El presidente electo, Donald Trump, en una rueda de prensa este martes en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.

El presidente electo, Donald Trump, en una rueda de prensa este martes en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. Reuters

Tribunas

Trump se refleja en Putin en el hielo de Groenlandia

Era esperable que China o Rusia quisieran anexionarse territorios ilegalmente, pero sorprende que lo haga uno de los creadores del orden liberal internacional.

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Abjasia, Osetia del Sur, Crimea, Ucrania, Esequibo. Son sólo algunos de los territorios que han sido anexionados ilegalmente en los últimos años por los enemigos del orden liberal internacional. Este grupo de estados entre los que están China, Rusia, Venezuela o Irán han ido dando pequeños pasos con el silencio cómplice del resto de la Sociedad Internacional.

Frente a estas acciones, siempre se encontraban con la censura del mundo libre que, a veces de forma retórica y otras de forma real, se oponía a estas violaciones de la legalidad internacional. Esta censura quedó institucionalizada en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas por aquellos que derrotaron a Hitler en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque es cierto que de China y de Rusia nadie esperaba nada, lo que nos ha sorprendido es que uno de los creadores del orden liberal internacional, Estados Unidos, se comporte como aquellos que quieren destruirlo.

El hijo de Donald Trump frente a la estatua de Hans Egede en Nuuk, Groenlandia, durante una visita privada este martes.

El hijo de Donald Trump frente a la estatua de Hans Egede en Nuuk, Groenlandia, durante una visita privada este martes. @DonaldJTrumpJr

Aunque ya lo había anunciado de manera informal en sus redes sociales, este martes el presidente Trump hizo un avance de lo que será su política exterior incluyendo dos medidas estrella: la anexión del Canal de Panamá y de la Isla de Groenlandia.

Sólo el anuncio es una violación de la Carta de Naciones Unidas y una sentencia de muerte para el Tratado de Washington, ya que siembra la semilla de la discordia en la más perfecta comunidad de seguridad, la OTAN. Cabe preguntarse por qué Estados Unidos quiere anexionarse estos territorios y qué se puede hacer para evitarlo.

Groenlandia es la isla más grande de mundo, a pesar de estar escasamente poblada (55.000 habitantes). Su atractivo es doble.

Por un lado, estratégicamente es una joya, ya que no sólo sirve de tapón para el continente americano, sino que debido al creciente deshielo Groenlandia puede convertirse en el centro de minero más importante del mundo.

Volviendo al primer punto, hay que resaltar que Groenlandia, además de ser una barrera de protección para Estados Unidos, puede convertirse en el centro de la disuasión extendida de Washington con el despliegue de sistemas aéreos tanto ofensivos como defensivos.

En lo que al segundo punto se refiere, Groenlandia es probablemente el territorio más rico en minerales de toda la Tierra, tanto con recursos tradicionales (petróleo, rubí, platino etcétera) como no tradicionales (neodimio, praseodimio, disprosio y terbio).

"Aunque se pensó que Trump podría tener una segunda Administración más tranquila, sus planteamientos en política exterior indican lo contrario"

Estos últimos materiales, que son clave para la industria tecnológica, se encuentran en las profundidades de las denominadas "tierras raras", esencialmente en Ucrania y en Groenlandia. Esta es una de las razones por las que Putin invadió Ucrania y por las que Trump esté pensando algo parecido para Groenlandia.

Aunque nos pueda parecer algo extraño y único, ya hubo dos intentos de anexión de Groenlandia por parte de Estados Unidos.

La primera la protagonizó el presidente Truman (quien hizo una oferta para comprar la isla como se hizo antes con Alaska). Y la segunda, el propio Trump (2017) en su primer y fatídico mandato.

La diferencia entre lo que ocurrió hace ocho años y lo que ocurre ahora es que el intento no sólo es real y más virulento, sino que además se ha visto acompañado por otras ambiciones territoriales como son Panamá y Canadá.

Además de amenazar a Panamá con tomar por la fuerza el Canal, Trump lleva semanas tratando al primer ministro de Canadá como un gobernador más, lo que, de nuevo, nos lleva a plantear lo ilegal de sus planteamientos.

Aunque muchos pensaron que Trump podría tener una segunda Administración más tranquila y moderada, los planteamientos que ha venido exponiendo sobre su política exterior indican lo contrario.

Si se consuma el paso de Estados Unidos al bando de los iliberales, no va a quedarle a Europa más remedio que tirar del carro del mundo libre. En este supuesto tenemos la capacidad, las ideas e incluso al líder, aunque en este momento vista de verde y esté fuera de la Unión Europea.

*** Alberto Priego es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas.