La entrada al Ayuntamiento de Beade (Ourense) tiene tres pequeños escalones. A primera hora de la mañana del jueves, son varias las personas que entran y salen del consistorio, situado en la calle Caudillo. Todas jóvenes; no alcanza el medio siglo la mayor de las que accede. Los coches están aparcados en la puerta, en batería, dejando libre solamente el pasillo de entrada. El primer hombre de avanzada edad que pasa por allí no encara la puerta de manera recta, sino que cruza el pasillo de manera perpendicular hasta perderse entre los vehículos. Lo hace con dificultad, con pasos cortos, apenas levanta los pies del suelo. Busca la rampa lateral, la encuentra y accede. Sale una mujer del edificio y toca a la ventanilla de un coche: "Ven, ya está aquí el alcalde".
El señor que acaba de acceder a las instalaciones municipales es Senén Pousa Soto, el regidor del concello de Beade desde hace 49 años. "Yo soy alcalde desde el año 74. Por entonces no había partidos políticos, el pueblo era todo senderos... Ahora recorremos y está todo asfaltado, entran los coches a las viñas. Lo hicimos nosotros, algunos de los concejales de aquella época fallecieron", le dice al reportero que se acaba de sentar en su despacho.
Este ya no es el despacho que era antaño. Ya no hay fotos de Francisco Franco; aquí dentro ya no hay banderas ni otros símbolos de la dictadura. No hace tanto que los quitaron, se retiraron en 2013, hace diez años, tras un atentado contra al regidor. Si la pregunta es si Senén es franquista, la respuesta es afirmativa: "Sí, sí. La prueba es que en el sobre con la dirección del Ayuntamiento pone Rúa (calle) Caudillo".
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En menos de una semana, Senén cumplirá 84 años, pero eso no le baja del burro: él se va a presentar a las siguientes elecciones. Se ha desligado del PP, para el que siempre fue un alcalde incómodo, y no quiere relacionarse con Vox, aunque conozca a Abascal y su padre. Esta vez concurrirá bajo las siglas de CIB. (Candidatura Independiente por Beade). ¿Quién le va a votar? Según él: todo el pueblo, casi todo el electorado. Porque él va a ganar y no ve otra opción que revalidar la mayoría absoluta. "Es fácil que saquemos los siete. El PSOE está conmigo y está trabajando conmigo. Son chicos cojonudos".
Su equipo no parece compuesto del todo de cara a mayo. De momento, da tres nombres que le acompañan en su candidatura: su nieta Susana, que ya le sustiyó durante algunos momentos, Adán y "otros cinco más". Susana ya es la primera teniente de alcalde, la única que le sustituyó en el cargo, de manera momentánea, en 2019. Adán también es concejal del Partido Popular en el municipio.
En política, él va de primero. No deja el cargo mientras la salud aguante. Sin embargo, cuando habla de su nieta y su bisnieta sale el orgullo de abuelo. "La pequeña es una charlatana..." dice entre otras con media sonrisa.
El resto del tiempo está el político en la entrevista. "Desde el 74, fíjese bien. Voy a hacer 84 años. Nací en 1939, el 27 de marzo", comenta antes de hablar de su gestión: "Aquí ya hay de todo. Hay un pabellón, hay un tanatorio... Pequeño, pero la gente que está aquí no paga nada. Hay una agencia que lleva la limpieza y ya está. Es relativamente sencillo llevar el concello", asegura.
Esa sencillez, sin embargo, es aparente. Pousa ha sido uno de los alcaldes más polémicos de la historia de España por su reconocido franquismo (le pidieron que dimitiera por tener el cara al sol de politono en el móvil) y también por algunas decisiones controvertidas en el pueblo. Para muestra, un botón: Beade estuvo varios meses sin agua potable en 2005 y el concello repartió agua embotellada caducada a los vecinos. Él se defendió: "O da auga caducada é mentira, porque aínda que pon 'consumir preferentemente antes do 2004' pódese tomar sin ningún problema". A pesar de estar en gallego, no hace falta traducción para hacerse una idea del temperamento del alcalde.
El pueblo
El ambiente es frío para ser primavera. Las nubes grises cubren todo el cielo de Beade. Sin embargo, cualquiera que haya visto nubes alguna vez sabe que no son de las que traen agua. Los viñedos del valle del río Avia dibujan preciosas escenas en un lugar que les tiene como principal atractivo turístico. Además, tal y como señala un lugareño, se pueden visitar la iglesia, frente a la que hay una escultura con Jesucristo y los ladrones crucificados —"Fue lo último que dibujó Castelao"—, y la vegetación.
En esta comarca confluyen los valles del Miño, Avia, Arnoya y El Barbantino. Beade es uno de esos pueblos tranquilos de Galicia, asentado sobre el valle del Avia, donde el bar se convierte en espacio de confrontación de ideas por el pueblo y donde uno puede también echar la quiniela.
Apenas hay un comercio hostelero, una farmacia y una tienda. También está la carnicería. La pescadería es ambulante, va en una furgoneta. La economía local cuenta con, al menos, dos bodegas. En esta mañana de primavera se puede ver cómo algunos lugareños trabajan la tierra.
Aquí se conoce todo el mundo. Son unos 300 habitantes más o menos. Cuando llega un forastero se nota, aunque aquí también se puede encontrar acento andaluz. "Vino hace unos años un chico joven de Jerez de la Frontera que trabaja las viñas que nadie quiere para una de las bodegas", comenta un lugareño.
Cuando se pregunta en la calle Caudillo por Senén Pousa, algunos contestan unas veces con la boca pequeña y otras con el tan gallego ni sí ni no ni todo lo contrario.
Sin ojos que le miren, hay quien apunta que el alcalde franquista no puede seguir ni un minuto más en el cargo: "Toca regeneración, aires nuevos, gente con nuevas ideas". Sin embargo, el regidor continúa ganando año tras las elecciones. "Y va a volver a ganar", dice otro vecino que pone toda la carne en el asador: "Saldrá con mayoría absoluta".
Nadie concuerda con sus ideas franquistas, "pero tampoco nunca nadie le dijo nada cuando hacía las misas en honor a Franco cada 20-N".
Senén parece tenerlas todas consigo, aunque en los mentideros políticos ya se rumorea que podría haber cambio de aires. "Se habla de un triple empate, entre el PP, PSOE y el alcalde, aunque son 7. No sé yo cómo acabará la cosa ni si esto será cierto", comenta un foráneo que trabaja en el pueblo.
Quienes se paran a hablar con el reportero parecen tener claro que toca cambio de aires. Aunque siempre queda la duda: "Otro vendrá que bueno te hará...". El mayor pesar del alcalde es su reconocido franquismo. Luego, los problemas aparecen y se resuelven con más o menos soltura.
Senén no ha dejado el pasado atrás. Un vecino dice con sorna: "Si hablas con él, pregúntale por qué se sigue llamando la calle principal del pueblo Rúa Caudillo. A ver qué te contesta".
El franquismo
A la hora de la mañana a la que se produce la conversación anterior, el reportero ya ha pasado por el despacho del alcalde. De hecho, ya había formulado tal pregunta y la respuesta la dicen a la vez el viandante y el periodista: "Es que caudillos hay muchos...".
"Si fuera Francisco Franco lo quitaba, pero caudillos en España hay muchos", es la respuesta concreta que dio el alcalde. Hace tiempo ya que le pidieron que quitara ese nombre a la vía principal del pueblo, que además incumple la Ley de Memoria Histórica.
La diputación provincial le pidió que cambiara el nombre, pero él se negó. La excusa ya le conocen. Y es que su opinión de la memoria democrática ya la ha dejado clara en más de una ocasión. Por ejemplo, en su día afirmó: "Hay que dejar las cosas buenas y borrar las malas, pero quitar nombres de calles que ya estaban ahí puestos son venganzas cerdas".
Diez años de una bomba
Ocurrió en octubre de 2013. Un Senén más joven y con mayor vitalidad aún presumía de símbolos franquistas en su Ayuntamiento. En las fotos grabadas en la hemeroteca se pueden ver cómo los cuadros de Franco colgaban de su pared. Fue entonces cuando ocurrió lo que nadie esperaba. Una bomba explotó en el consistorio. "Fue contra mí, pero hizo daño al pueblo", comentó años después. Se le atribuyó el atentado a Resistencia Galega. Aquel episodio, en el que pusieron explosivo en una olla, salió en todos los medios nacionales. Provocó que Senén no volviera a tener símbolos franquistas dentro del Ayuntamiento. Ahora la pared sólo está decorada con una foto del Rey Felipe VI y una foto de José María Aznar. "Está dedicada a mí, personalmente, eh".
Actualmente, en el pueblo quedan pocos vestigios franquistas. Todo cambió tras el atentado sufrido en octubre de 2013. Desde aquel día, Pousa retiró los elementos franquistas de su despacho, pero no cambió su pensamiento. En el pueblo, aún queda otro símbolo: "Hay una fuente que tiene las cinco flechas. Si hay que quitar la piedra se quita, pero si las quitas luego te dicen cobarde y yo de cobarde no tengo nada".
Enfado con el PP
Lo primero que refiere el alcalde en la entrevista es el nombre bajo el que concurrirá a las elecciones: Candidatura Independiente por Beade. Luego, explica que nadie del PP se ha dirigido a él para decirle que no cuentan con él para estas elecciones: "Soy alcalde desde el 74. El PP no contó conmigo. Ni lo sabe Feijoó ni lo sabe el presidente de la Xunta. Le di caña al presidente provincial, que es un sinvergüenza. Haga usted lo que quiera… Bueno… Para nada han hablado conmigo. Entonces presentamos la candidatura independiente".
En el pueblo están convencidos de que las nuevas generaciones populares no podrán hacerle sombra a Senén. "No tienen grandes ideas y no son gente a la que escuches demasiado hablar sobre el pueblo", coinciden un par de vecinos en conversaciones distintas.
Esto podría suponer la pérdida de una alcaldía para los populares, que quizás no le dan importancia o están convencidos de que vencerán a Senén. El regidor siempre fue de la mano del Partido Popular, aunque las dos primeras elecciones las ganó con Alianza Popular.
Senén es un político arcaico, sin duda. Añora tiempos pasados, como no podía ser de otra manera. Pero es que el tiempo para nadie pasa en balde, aunque algunos parezcan ser eternos. "Los tiempos han cambiado mucho porque le voy a decir una cosa. Los políticos eran los de antes. Yo siempre fui amigo de Don Manuel Fraga Iribarne. Aún… Si me permite… Mi profesión siempre fue músico. (Saca su carnet de la banda municipal)". Es cierto, cuando se pregunta por él en la calle Caudillo, también lo comentan: "Fue un gran músico".
Senén pasa de hablar de políticos a comentar su pasado en la música: "De aquella había muchas bandas militares. Mis padres murieron muy jóvenes los dos y fuimos a unas oposiciones a Coruña (...). Y así fue la vida".
Cuenta que conoció a Manuel Fraga en la embajada de Londres. "Dijimos a la persona de la puerta que éramos gallegos y queríamos conocerle. Él nos dijo: ¿Qué carallo hacéis aquí? Y nos invitó a un café. Mi referente político es Don Manuel Fraga".
Es cierto que está enfadado con el que ha sido su partido de toda la vida, pero aún así piensa que Alberto Núñez Feijoó ganará las próximas elecciones generales con mayoría absoluta. "Ayer no estuvo en la moción. Pero Gamarra lo hizo bien. Pero me hubiera gustado que estuviera ahí".
"Sánchez la va a pagar"
La conversación va dando tumbos. Senén conoció a Franco y fue a su entierro. Cuenta cómo estuvo en el Valle de los Caídos y ahí se le viene a la cabeza Pedro Sánchez: "Este presidente del Gobierno la va a pagar. La va a pagar". Está enfadado por la inhumación de Franco.
Esta misma semana ha visto cómo un político de los antiguos era presentado como candidato a presidente del Gobierno por Vox para sustituir a Sánchez. El espectáculo no le pareció del todo correcto. "Lo de ayer de la moción fue una vergüenza, hubo más abstenciones que votos a favor del artista ese. Lo insultaron al señor Tamames".
Insistimos en la moción. "El señor Tamames es comunista y aún en España hay muchos comunistas. Hay un control tremendo, pero a ver cómo acaba la cosa", dice el alcalde, que se distrae con un papel que tiene en su despacho del juzgado de Ourense.
Senén asegura que la diferencia principal entre la clase política y la de ahora es que "antes por los menos había respeto". Sabe, en el fondo, que "hay gente buena en todos los sitios. La mayoría", dice antes de señalar un cuadro y decir que tocó en esa banda.
Ha rechazado ir a Vox. "No es que no me guste Vox, es que no quiero que me relacionen con ellos", dice. Y vuelve a la carga en contra de Sánchez: "Este presidente del Gobierno pactó con ETA y Otegui. Este pactó con ellos. Yo estoy amenazado por ETA. Otegui fue un asesino. Cuando mataron a Miguel Blanco… El que mata por la espalda es un cobarde. Mata a la cara".
El calificativo que tiene para Sánchez es "malo. Le llaman a la cara hijo de mala madre y se ríe", dice Senén para terminar.
Antes de salir por la puerta, quedan las fotos. Posa a duras penas. El cenicero de su despacho delata otro aspecto más de su carácter.
—¿Es usted madridista? —le pregunta el reportero.
—Sí, señor. Pero cuando el Madrid viene a jugar con el Celta de Vigo o el Deportivo de la Coruña quiero que ganen los gallegos. Eso no te lo dicen los catalanes.