Colisión frontal entre ciudadanos y políticos en el CIS
Desafección y antipolítica son los espacios donde el populismo transita con comodidad. Y el populismo es una amenaza para nuestra democracia.
"¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?".
"¿Y el segundo?".
"¿Y el tercero?".
Así son las preguntas que de forma recurrente formula el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su barómetro mensual. En el del mes de noviembre de 2024, cuyo adelanto hemos conocido hace sólo unos días, el CIS señala que los tres primeros problemas para los españoles son y tienen que ver con la clase política.
No son la vivienda, el empleo o la sanidad.
Son los problemas políticos en general, el comportamiento de los políticos y los propios partidos políticos.
La señal es clara y la tendencia es constante. Si no formas parte de las soluciones es que formas parte de los problemas.
Es una realidad asimétrica, pero que afecta a la política que gobierna y gestiona, pero también a la política que se ejerce desde la oposición.
El clima político de polarización y crispación permanente está germinando. La dinámica que dice que todo lo que hace el adversario político es un desastre y todo lo que propone uno mismo es maravilloso se encuentra en unas cotas altísimas de irracionalidad.
Hay una burbuja y un ecosistema político en España que empieza a resultar irrespirable para una amplísima mayoría de la ciudadanía, y que cristaliza en el CIS.
Dentro de esta burbuja y ecosistema político, la desafección y la antipolítica crecen con rapidez y fuerza.
Desafección y antipolítica son los espacios donde el populismo transita con comodidad. Y el populismo en forma de soluciones rápidas para problemas complejos es una amenaza para nuestra democracia.
Y se trata de eso. Se trata de proteger y recuperar la política del diálogo, del acuerdo de mayorías, para evitar que la desafección y la antipolítica condicionen primero y actúen después en nuestra sociedad.
"Una sesión plenaria en la Asamblea de Madrid en su sede de Vallecas acumula las temperaturas más altas de la política española"
Desde que tengo la responsabilidad política como secretario general del PSOE de Madrid mantengo casi en forma de cruzada recuperar el respeto y la educación en la política madrileña.
No es tarea sencilla en el ecosistema político madrileño.
Pero creo que tengo la responsabilidad de hacer y liderar alguna contribución para bajar los decibelios de la crispación y de la polarización madrileña, cuya resonancia traspasa al resto de España.
Una sesión plenaria en la Asamblea de Madrid en su sede de Vallecas acumula las temperaturas más altas de la política española en lo que se refiere a insultos, faltas de respeto y crispación.
Hemos comenzado ya el segundo año de la legislatura en la Comunidad de Madrid. Los acuerdos a los que hemos sido capaces de llegar han sido pírricos y la cordialidad política está en vías de extinción. En el único sitio donde nos encontramos es en el choque frontal.
Y mientras sigamos chocando a diario y por todo seguiremos siendo parte de los problemas y no de las soluciones. El CIS nos lo seguirá recordando mensualmente.
*** Juan Lobato es el secretario general del PSOE de Madrid.