Era el diestro del braguerío. Y también un pichabrava. A mediados de los noventa, Jesulín de Ubrique (49) revolucionó el mundo del toreo porque lo convirtió en fenómeno masivo para use y disfrute de las féminas. Un mundo tan de machos y machista que encontró en esas mujeres un filón de oro porque entre ellas se dejaban media vida con tal de ver de cerca a ese ídolo con pies de plomo que siempre tenía algo picante que decirles.
En 1994, en la plaza de Aranjuez (Madrid), nada más y nada menos que 9.000 mujeres se sentaron el graderío entre jadeos, aplausos, ositos de peluche, bragas y sujetadores. Con permiso de Paquirri y El Cordobés (87), sin duda, fue el diestro más mediático que llevó esta tradición española a otra dimensión.
Se hizo millonario. A partir de 8 millones de pesetas (48.000 euros de la década de los noventa) ya empezaba a rubricar su firma en los contratos. Multipliquen eso por los 153 festejos de 1994 y los 161 de 1995, que pulverizó el récord que por aquel entonces tenía Manuel Benítez ‘El Cordobés’ con 121 corridas en 1970. Hoy en día, Jesulín sigue siendo imbatible. Tan solo se le han acercado mínimamente Julián López ‘El Juli’ (40) y Enrique Ponce (51).
Como confesó a Bertín Osborne (68) cuando se sentó frente a él en ‘En mi casa o en la tuya’ (Telecinco) hace una semana, “ganaba mucho dinero, pero desgraciadamente ahora con una temporada te compras una maceta y en aquella época con media temporada me compraba una finca de 600 hectáreas”. Como así hizo en 1990 cuando desembolsó 90 millones de pesetas (540.000 euros de la época) por un terreno de 300 hectáreas al que llamó Ambiciones, donde cinco años más tarde edificó una impresionante mansión de 2.000 metros cuadrados adonde se trasladó a vivir con toda su familia. Incluso tiene capilla y plaza de toros.
Lo curioso de su participación en ese programa es que se emite en Telecinco, su cadena enemiga por todas las salvajadas que se han dicho durante años sobre él en Sálvame y que, por supuesto, tiene como principal altavoz a su primera novia oficial, Belén Esteban (49), con quien tuvo a su hija Andrea (24). Fue aquella a la que la tertuliana gritaba en su apartamento de Benidorm aquello de “Andreita, cómete ya el pollo, coño”. Aquella relación le ha estado dando de comer hasta ahora porque nunca ha parado de darle al pico para estocar al torero. No le ha ido nada mal, porque hasta que Sálvame se despida de la audiencia tras 14 años el próximo 23 de junio, cada tarde se lleva 1.200 euros. Al ser el primer invitado de Bertín, saltaron los rumores sobre los motivos reales de su aparición en Mediaset. ¿Necesita tanto el dinero? ¿Está arruinado?
Esa actitud se asemeja a la que tuvo en su momento Isabel Pantoja (66), cuando en una llamada telefónica le dijo a Jorge Javier Vázquez (52) que no había dinero en el mundo para que ella acudiera a los estudios de Mediaset. Tiempo después, acudió a recibir a su hijo Kiko Rivera (39) tras su regreso de Supervivientes en junio de 2011.
Aquel mismo año incluso presentó las Campanadas por 100.000 euros, mientras que su primogénito se llevó el diez por ciento de esa cantidad. Y eso que, al principio, la tonadillera intentó negociar 400.000 euros. Lo gordo vino después porque, en 2019, fue concursante de Supervivientes a razón de 80.000 euros por programa, el caché más alto jamás pagado en el reality. Se calcula que, en total, se llevó 880.000 euros. A pesar del dineral, siguió con deudas millonarias y Mediaset vuelve a ser su enemiga.
Programas de TV
A Jesús Janeiro le pasa un poco lo mismo. Telecinco ha sido veneno en su casa, pero aceptó porque en el espectro de programas que ofrece la cadena de Fuencarral, el de Bertín es el más blanco que hay. “Siempre trata a sus invitados entre nubes de algodón”, reconoce una crítica experta en televisión. Aunque no se sabe lo que pudo llegar a cobrar porque la productora blinda muy bien sus contratos, esta profesional alega que “fácilmente se puede haber llevado entre 40.000 y 60.000 euros”. También se ha barajado que podría participar en la próxima edición del reality en Honduras, por lo que pulverizaría el caché de la tonadillera.
Tomando como eje ‘En mi casa o en la tuya’, Jesulín ha sido como un Dios catódico al aparecer en pocos días en varios programas. Desde el 2015 que no volvía a la pequeña pantalla para hablar de su vida. Prefirió llevar una existencia monacal en Arcos de la Frontera (Cádiz) hasta que, de repente, le sedujeron.
Cierto es que participó como concursante en El desafío (Antena 3) en 2022 y que este año hizo una visita puntual, pero que el torero abriera la boca solo ocurrió a principios de mayo. Primero lo hizo en El Hormiguero (Antena 3) para promocionar El camino a casa (La Sexta), ambos pertenecientes al universo Atresplayer. Y, para los que no lo sepan, ambos orquestados por la productora de Pablo Motos (57) 7yAcción.
El presentador no paga a nadie “porque considera que los que asisten a sus programas lo hacen por amistad o porque están de promoción, así que niquelado”, asegura una prestigiosa periodista dedicada a información televisiva. Así es como Pablo y su socio, Jorge Salvador, han amasado una gran fortuna, porque a tenor de las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil, solo en 2021 obtuvieron 8 millones de euros en dividendos con una facturación de 29,4 millones de euros.
Si realmente a Jesulín le hace falta el dinero, ¿por qué acepta ir gratis? Primero de todo porque había desaparecido del ruedo mediático. Los famosos no siempre se mueven por dinero ya que son muy conscientes de que su nombre se ha de volver a poner en el mercado cada cierto tiempo para que suscite interés e impacte en la memoria de la audiencia. Como afirma quien escribe estas líneas en su tesis doctoral ‘El proceso de fabricación del rumor de celebridad como factor de posicionamiento y potenciación de personajes en la prensa del corazón. Análisis de casos en ‘Hola! y Pronto’ , “los personajes han de posicionarse en las páginas del corazón -o en otros medios- con los correspondientes beneficios que se traducen, primero, en visibilidad y, posteriormente, en diferentes tipos de rentabilidad (…) el grado de influencia varía ya que su visibilidad puede ser más global o local”.
Pero esto tiene una arma de doble filo ya que, como se afirma en la citada tesis sobre los personajes en general, “la propia idiosincrasia del personaje le hace evolucionar hasta tener un valor mercantil que, unido al rumor, aumenta su popularidad debido a la aparición continuada de su imagen en la prensa rosa. No en vano, el fin de la celebridad es la visibilidad y el paparazzi es uno de los elementos clave para mostrar la parte más oculta y sorprendente de las celebridades. Al fin y al cabo, es la más comercial y la más adecuada dentro del marco capitalista en el que se enmarca el consumo”.
En ese paseo por el ruedo televisivo no hay que olvidar a MasterChef Celebrity 8, donde Jesulín cobra el caché más alto de los quince participantes, ya que se embolsará 30.000 euros por programa, “que los cobrará todos al mismo tiempo una vez que quede eliminado”, confirma una persona que conoce bastante bien la productora Shine Iberia, que asegura que “los cuidados que propensa a los concursantes son de diez.
Les llevan en bandeja. Y, pese a todo lo que se comentó en el pasado sobre el trato dispensado a la pobre Verónica Forqué, lo cierto es que disponen de un psicólogo las 24 horas del día para lidiar con la presión. En el caso de la actriz, todo se complicó porque cogió el covid. Las primeras semanas agradecía a todo el equipo que la hubieran elegido porque así salía de casa ya que el encierro durante la pandemia le había afectado y, de repente, cogió el virus y otra vez a enclaustrarse. Aquello le hundió y el final fue trágico. Pero en todo momento la gente estuvo pendiente de ella y Verónica no paraba de dar las gracias”.
En el 'talent show' culinario es donde va a hacer realmente el negocio. Si gana, superaría con creces a la vencedora de la cuarta edición Tamara Falcó, que se embolsó 15.000 euros semanales hasta un total de 195.000 euros por las trece entregas. El estreno está previsto para el próximo mes de septiembre, así que hay Jesulín para rato y que se empiece a hablar de él desde ya solo hace que beneficiarle a pesar de la ira de Belén Esteban.
Uno de los paparazzi que suele cubrir sus andanzas asegura a EL ESPAÑOL | Porfolio que “hablar de ruina es un despropósito, ya que aun posee bienes materiales considerables y, como suelo decir, la ruina de un famoso no es la misma que la de un ciudadano normal. Sí que es verdad que sus propiedades generan muchos gastos, sobre todo, Ambiciones, que es un pozo sin fondo desde que se cerró a cal y canto. El problema de la gente que tiene un nivel de vida alto es que no suele tener efectivo, como dijo Carmen Lomana en su momento. Ya sabes, aquello de que siempre necesitan cash”.
El profesional no va desencaminado, pero también hay que tener en cuenta los grandes fracasos empresariales que ha tenido el torero a lo largo de su trayectoria vital y que en muchos casos tuvo la culpa su padre, Humberto, fallecido en 2020, ya que tenía que saldar sus deudas porque era empresario de grandes cantantes como Rocío Jurado, El Fary, Manolo Escobar…
“Le debía dinero a Rocío Jurado y yo le pagué”, confesó a Albert Espinosa en El camino a casa. Él fue la causa de que Jesulín debutase como novillero con tan solo 15 años en Ronda, que al año siguiente recibiera la alternativa en Nimes (Francia) y que en 1992 se confirmara en Las Ventas con su padrino, José Ortega Cano (69), y su testigo, Julio César Rincón (57).
Fracasos económicos
He aquí el listado de desgracias económicas. Las más sonadas fueron sus inversiones en el negocio de las fresas y gasolineras. Cuando en 1999 se hizo público que en la finca La Bravura se iba a dedicar a la plantación, recolección y venta de esta fruta nadie hacía presagiar que aquello sería la punta del iceberg de su hundimiento. Le costó millones y mucho sudor poder hacer frente a la deuda. Lo mismo le ocurrió con Agrocoinver SL, con la que invirtió en 12 gasolineras, pero que finalmente acabó en deudas, concretamente, con 282.000 euros en 2004. Nunca más se supo de ello.
También se metió en el sector inmobiliario con Rurrainver S.L, Ubrivalor S.L. y Lodoja S.L, destinadas a la compraventa de inmuebles que también le reportaron pingües beneficios e incluso pérdidas. Con esta última quiso montar su negociete en Castellón, localidad donde nació la Campa, con un capital social de 60.000 euros en 2004, pero al año siguiente echó el cierre.
Incluso se atrevió con actividades profesionales, científicas y técnicas a través de Rosalejo S. L, cuyas últimas cuentas datan del 2011. Tampoco prosperó la intención de abrir Ambiciones en 2020 para bodas, banquetes y comuniones, incluso se creo una web específica para las reservar, pero la pandemia les jugó una mala pasada, la web no está operativa y nunca se celebró nada. Esta finca es un agujero sin fondo ya que, desde 2003, año en el que se separaron sus padres, Humberto y Carmen, nadie más ha vuelto a vivir en ella.
De momento, las únicas empresas que le van bien son Correcostas 121 S.L., creada en 2003 con fines de entretenimiento y recreativos relacionados con los toros, que según el último registro de cuentas, en 2021 tenía un activo de 140.000 euros y una facturación de 56.000 euros. Y la más antigua de todas, Taurovox S.L., fundada en 1996 con fines de gestión de espectáculo, la cual tiene un activo total de 694.000 euros, pero no se registran ventas desde 2011. También tiene como una especie de 'bed & breakfast' en Ubrique,porque alquila una propiedad llamada la Casa el Toreo por 25,5 euros por persona y día, tiene cinco habitaciones dobles, piscina privada y cuatro baños. A pesar de estas cifras y a tenor de la millonada que ha ganado, la cuenta corriente de Jesulín dista mucho de ser abultada.
La propiedad donde vive con María José y sus hijos Jesús Alejandro (16) y el pequeño Hugo (1) -Julia, de 20 años, está independizada en Madrid- en la urbanización Arcos Gardens en Arcos de la Frontera (Cádiz) de 360 metros cuadrados edificados en un terreno de 2.000 metros cuadrados que en su momento fue una idea gestada por la multimillonaria familia Mora-Figueroa. En los últimos años, si ha participado en alguna corrida, ha cobrado unos 85.000 euros.