El 24 de noviembre de 1997 fue uno de los días más felices en la vida de Fidel Castro Ruz, el hijo de los emigrantes gallegos Ángel y Lina. Enfundado en su uniforme militar verde olivo, el Fidel por antonomasia se dirigió a su nueva nuera, Idalmis Menéndez López, y, según recuerda ella a EL ESPAÑOL | Porfolio un cuarto de siglo después, le dijo que estaba muy contento. Porque la boda de Idalmis con su hijo Alex Castro Soto había propiciado la infrecuente reunión de su extensa prole. El comandante en jefe de la Revolución cubana, el caudillo antiimperialista, el dictador carismático, era ese lunes de otoño un patriarca satisfecho.
Allí estaban, reunidos cariñosamente en un salón de La Habana, sin lujos, siete de los al menos nueve hijos conocidos que Fidel Castro tuvo con cinco mujeres, y ocho de sus nietos. Cinco años después de su muerte, acaecida el 25 de noviembre de 2016, y cuando la oposición dentro y fuera de la isla pone a prueba la fortaleza de su régimen, las fotos de esa boda ayudan hoy a examinar el fundamental papel que juega España como escenario de la saga de los Castro, que parece salida de una fantástica novela de su amigo Gabriel García Márquez.
Su historia familiar refleja la división de la sociedad cubana. Unos apoyan el castrismo, otros guardan silencio y otros lo combaten. Como Idalmis Menéndez, que de los abrazos nupciales con su suegro y jefe del Estado ha pasado a dar la cara como destacada opositora. Desde la capital catalana, es vicepresidenta de la Alianza Iberoamericana Europea Contra el Comunismo (Aiecc) y miembro de la plataforma Cubanos Libres de Barcelona.
La exiliada exnuera destaca que, para los defensores y oponentes del régimen cubano, "el ring de boxeo no está hoy en Miami sino en España, el mayor inversor en Cuba". El futuro de la nación caribeña pasa por la antigua madre patria y cubanos de todo signo buscan en ella protección. En el país de origen de Fidel Castro, sus descendientes han podido educarse, trabajar y hacer negocios, eludiendo en este caso las restricciones del bloqueo comercial de Estados Unidos.
"Los intereses de la familia Castro están en España. Llevan años moviendo sus fichas", dice la exnuera
Dos de los hijos de Fidel, los hermanos Alexis y Alejandro Castro Soto, viajan a la península con relativa frecuencia para hacer negocios con empresarios españoles de Cataluña y Galicia, subraya Idalmis Menéndez, de 49 años. "Los intereses de la familia Castro están desde hace muchos años en España, porque no pueden en Estados Unidos. También están en Panamá. Llevan años moviendo sus fichas porque están en riesgo". Denuncia además que Alexis y Alejandro poseen en la zona residencial de élite Punto Cero de La Habana una empresa textil "que no paga ni luz, ni agua ni impuestos", para fabricar camisetas como las que usan en las manifestaciones de apoyo a la revolución, impresas con consignas.
Esposa exiliada en Madrid
Las diferentes posturas de los Castro reproducen la división que afecta también a las familias comunes y corrientes de los 11,3 millones de cubanos. El 14,6% de ellos vive en el extranjero (Estados Unidos y España son los principales destinos) por exilio político, por emigración económica o por ambas razones. Uno de los casos más simbólicos de este éxodo se remonta al origen de la Revolución de 1959 y se encarna en la primera mujer del líder supremo, su compañera de universidad Mirta Díaz-Balart. Se casaron por la iglesia en 1948 y un año después tuvieron un hijo, al que pusieron de nombre Fidel.
Con el padre gestando la insurrección desde México contra la dictadura cubana de Batista, la custodia del niño fue motivo de disputa, la pareja se divorció en 1955 y ella se casó con Emilio Núñez Blanco, cubano contrario al rumbo comunista que los barbudos triunfantes de Sierra Maestra le habían imprimido a la revolución. Mirta y Emilio se exiliaron o emigraron, según las versiones, a Madrid, quedando a cargo del progenitor el pequeño Fidel, quien a los 17 años se fue a estudiar a la Unión Sovietica. Mirta Díaz-Balart llevó una vida discretísima en la capital de España, donde crecieron las dos hijas que tuvo con su nuevo esposo: Mirta Núñez y América Silvia Núñez, Meky. Mirta Núñez, historiadora experta en víctimas del franquismo y prensa de la Guerra Civil, es profesora de Historia de la Comunicación Social en la Universidad Complutente, donde enseñó en la carrera de Periodismo a la estudiante Letizia Ortiz, hoy reina de España. Dirigió la Cátedra de Memoria Histórica de la Complutense.
La exmujer de Fidel se casó con un opositor suyo con el que tuvo dos hijas: una enseñó Periodismo a la Reina Letizia
A la muerte en 2016 de su primer marido y padre de su hijo varón, Mirta Díaz-Balart salió de su silencio en unas breves declaraciones a El Mundo en las que precisó que nunca había vuelto a ver a Fidel desde su divorcio y que lamentaba su fallecimiento. Dos de sus sobrinos son los cubano-estadounidenses Mario Díaz-Balart, actual congresista del Partido Republicano por Florida en el Capitolio, y su hermano Lincoln, que también fue congresista y hoy lidera el Congressional Hispanic Leadership Institute.
La primera mujer de Fidel, que a sus 93 años cumplidos el 4 de octubre sigue viviendo en Madrid con su hija Mirta Núñez, viajó en las últimas décadas a Cuba para ver a su hijo Fidelito, en viajes que le organizaba su excuñado Raúl Castro. Su añorado hijo venía con frecuencia a España en misiones científicas, empresariales o familiares y tenía trato afectuoso con sus hermanas de madre. Fidel Castro Díaz-Balart se suicidó en 2018 en La Habana. Sufría una profunda depresión. Dejó como viuda a su segunda esposa, María Victoria Barreiro, hija de un general responsable del servicio de inteligencia cubano, con la que no tuvo hijos.
Cinco nietos becados
Otro tipo de relación de los Castro con España es la de quienes no han venido aquí como exiliados o para hacer negocios, sino para estudiar y desarrollar su carrera académica, sin romper con el gobierno cubano. Al menos cinco de los nietos de Fidel Castro, trar cursar sus carreras en la Universidad de La Habana, se han formado como científicos y técnicos con becas de posgrado en centros públicos españoles. Tres se quedaron aquí y llevan una vida normal en la que no se significan políticamente.
Dos de los cuatro hijos de Jorge Ángel Castro Laborde, otro de los retoños del dictador, estudiaron en Salamanca: Lydia Amalia Castro Odio y Guido Jorge Castro Odio. Lydia Amalia, filóloga hispánica, estuvo además en Madrid en el Centro de Estudios de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española, antes de convertirse en jefa de departamento de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Por su parte, el ingeniero de software Guido Jorge sigue viviendo en la ciudad salmantina, al frente de su empresa, Global PC Desarrollos Informáticos.
De los cinco nietos que estudiaron en España, tres se quedaron a vivir en Sevilla, Madrid y Salamanca
El físico Fidel Castro Díaz-Balart, Fidel II (desde 1980 a 1992, responsable del programa que intentó implantar la energía nuclear en la isla) tuvo tres hijos con la rusa Natalia Smirnova, y todos ellos cursaron estudios de posgrado en universidades y centros científicos españoles. La mayor, Mirta, nacida en 1974, es profesora titular de Matemáticas en la Universidad de Sevilla y tiene tres hijos con un colega español (ella ha declinado, amablemente, hacer declaraciones para este reportaje). Su hermano pequeño, José Raúl (1985), hizo el doctorado en Sevilla al igual que Mirta y después se instaló en Madrid, donde es investigador en la Fundación Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia (IMDEA-Nanociencia).
El hermano mediano, Fidel Antonio, el Fidel III de la saga, se graduó (como su hermano Jose Raúl) en Física Nuclear en el Instituto de Ciencias y Tecnologías Aplicadas InSTEC de La Habana. Luego viajó a España, hizo un posgrado en Cantabria, culminó su tesis doctoral en Francia y, a diferencia de sus hermanos, ha preferido volver a vivir y trabajar en la isla, donde es profesor de Física Nuclear e investigador de la Universidad de las Ciencias Informáticas. Él es el descendiente de Fidel Castro que más defiende su herencia ideológica, con numerosos mensajes en su perfil de Twitter, donde divulga sus citas, expone fotos de recuerdo y alaba su figura histórica.
En algunas de esas imágenes se ve al nieto, Fidel III, paracaidista, desplegando una imagen de su abuelo en un salto en paracaídas sobre la costa, o visitando la gigantesca roca de granito en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde, bajo la placa "Fidel", se guardan las cenizas de su abuelo dictador. Fidel Antonio Castro Smirnov, nacido en 1980, tenía una relación muy estrecha y cariñosa con el antiguo guerrillero, a quien no veía como un autócrata sino como el abuelo entrañable que lo apoyaba en su carrera científica y con el que viajaba, se reunía con grandes líderes mundiales (tiene fotos con el brasileño Lula da Silva, el chino Jiang Zemin, el venezolano Hugo Chávez...) y participaba en actos políticos donde lo aclamaban como un héroe liberador. Una visión muy distinta de la que habría tenido de él de ser nieto de alguno de los presos políticos, los de su época y los de ahora, como a los que defiende su antigua pariente Idalmis.
A la solicitud de EL ESPAÑOL | Porfolio para hacerle una entrevista sobre la situación del país, Fidel Antonio Castro contesta por correo electrónico desde Santiago de Cuba, donde explica que está participando en las masivas honras fúnebres por el quinto aniversario de la muerte de su abuelo (falleció el 25 de noviembre de 2016 y sepultaron sus cenizas el 4 de diciembre): "Fue realmente emotiva la marcha de 300.000 santiagueros como tributo a Fidel. Y es curioso que una marcha gigante la silencien los medios internacionales, cuando se pasaron como un mes priorizando una marcha del 15 de noviembre que nunca existió", dice a esta revista comparando la demostración oficial de tributo al líder con la anunciada protesta opositora, que el Gobierno prohibió y reprimió el mes pasado.
"Los medios internacionales silencian el tributo gigante a Fidel y priorizan la marcha [opositora] que nunca existió"
El nieto envía para ampliar su respuesta el sentido discurso sobre la herencia de su abuelo que dio el 25 de noviembre pasado, "V aniversario de su Paso a la Eternidad", en la Universidad de Oriente, y que publicó el diario digital cubadebate.cu, donde destaca que se están organizando "acciones metodológicas para introducir el estudio de la vida y obra del eterno rebelde en cada uno de los departamentos de todas las carreras y de los centros universitarios municipales".
Descalificando implícitamente, como obra de una intervención extranjera, las protestas de los cubanos críticos que se han producido estas últimas semanas, afirma: "Hemos vivido todos años muy duros de enfrentamiento a la pandemia, de incertidumbres, de cruel bloqueo y de guerra no convencional financiada y promovida por el mayor imperio de la historia. ¿Y cuál ha sido la respuesta de Cuba? Luchar por la vida, resistir y vencer. Somos el primer país de América Latina y del Tercer Mundo en desarrollar tres vacunas propias y dos candidatos vacunales, en inmunizar a su población pediátrica y en ayudar a otras naciones ante el azote de la Covid-19".
Cuba lleva mucho tiempo siendo objeto de conflicto. Hace ahora 60 años, se iba gestando en torno a la isla la escalada militar que desembocó en la famosa crisis de los misiles de octubre de 1962. El mundo entero pudo estallar de haberse producido una guerra nuclear entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, el país que mantuvo al régimen comunista de los Castro.
La boda
La exnuera recuerda a Fidel Antonio (quien aparecen en la foto de arriba, compartida en Twitter) y a sus hermanos en su boda de 1997: "Eran chicos muy educados, muy estudiosos. No he tenido trato con él luego de adulto, no puedo juzgarlo". La opositora cree que Fidel Antonio defiende el comunismo por convicción propia y no por impostura. Pero añade que a otros jóvenes descendientes de Fidel Castro que viven en la isla les resultaría difícil, o imposible, oponerse al Gobierno, en caso de que piensen diferente. "¿Qué opción les ha quedado a estos muchachos? No se van a virar contra su propia sangre", dice Idalmis Ménendez.
PREGUNTA.- ¿Son rehenes?
RESPUESTA.- Son rehenes, pero viven muy bien. Están en una posición muy cómoda y si se viran contra su propia gente, ¿qué van a recibir? Yo se lo digo, que se den la vuelta y se pongan de parte del pueblo.
Pide así que los posibles críticos del régimen que hay en la familia y que ahora supuestamente ocultan sus ideas den un paso al frente y se pronuncien, aunque los tachen de traidores, como a ella le ocurrió. Que acaben, dice, "con su doble moral", de apoyar tácitamente "una ideología en la que no creen" pero de cuyo poder se benefician. Idalmis Menéndez esgrime su experiencia con los Castro como aval de sus críticas. "A todos los conocí. Están en las fotos de mi boda. Yo traté con todos", resalta la protagonista.
P.- ¿Cómo fue su relación con ellos?
R.- Yo tenía 22 años cuando entré en la familia Castro, en 1994. Alex y yo nos enamoramos. Él, que tenía una hija de una relación anterior, me pidió que nos casáramos. La boda fue el 24 de noviembre de 1997, al cumplir tres años de relación, y yo pedí que pudieran venir todos sus hermanos. Fue la primera boda que se organizó así, con todos juntos. Fue una fiesta muy divertida, una boda distendida.
P.- ¿Dónde se celebró?
R.- La firma del matrimonio se realizó en la Casa 2, a dos casas de la de Fidel y Dalia, dentro de Punto Cero [área residencial de la jerarquía cubana], a la que pudieron asistir sólo los hermanos Castro Soto, y la fiesta posterior, fuera de Punto Cero, en un lugar llamado Juega Mar, pegado al Malecón, donde pudieron asistir los otros hermanos.
En las fotos que Idalmis Menéndez salvó de su boda de 1997 aparecen Fidel Castro, siete de sus hijos y ocho nietos
"En 2000 nos divorciamos y unos días antes de irme a España, Alex me dio los álbumes de la boda que le había pedido, aunque él le había sacado las fotos de sus familiares. Pero como yo le había dado copias a una tía paterna mía que era acérrima de Fidel, pude salvar algunas fotos donde aparecen ellos, que son éstas que pueden ver sus lectores", cuenta la opositora. La activista anticomunista comparte con EL ESPAÑOL | Porfolio las fotos del enlace (las ha cedido gratuitamente) y explica quién es quién. En las fotos de aquel día aparecen siete hijos y ocho nietos de Fidel, y él mismo. Sólo faltan sus hijas Alina Fernández y Francisca Pupo.
De nuera a opositora
Idalmis llegó a España por tierra desde Italia y se estableció en la provincia de Barcelona, donde pasó "cuatro años ilegal" y se formó como psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja. En este lado del Atlántico fundó un hogar con su nuevo marido catalán, con quien tiene un hijo de 16 años.
Este curso ella podría estar trabajando, al igual que en años anteriores, en un instituto público como orientadora escolar y profesora de secundaria, en este caso en Zaragoza, pero ha preferido "renunciar a los 2.200 euros de sueldo" para dedicarse por completo a hacer oposición, en solidaridad con la ola de protestas ciudadanas que el pasado julio se desataron en Cuba contra la falta de libertades y las carencias materiales agravadas por la pandemia de Covid-19, y con la marcha del 15 de noviembre, reprimida por el Gobierno de Miguel Díaz-Canel. "Necesitamos ayuda y donaciones, porque pagamos de nuestro bolsillo todos los gastos", dice la exnuera de Fidel sobre su movimiento opositor en España.
Recuerda que ya era una joven "contestataria" cuando vivía en Cuba, como evidencia con el ejemplo de que con 16 años entregó el carné de miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas, pero que entonces "no era anticastrista", hasta que en España se convenció de que "no es una revolución, es una dictadura". En sus años como mujer de Alex, cuando residía en la Casa M de Punto Cero, se limitaba a vivir y observar lo que veía alrededor. La relevancia de algunos episodios sólo la entendió después. Como el apoyo de su suegro a la "narcoguerrilla" colombiana de las FARC.
"Fidel tenía un reloj Rolex de oro firmado por el jefe de la guerrilla colombiana en agradecimiento", dice Menéndez
"Un día estábamos con Alex en un campo de tiro que está pasando el Círculo Habana, en Punto Cero, por la parte de la playa, al otro lado de la Quinta Avenida y a tres kilómetros de la casa de Fidel. Y ahí estaban unos hombres con barbas que hablaban con un acento latinoamericano que yo no sabía distinguir, porque no había salido nunca de Cuba. Escuchaba decir que había llegado 'gente de las FARC', y creía que se referían a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, y no a la guerrilla colombiana, porque tienen las mismas siglas. Eran de las FARC colombianas", se acuerda.
También se le quedó grabado en la memoria el reloj de superlujo de su suegro, que motivó una controversia familiar cuando Dalia creyó que se había extraviado. "Fidel tenía un Rolex de oro firmado por detrás por el jefe de la guerrilla colombiana, en agradecimiento por los servicios prestados de logística, financiación y entrenamiento; yo lo tuve en mis manos", señala la entonces pariente y hoy opositora. Acusa a Fidel, "que estratega sí que era", por haber generado desde La Habana con su "dictadura del proletariado" el "monstruo de populismo" de izquierdas que llevó al poder a gobiernos afines en Nicaragua o Venezuela.
Empresas españolas
De sus años en la familia recuerda también los encuentros "en fiestas" con "empresarios extranjeros", entre ellos españoles, que venían a invertir en la isla y llamaban a la puerta de los Castro para que les facilitaran los contratos y permisos con las empresas estatales. Ahora, en cambio, con una conciencia política diferente, acusa a compañías españolas que hacen negocios con el gobierno cubano y, a su juicio, son "cómplices de la dictadura" por aportarle fondos con los que mantener su dominio absoluto. La opositora reprocha a la izquierda española "que denuncie a Amancio Ortega por abusos laborales de sus proveedores textiles en Asia y calle en cambio sobre los salarios en Cuba".
La opositora reprocha a la izquierda española "que denuncie a Amancio Ortega y calle sobre Cuba"
La nueva Constitución de 2019 ratificó que Cuba es una república socialista en la que corresponde al Partido Comunista en exclusiva dirigir el "Poder Popular" surgido de la Revolución, lo que mantiene el sistema como una dictadura de partido único. Idalmis Menéndez insiste en que, en ese declarado gobierno colectivo, los Castro siguen siendo decisorios, aunque "por etiqueta" mantengan un papel más o menos discreto.
El poder familiar se centra en las ramas de Fidel y de su hermano Raúl, que a sus 90 años aún tutela al ejecutivo de su sucesor Díaz-Canel en representación de los viejos generales de la guerrilla. "El poder político en Cuba son los Castro. La familia Castro y sus allegados tienen el poder hegemónico y lo controlan todo en esta dictadura militar. No hay derecho que para hacer negocios en Cuba haya que hablar con ellos. Viven como reyes de España", acusa. A quien quiera ir por libre, "les cortan las alas".
"Todos ellos tienen nacionalidad española, por sus ascendientes españoles", resalta. Paradójicamente, dice que su exmarido, Alex, es el único de los cinco hermanos Castro Soto del Valle que hace campaña pública en las redes sociales a favor del Gobierno y en exaltación del legado de su padre. Añade que ella ayudó a Alex a hacer realidad su sueño de dedicarse a ser camarógrafo de la televisión estatal y fotógrafo oficial de su progenitor, en contra de los deseos iniciales de éste. Alex Castro Soto se volvió a casar, el 12 de agosto de 2018, con Kenelma Carvajal, viceministra de Cultura de Cuba (esta revista ha escrito a Alex Castro para recabar su parecer, sin obtener aún respuesta al cierre de esta edición).
La opositora en Barcelona explica que su grupo cuenta con el apoyo de los partidos españoles a la derecha, Ciudadanos, PP y Vox. Reclama a la izquierda que siga el mismo camino. Empezando por el PSOE, "el Fairy que limpia la imagen de la dictadura".
Idalmis Menéndez afirma que estaba presente en la mesa cuando Fidel dijo que iba a "expulsar al embajador de España del gobierno de Aznar", y que su suegro logró su propósito de atraer inversores europeos a la industria hotelera de la isla para mantener la economía después de la caída de la Unión Soviética. Ahora ella reclama no sólo a Estados Unidos que mantenga el viejo bloqueo económico (que no ha logrado acabar con el régimen), sino también a la Unión Europea que suspenda su Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba de 2016, por violaciones de los derechos humanos.
"Asfixiar la dictadura cubana es el último recurso que nos queda; no es asfixiar al pueblo de Cuba, que no se beneficia de nada, es asfixiar a la dictadura, porque el pueblo se mantiene con las remesas de los cubanos de fuera. El bloqueo es un mito para dar pena; es la mejor publicidad que han hecho después de la Coca-Cola", dice. "Fidel hablaba de la 'Mafia de Miami': las etiquetas que le correspondían a él, se las ponía a los otros".
El poderoso yerno de Raúl Castro
Los Castro-Soto del Valle, hijos de Fidel y Dalia, y Castro-Espín, hijos de Raúl y Vilma, no están en primera línea del poder, y sólo algunos desempeñan cargos oficiales. Antonio Castro Soto, médico ortopedista, trabaja con la selección cubana de béisbol y, dice su excuñada, negocia en los fichajes de jugadores para la liga japonesa, cuyos salarios percibe el Estado. De los Castro-Espín, Alejandro es coronel del ejército cubano y Mariela, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cedenex). Una pareja de ella, el bailarín Rubén Rodríguez, se exilió en España.
Otra hija de Raúl Castro, Déborah Castro Espín, estuvo casada con quien hoy es uno de los puntales del régimen y supuesto testaferro de los Castro, el general Luis Alberto Fernández López-Callejas. El exyerno de Raúl es presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial, S. A (Gaesa, el mayor conglomerado de empresas estatales) y, desde 2021, uno de los 14 miembros del buró político del Partido Comunista de Cuba, su más alto órgano. Dice Idalmis Menéndez que un conflicto anterior, del que prefiere no hablar, entre Alex Castro, entonces su esposo, y el influyente López-Callejas (también lo escriben "Calleja") motivó la ausencia de esa parte de la familia Castro-Espín en la fiesta de su boda en 1997.
Hace seis décadas, la Cuba de Fidel Castro vivía la peor fase de su enfrentamiento con Estados Unidos, desde la invasión de Bahía Cochinos de abril de 1961 a la crisis de los misiles de octubre de 1962. Tres generaciones después, su dominio sigue intacto. La última demostración de fuerza y cohesión política se ha vivido el 25 de noviembre en la inauguración en La Habana del Centro Fidel Castro Ruz, museo dedicado a su vida y obra, en un acto que encabezaron Raúl Castro, vestido con su uniforme militar; su sucesor político, Miguel Díaz-Canel, y el principal aliado americano, el venezolano Nicolás Maduro.
¿Hay algún 'Adolfo Suárez' oculto en el aparato cubano, dispuesto a liderar la transición desde dentro?
¿Hay algún Adolfo Suárez oculto en el aparato cubano, dispuesto, como ocurrió con la dictadura de Franco, a dar un giro desde dentro y liderar la transición hacia una democracia multipartidista (valga el pleonasmo) que reconozca que el pueblo es plural, que incluya a la diáspora cubana de Estados Unidos y España y que facilite la reconciliación y colaboración entre las diferentes sensibilidades políticas? De momento, nadie lo conoce.