El ganador de las elecciones rumanas Călin Georgescu.

El ganador de las elecciones rumanas Călin Georgescu. EFE

Tribunas LA TRIBUNA

¿Por qué se anularon las elecciones rumanas y a quién ha beneficiado realmente?

Aunque las sospechas sobre la intromisión rusa no son infundadas, las pruebas eran insuficientes y no justificaban la anulación de unas elecciones democráticas. 

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Los esfuerzos de las autoridades y de la sociedad civil moldavas para contrarrestar la propaganda rusa antes del referéndum sobre la adhesión a la UE y las elecciones presidenciales de octubre de 2024 fueron un duro recordatorio de los retos a los que se enfrenta hoy la antigua república soviética. 

Al observar esa lucha, muchos rumanos probablemente pensaron: "Esto no podría ocurrir aquí", creyendo que la propaganda rusa no podría infiltrarse en Rumanía como lo había hecho en Moldavia

Al fin y al cabo, Rumanía está firmemente integrada en la UE y la OTAN, y recientemente ha conseguido entrar en el espacio Schengen.

Esto contrasta fuertemente con Moldavia, una nación con profundos lazos históricos y etnoculturales con Rumanía, pero que permanece atrapada en la zona gris entre la democracia y la autocracia

Y sin embargo, las propias elecciones presidenciales de Rumanía, cuya primera vuelta se celebró el 24 de noviembre de 2024, acabaron en un golpe a la democracia rumana.

El 6 de diciembre, el Tribunal Constitucional del país anuló las elecciones presidenciales

El candidato prorruso Călin Georgescu.

El candidato prorruso Călin Georgescu. EFE

¿La razón oficial? El Tribunal decidió que el proceso electoral se vio comprometido "por numerosas irregularidades y violaciones de la legislación electoral".

"Estas acciones", añadió el tribunal, "distorsionaron la naturaleza libre y justa del voto emitido por los ciudadanos, socavaron la igualdad de oportunidades de los competidores electorales, afectaron a la naturaleza transparente y equitativa de la campaña electoral e ignoraron las disposiciones legales relativas a su financiación". 

El Tribunal Constitucional hizo referencia a cinco documentos de instituciones estatales rumanas, entre ellas el Ministerio del Interior, el Servicio de Inteligencia Exterior y el Servicio Rumano de Inteligencia. Estos documentos fueron desclasificados por la Administración Presidencial el 4 de diciembre.

Algunos documentos señalaban una campaña coordinada de apoyo a uno de los candidatos en TikTok, y algunos de ellos alegaban la intromisión rusa, citando similitudes entre los acontecimientos en Rumanía y casos anteriores de operaciones rusas de influencia maligna en otros países.

Sin embargo, no se presentaron pruebas definitivas que confirmaran estas acusaciones

Es innegable que TikTok permitió la publicidad política de facto durante las elecciones presidenciales rumanas, violando tanto sus propias políticas como las leyes rumanas. Esta mala práctica benefició a todos los principales candidatos presidenciales, no sólo al mencionado en los documentos desclasificados.

También es cierto que Rusia trata sistemáticamente de interferir en los procesos políticos en todo Occidente, aunque con distintos niveles de intensidad. 

"Georgescu recibió el 22,94% de los votos, mientras que Elena Lasconi, representante de la centrista y proeuropea Salvemos a Rumanía Unión, obtuvo el 19,18%"

Sin embargo, la decisión de anular las elecciones presidenciales parece haber estado motivada por la insatisfacción provocada por la victoria del candidato "equivocado" en la primera vuelta más que por un compromiso genuino de preservar la integridad electoral

Ese ganador "equivocado" es Călin Georgescu, un ultranacionalista rumano, euroescéptico, aislacionista y teórico de la conspiración que ve al líder ruso Vladímir Putin como "un patriota" y que detendría toda ayuda rumana a Ucrania en su defensa contra la brutal agresión rusa. 

Georgescu recibió el 22,94% de los votos, mientras que Elena Lasconi, representante de la centrista y proeuropea Salvemos a Rumanía Unión, obtuvo el 19,18%.

En reacción al veredicto del Tribunal, Lasconi declaró: "La decisión del Tribunal Constitucional es ilegal, amoral y aplasta la esencia misma de la democracia, el voto". Hay varias razones para creer que la valoración de Lasconi está justificada.

Rumanía, clasificada por la Unidad de Inteligencia de The Economist como la segunda democracia más débil de la UE, tiene un panorama político dominado desde hace tiempo por una lucha de poder entre dos grandes bloques liderados por el Partido Socialdemócrata (PSD), de centroizquierda, y el Partido Nacional Liberal (PNL), de centroderecha.

Desde 2021, sin embargo, los dos partidos rivales gobiernan juntos en Rumanía como la 'monstruosa' Coalición Nacional para Rumanía. 

El reparto del poder reflejaba esa gran coalición, ya que el PSD apoyaba la presidencia de Klaus Iohannis, del PNL, mientras que el PNL aceptaba intercambiar el puesto de primer ministro con el PSD.

En el verano de 2023, Marcel Ciolacu, del PSD, sustituyó a Nicolae Ciucă, del PNL, al frente del gobierno rumano. 

El ascenso de la ultraderechista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), liderada por George Simion, dio al PSD la oportunidad de debilitar a su rival, el PNL, a pesar de la cooperación dentro de la gran coalición. Simion fue un sparring conveniente para Ciolacu en las elecciones presidenciales de 2024: el líder ultraderechista perdió claramente ante el candidato del PSD en la segunda vuelta de las elecciones.

Como sugerían las encuestas de opinión pública, el desafío más importante para Ciolacu vino del candidato independiente Mircea Geoană, vice secretario general de la OTAN hasta septiembre de 2024.

Elena Lasconi suponía sólo un desafío secundario.

Por consiguiente, al PSD le interesaba "arrastrar" a Simion a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales dejando de lado o eliminando políticamente a los contendientes fuertes, preparando el terreno para una victoria fácil contra él.

La popularidad de Geoană disminuyó drásticamente tras la publicación, menos de dos meses antes de las elecciones, de una investigación que alegaba conexiones rusas de su estratega político Rareș Mănescu

Poco después, el 5 de octubre, el Tribunal Constitucional rumano anuló la candidatura de la excéntrica pero relativamente popular política de extrema derecha Diana Șoșoacă alegando sus posturas contrarias a la UE/OTAN y prorrusas. La decisión, apoyada por cinco jueces (cuatro de los cuales fueron propuestos por el PSD) suscitó una fuerte polémica.

La juez Iuliana Scântei, que fue nombrada por el presidente Klaus Iohannis y disintió de la decisión, argumentó que el Tribunal Constitucional no tenía derecho a ampliar su mandato imponiendo condiciones subjetivas a las candidaturas, como el comportamiento o las opiniones, que no estuvieran explícitamente recogidas en la Constitución o en la ley.

"El equipo de Georgescu centró su campaña principalmente en TikTok, explotando las laxas políticas publicitarias de la plataforma"

Tras la controvertida sentencia del Tribunal, el PNL anunció el fin de su "monstruosa" coalición con el PSD, pero este logró su resultado deseado. Con Șoșoacă y Simion compitiendo por la misma base de votantes de extrema derecha, la anulación de su candidatura reforzó el apoyo de Simion, impulsándole del quinto al segundo puesto en las encuestas de opinión.

La estratagema del PSD para asegurar el puesto de Simion en la segunda vuelta parecía exitosa... hasta que no lo fue.

Después del 5 de octubre, que era la fecha límite para registrar las candidaturas presidenciales, sólo tres candidatos de extrema derecha podían presentarse a las elecciones presidenciales. Además de Simion, Cristian Terheș y Călin Georgescu, y su apoyo electoral potencial en aquel momento era tan bajo que el PSD no los consideraba una competencia seria para Simion.

Si bien la valoración del PSD resultó acertada en lo que respecta a Terheș, se equivocaron radicalmente con Georgescu

El equipo de Georgescu centró su campaña principalmente en TikTok, explotando las laxas políticas publicitarias de la plataforma, algo parecido a lo que hicieron otros candidatos presidenciales rumanos.

Sin embargo, el equipo de Georgescu lanzó la campaña lo suficientemente tarde como para eludir la atención del PSD. Pero cuando la lanzó, se trataba de un enorme esfuerzo coordinado que implicaba una vasta red de cuentas de promoción y de personas influyentes pagadas

Una investigación de Expert Forum reveló que el número de hashtags asociados a Georgescu en TikTok era menor en comparación con los vinculados a Simion, Ciolacu o Lasconi. Pero como estos candidatos empezaron sus campañas mucho antes, su influencia en línea se extendió durante un periodo más largo.

En cambio, la presencia en línea de Georgescu se concentró en las semanas previas a las elecciones, creando un impacto más selectivo.

Cuanto más popular se hizo Georgescu, menores fueron las posibilidades de Simion de pasar a la segunda vuelta de las elecciones. La misma investigación de Expert Forum descubrió que las cuentas de TikTok que promocionaban a AUR, PSD y PNL intentaron socavar la campaña de Georgescu acusándole de ser "un globalista encubierto" en un esfuerzo por disminuir su popularidad

Para el PSD, esto fue un paso en falso, ya que reforzó el sentimiento generalizado entre los votantes antiestablishment de que Simion no era un oponente genuino de la política dominante, sino más bien un producto manufacturado de las manipulaciones políticas del PSD.

Esforzándose por mantener a Simion en el segundo puesto de las encuestas, Ciolacu decidió incluso rechazar personalmente los rumores de que Simion era un espía ruso. 

El ascenso de Georgescu no sólo desvió votos directamente de Simion, sino que también se nutrió de una base más amplia de votantes desilusionados y privados de derechos.

Para muchos ciudadanos de derechas, Georgescu representaba una oportunidad de desafiar al establishment político (principalmente el PSD y el PNL) que había dominado el país desde la caída del socialismo.

Lasconi también supuso un desafío al establishment político, pero su atractivo procedía del centro político. 

Al igual que Simion, Georgescu capitalizó eficazmente las simpatías nostálgicas por el movimiento legionario fascista rumano. Simpatías que, como demostraron los historiadores Ionuț Biliuță y Raul Cârstocea, están especialmente extendidas entre la jerarquía ortodoxa rumana, junto con los sentimientos antiucranianos. 

Sin embargo, el politólogo Sorin Ioniță también observó que Georgescu iba más allá de las simpatías de extrema derecha, presentándose a través de sermones personalizados y redes de base no como un político ultranacionalista convencional, sino más bien como un guía casi religioso, al estilo de la Nueva Era, que prometía un retorno a un pasado nacional "orgánico" e idealizado, alineando esta visión con políticas sociales y económicas destinadas a restaurar la autonomía local y colectiva

Cuando ni Ciolacu ni Simion pasaron a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, y la victoria de Georgescu en la primera ronda sorprendió al establishment político, Cristian Terheș, que había estado vagamente asociado tanto al PSD como a AUR, presentó una solicitud ante el Tribunal Constitucional para anular los resultados, alegando fraude electoral.

En respuesta, el Tribunal tomó una decisión sin precedentes, ordenando a la Oficina Electoral Central de Rumanía que volviera a contar todos los votos de la primera vuelta. 

Comentando las instrucciones del Tribunal, Lasconi dijo que parecía "que algunas personas quieren aferrarse al poder a cualquier precio, incluso a costa de la democracia".

No obstante, la Mesa completó el recuento y no encontró irregularidades significativas, por lo que el Tribunal no tuvo más remedio que confirmar los resultados de la primera vuelta.

Claramente insatisfecha con el resultado, la clase política dio otro paso para socavar la victoria de Georgescu. La Administración Presidencial desclasificó documentos que sugerían una campaña coordinada de TikTok, así como una supuesta injerencia rusa, en apoyo de Georgescu.

Citando los documentos, el Tribunal Constitucional anuló todo el proceso de las elecciones presidenciales alegando que se reanudaría en el futuro

"La anulación de las elecciones por motivos dudosos significa que la clase política rumana dominada por los socialistas ha optado por saltarse las normas en lugar de enfrentarse a la competencia política"

Irónicamente, los documentos desclasificados por la Administración Presidencial revelaron detalles específicos sobre la campaña de Georgescu que añadieron más complejidad a su victoria en la primera vuelta. Ciertos elementos de los Servicios de Seguridad rumanos eran plenamente conscientes de los éxitos de las campañas online de Georgescu, pero decidieron no actuar.

Desde esta perspectiva, la victoria de Georgescu no fue sólo el resultado del ingenio de su campaña (ideológica, organizativa y técnicamente) o de la reacción contra las manipulaciones políticas y las tácticas contraproducentes del PSD al apoyar de forma encubierta a un candidato de extrema derecha percibido como inauténtico por muchos, sino también del aparente apoyo tácito de parte de los Servicios de Seguridad rumanos.

La anulación de las elecciones presidenciales de 2024 por motivos dudosos significa que la clase política rumana dominada por el PSD ha optado por saltarse las normas en lugar de enfrentarse a la competencia política, amenazando así el núcleo mismo de las instituciones democráticas del país.

Aunque la preocupación por la intromisión rusa, que se ha convertido en una característica permanente de todos los procesos electorales occidentales, no es infundada ni debe desestimarse, las pruebas presentadas eran insuficientes para justificar una medida tan radical como la anulación de las elecciones.

Por el contrario, parece que la decisión del Tribunal (y las maniobras políticas que condujeron a ella) se sustentaron más en el pánico ante el ascenso de un candidato antisistema que en un compromiso genuino de salvaguardar la democracia.

Al abandonar la integridad electoral en favor de la protección del statu quo político, las élites políticas rumanas han socavado la confianza pública en las instituciones diseñadas para defender las normas democráticas, sentando el precedente de que los resultados electorales pueden revertirse si no favorecen a los que ya están en el poder.

*** Anton Shekhovtsov es profesor visitante en la Universidad Centroeuropea de Austria y autor del libro Los nuevos partidos de derecha radical en las democracias europeas (2011).