Por qué Putin no quiere que Moldavia entre en la UE
El referéndum de hoy en Moldavia es algo más que una votación sobre su adhesión a la UE. Es una oportunidad para que Moldavia demuestre su compromiso con la democracia, la libertad y la unidad europea.
Hoy domingo 20 de octubre los moldavos votarán en referéndum sobre su futura adhesión a la Unión Europea. Un "sí" cambiaría la Constitución de Moldavia. Pero este referéndum trata de algo mucho más profundo.
Este es el momento en el que los moldavos decidirán si ven a su país como parte de la familia europea. La legitimidad del viaje europeo de Moldavia dependerá de esta decisión, por lo que esta votación es un punto crítico en la historia de la nación.
Este referéndum no se va a llevar a cabo, sin embargo, en un vacío. El contexto en el que tendrá lugar lo hace especialmente significativo.
En toda Europa, la fe en el proyecto europeo se tambalea. Las recientes elecciones estatales en Alemania son un ejemplo de cómo las voces extremistas han ganado terreno en muchos países, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la unidad europea.
Al mismo tiempo, Moldavia sigue siendo un campo de batalla para la maquinaria de manipulación rusa, que hace esfuerzos encaminados a socavar los valores democráticos y debilitar los lazos de Moldavia con Europa.
En un entorno tan tenso, el "sí" en este referéndum enviaría un poderoso mensaje: una señal de que los valores de la democracia, la libertad y la unidad siguen vivos. Demostraría que, a pesar de las presiones externas, Moldavia se mantiene firme en su compromiso con Europa.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta Moldavia a medida que se acerca el día de las elecciones es la amenaza de la manipulación de la información y la interferencia extranjera (FIMI). La desinformación es, además, sólo una parte de una amplia estrategia empleada por Rusia para desestabilizar las ambiciones europeas de Moldavia.
Esta estrategia va más allá de las noticias falsas y abarca toda una serie de tácticas diseñadas para erosionar la confianza en el futuro europeo de Moldavia: sembrar la duda, presentar medias verdades y manipular los hechos.
Esta injerencia extranjera no se limita a influir en el referéndum en sí. El objetivo es debilitar la cohesión social necesaria para navegar por el complejo proceso de integración europea. El viaje de Moldavia hacia Europa no terminará con esta votación: la integración europea requiere años de duro trabajo, decisiones difíciles y cambios significativos. El país necesitará una fuerte unidad social para mantener el rumbo.
"La lucha contra la desinformación forma parte de una batalla más amplia y constante para proteger la democracia"
Por eso la injerencia extranjera es tan peligrosa. Socava los cimientos sobre los que descansa el futuro de Moldavia.
La lucha contra el FIMI forma parte de una batalla más amplia y constante para proteger la democracia. En la era de la comunicación instantánea y la guerra digital, las amenazas a la democracia han evolucionado.
Ya no se trata sólo de propaganda obvia. Se trata de manipulaciones sutiles dirigidas a debilitar los lazos que mantienen unidas a las sociedades. Esto hace que la defensa de la democracia sea un reto sin fin, que requiere una adaptación constante.
Una de las innovaciones clave en nuestra lucha contra el FIMI ha sido el fortalecimiento de la comunicación y la cooperación entre el Estado, los medios de comunicación independientes y la sociedad civil. Es lo que llamamos un enfoque de "toda la sociedad".
Porque el Estado por sí solo no puede contrarrestar eficazmente la manipulación sutil y la desinformación. Necesita la ayuda de otras voces creíbles. Los medios de comunicación y la sociedad civil desempeñan un papel crucial en la formación de la opinión pública y el fomento de la confianza. Sin su participación, nuestros esfuerzos serían limitados.
Esta colaboración es esencial porque la confianza en el Gobierno se ha erosionado con el tiempo. El Estado puede proporcionar los hechos, pero son los medios de comunicación y la sociedad civil los que pueden ayudar a que esos hechos resuenen en la opinión pública.
Se trata de crear un frente unificado para contrarrestar las fuerzas divisorias de la desinformación.
Incluso con la mejor estrategia de comunicación, generar confianza en las instituciones democráticas de Moldavia será un camino largo y difícil. Las respuestas no son nuevas. Son los mismos principios que siempre han sustentado la democracia: transparencia, honestidad y un sistema judicial sólido.
El referéndum de Moldavia es algo más que una votación sobre la integración europea. Es una prueba de la resistencia y la unidad del país frente a las presiones exteriores. Es una oportunidad para que el pueblo de Moldavia demuestre al mundo que está comprometido con los valores de la democracia, la libertad y la unidad europea.
El camino por recorrer será difícil, pero Moldavia puede superar los retos y asegurar su lugar en Europa.
*** Ana Revenco es la directora del Centro de Comunicación Estratégica y Lucha contra la Desinformación. Entre agosto de 2021 y julio de 2023 fue la ministra de Asuntos Internos de Moldavia.