vanguardia extrae otra conclusión: “Puigdemont anuncia que volverá tras las catalanas sea quien sea president”. Porque de veras confía en la amnistía. EL ESPAÑOL pone el foco en esa reunión que Sánchez tenía pactada con Puigdemont para el 22 de marzo en Bruselas y que el adelanto electoral frustró. Sánchez, que tanto critica al dictador, tiene la misma baraka que Franco: siempre se salva in extremis.

De todos modos, lo más importante de lo que contó Puigdemont lo leo en El Periódico de Cataluña: estando en Bruselas, tuvo que volver a sacarse el carné de conducir. Lo hizo, aquí no hubo privilegios, como todo payés: en el coche de la autoescuela con el profesor al lado. Dijo Puigdemont que le impactó mucho ir conduciendo por una calle y dar la vuelta, porque eso es legal en Bélgica y no en España. Podía haberle impactado tanto lo de la declaración unilateral de independencia. Tengo un amigo de la UCD que dice que el mejor negocio hoy sería montar una autoescuela constitucional. Juan Fernández-Miranda cuenta hoy en su columna de ABC que existe un nuevo insulto para los nostálgicos del 78: “Ultratransicionista”. Lo que parece un insulto ultrasimpático.

Compañeros, queridos fascistas, no hay que insultar: os cuento otra noticia que he leído en este mar de tinta en el que embadurno mi bochornosa juventud cada mañana. Portada de El Mundo: “La guerra en la Fiscalía se recrudece por los desprecios de García Ortiz. La Asociación de Fiscales baraja denunciarlo ante el Supremo”. La Razón: “Rebelión en el Consejo Fiscal por el informe de la amnistía”. Básicamente, que a muchos fiscales les parece mal que el fiscal general esté rechazando continuamente que el organismo se pronuncie sobre la amnistía.

Y termino con lo de las comisiones de investigación, ésas que, como explica en su tribuna Elisa de la Nuez, abogada del Estado, son “pura propaganda” y no sirven para nada. Fijaos qué linda connivencia bipartidista. El Confidencial: “PP y PSOE se tantean paara dejar fuera de las comisiones de investigación a Sánchez y a Feijóo”. 

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.