8 de la mañana. Un adolescente de apenas 15 años despierta junto a su abuela en una humilde casa situada en el peligroso barrio de Porto do Rosa (São Gonçalo, Brasil). Solo seis años después el reloj suena a la misma hora, pero ahora aquel imberbe aspirante a futbolista se despereza en una lujosa mansión situada en La Moraleja.

La pobreza de las favelas quedó atrás para dar paso al nacimiento del imperio Vinícius. De 2016 a 2022 ha pasado de vivir en la casa de su abuela a tener 40 empleados, 12 de ellos trabajando en exclusiva para él, y a ser deseado como icono por todas las grandes marcas. Vini, muy religioso tras criarse en la cuna de la iglesia evangélica en Brasil, no duda en dar gracias a Dios todos los días por lo que le ha deparado la vida. 

De marcar goles descalzo en porterías formadas con dos chanclas a ser coreado por 80.000 personas en el Estadio Santiago Bernabéu, que en nada se convertirá en el mejor recinto deportivo del mundo. Todo en la vida de Vinícius pasa a la velocidad de la luz, como él mismo juega. Su temprano salto al estrellato le convirtió en un niño prodigio, pero la vida no fue sencilla hasta entonces para la familia Paixão.

 

Vinícius, en una visita a São Gonçalo (Brasil), reparte juguetes para los niños con menos recursos. La imagen procede de su documental en Instagram TV 'Vini, For Real'.

Vinícius nació en São Gonçalo, una de las localidades con menor renta per cápita de Brasil y el municipio más poblado de Río de Janeiro. El barrio de Porto do Rosa está controlado por los narcotraficantes y el fútbol callejero se convierte en la única vía de salida para que los jóvenes escapen de las drogas y de las bandas que vigilan los accesos a las favelas. La familia y las compañías se convierten entonces en el pilar fundamental para poder luchar por un futuro mejor. 

Su sueño fue convertirse en profesional para trasladar a su familia fuera de su barrio, controlado por narcotraficantes

Precisamente, el sueño de Vinícius desde bien pequeño fue el de convertirse en futbolista profesional para poder trasladar a su familia a un entorno más seguro. Lo logró con solo 16 años. Fue entonces cuando firmó su primer contrato con el Flamengo y se mudó junto a sus padres y sus hermanos a una de las zonas más lujosas de Río de Janeiro. Solo unos meses después fichaba por el Real Madrid a cambio de 45 millones de euros. Una vida de película para uno de los actores principales del Clásico que se disputará este domingo 20 de marzo en el Santiago Bernabéu. 

Sin embargo, el amor por el fútbol del pequeño Vini comenzó mucho antes. Cuando tenía dos años sufrió una bronquitis y el médico recomendó a su padre que el niño se iniciara en algún deporte. Fue así como se dieron cuenta de las condiciones innatas que tenía. De la bicicleta pasó rápido al balón. Vinícius (40 años) y Fernanda (40 años) vieron que su hijo tenía un don cuando fue capaz de bajar una pelota, pisarla y lanzarla contra la pared. Era pequeño y menudo, pero ya tenía unas dotes que no se veían en otros niños. 

Vinícius se inició en el fútbol sala, como muchos de los grandes jugadores que ha dado Brasil. En el terreno de 40x20 metros adquirió la técnica para el regate que hoy levanta a los aficionados. Gracias a ello consiguió una beca de estudios con 8 años para estudiar en un buen colegio, la Escuela Odete San Paio. 

El futbolista del Real Madrid era entonces un niño tan tímido fuera del campo como descarado con un balón. Estudiaba por la mañana y por la tarde entrenaba. Vini intentaba no meterse en problemas y tenía en la pelota a su mejor amiga. No era fácil la vida en São Gonçalo y la familia se tuvo que separar cuando el internacional con Brasil tenía solo 7 años. Su padre, que trabajó como instalador de Internet, se marchó a São Paulo para poder enviar algo de dinero a casa. 

En Brasil compartía habitación con su abuela. Ahora vive en la mansión que fue del expresidente de El Corte Inglés

La familia vivía en la casa de Nilza, la abuela paterna, situada en la Rua Heitor Rodrigues, 40. Vinícius compartía habitación con su abuela y Fernanda, su madre, con su hermana pequeña Alessandra. Más tarde llegaría Netinho, el hermano pequeño de Vini y con el que hoy en día pasa muchas horas jugando a la videoconsola en la pantalla gigante que tiene en su mansión de La Moraleja. Esta mansión tiene mucha historia, ya que antes perteneció, nada más y nada menos, que a Dimas Gimeno cuando ocupó la presidencia de El Corte Inglés. Hasta 2016 Vinícius no tuvo la más mínima comodidad. La casa era pequeña y solo disponía de dos habitaciones, una cocina y un baño en una de las zonas más pobres de Brasil. 

Vinícius en sus inicios en el fútbol sala en Brasil.

Vinícius junto a Cacau, su descubridor en La Escolinha Fla, la escuela de la cantera del Flamengo.

El futbolista y su padre, los dos llamados Vinícius, en un partido del Flamengo en Maracaná.

Parece muy lejos, pero ahí se despertaba Vinícius cada fin de semana hace tan solo 5 años. Eso sí, la vida del delantero cambió cuando entró en la Escolinha Fla con 10 años. Cacau, considerado el descubridor de Vinícius y director de la escuela del Flamengo, siempre confió en él. Incluso ayudó a la familia cuando más lo necesitó. Las carencias económicas no iban a ser un problema para que el pequeño brillara jugando ya con niños dos años mayores.

La épica familiar

Con su padre en São Paulo, fue su madre la que se sacrificaba cada día para llevar a Vinícius a los entrenamientos. Tres horas de viaje, horas de espera en el coche y días interminables que muchas veces comenzaban a las 6 de la mañana. Situación a la que puso solución su tío Ulysses cuando el futbolista tenía 14 años. Entonces, sus padres y su tío acordaron que viviera con él de lunes a viernes y volviera a São Gonçalo los fines de semana tras los partidos. 

Su padre trabajaba de instalador de Internet y su madre era la que lo llevaba durante horas a los entrenamientos

Ulysses vivía más cerca de la ciudad deportiva del Flamengo y hoy en día sigue siendo su sombra. Allá donde va Vinícius, está su tío y padrino. También a los 14 años firmó con Talento Football Management, la agencia de la que es socio Wagner Ribeiro, que fue agente de otros grandes jugadores brasileños como Robinho e intermediario en el salto de Neymar a Europa. Todos sabían ya que Vinícius era un diamante en bruto y que llegaría al fútbol profesional. 

Eso sucedió con 16 años y firmó su primer contrato. Entonces cumplió su promesa y volvió a juntar a toda la familia en Barra da Tijuca, una lujosa zona de Río. De las favelas de Porto do Rosa a una casa como la que siempre había soñado junto a sus padres y sus hermanos. Vinícius padre dejó el trabajo en São Paulo: el primogénito ya podía mantener a toda la familia. 

Precisamente, la estructura familiar ha sido una de las claves del éxito de Vinícius. La unión con sus padres, con su abuela Nilza a la que considera una segunda madre, con su tío Ulysses y sus hermanos fue la gran razón por la que logró llegar a la élite. Todos los sacrificios cobraron sentido el 13 de mayo de 2017 cuando debutó en Maracaná. Sus familiares estaban en la grada y lloraron mientras la hinchada del Flamengo coreaba el nombre de Vinícius. Había nacido una estrella. 

Nilza, abuela de Vinícius, y Vinícius senior, padre del futbolista, viendo fotos familiares.

El futbolista besa a su madre, Fernanda, cuando militaba en los juveniles del Flamengo.

Vinícius posa en una fiesta junto a sus padres, sus hermanos y sus sobrinos.

Antes de ello, de que diera su primer toque como jugador del primer equipo del Flamengo, ya se había comprometido con el Real Madrid. Su explosión en el Sudamericano sub17, donde fue MVP (mejor jugador del torneo) y máximo goleador, había llamado la atención de los grandes clubes europeos. Tenía propuestas de todos, pero la gran pelea fue entre Barcelona y Real Madrid.

"Papito, al Madrid"

Los padres de Vinícius conocieron unos meses antes ambas ciudades y fueron recibidos por los clubes. A su regreso, el joven solo tuvo dos días para decidir su futuro. "Vamos al mejor club del mundo. Real Madrid, papito". Ese fue el mensaje que mandó a su agente y con el que inclinó la balanza a favor del club blanco. Juni Calafat, jefe de ojeadores del Real Madrid, fue el responsable de su fichaje y viajó hasta diez veces a Río de Janeiro para verse con Vinícius.

Florentino Pérez pagó 45 millones por un futbolista que ni había debutado en la élite; hoy lo valoran en 100

La entidad presidida por Florentino Pérez pagó 45 millones de euros por un futbolista que ni había debutado en la élite, pero la apuesta merecía la pena. Calafat estaba convencido de que las condiciones de aquel chico le convertirían, no sin trabajo, en uno de los mejores jugadores del mundo. Ahora, solo con 21 años, Vinícius es una de las grandes estrellas emergentes del planeta fútbol y está valorado en 100 millones de euros según la web especializada Transfermarkt.  

André Cury, el hombre clave del FC Barcelona en la contratación de Neymar, se metió de lleno en las negociaciones para conseguir el fichaje de Vinícius. Sin embargo, el trabajo de Calafat dio sus frutos. El Real Madrid había cuidado hasta el más mínimo detalle para enamorar a un Vinícius que tenía a Ronaldo como uno de sus grandes ídolos. Precisamente, el ahora presidente del Valladolid y gran leyenda del fútbol fue el encargado de hacer de anfitrión en su presentación con el club blanco. 

Vinícius, entrenando junto a su preparador físico, Thiago Lobo.

En menos de un año, Vinícius pasó de dormir con su abuela en São Gonçalo a sentarse en el vestuario del club más laureado de Europa por 45 millones de euros. De 2016 a 2017 fue el año fantástico de Vini. El de su ascenso meteórico. Unos meses que cambiaron para siempre su vida y la de sus seres queridos, pero aún quedaba mucho trabajo por hacer. 

Llegó al Real Madrid al cumplir la mayoría de edad, ya que antes tuvo que permanecer en Brasil para no violar la normativa de la FIFA y para hacer realidad su sueño con el Flamengo. Su aterrizaje en la capital de España estuvo preparado al detalle por sus agentes de TFM, Frederico Pena y Lucas Mineiro. 

Doce personas con él

Vinícius se instaló en La Moraleja, en la que fuera casa de Dimas Gimeno, expresidente de El Corte Inglés, acompañado de sus familiares y de sus amigos de la infancia. Siempre hay alguien con Vini, nunca está solo. En esta espectacular mansión con gimnasio, piscina y todos los lujos viven ahora 12 personas. Entre ellas dos importantes personas en el día a día de la estrella madridista: su fisioterapeuta, Thiago Lobo, y su cocinero, Daniel Vera

Su fisioterapeuta, Thiago Lobo, fue el encargado de recuperarlo física y mentalmente tras su grave lesión ante el Ajax

Thiago Lobo fue el encargado de recuperar física y mentalmente a Vinícius tras su grave lesión ante el Ajax en los octavos de final de la Champions de 2019. Es el que exprime al máximo al futbolista para que dé su mejor versión. Se encarga de su descanso, de su comida, de sus ejercicios, de sus trabajos, de sus sesiones de masajes y también de escucharle cuando más lo necesita. 

Junto a Thiago Lobo es clave la presencia de dos de sus grandes amigos: Wesley y Menegate. Ellos son los que se encargan de que Vinícius se recupere mentalmente. Especialmente dura fue su etapa de sequía goleadora en el Real Madrid. Los que lo conocían, no dudaban: "Siempre ha marcado muchos goles, era el máximo goleador siempre". Solo necesitaba tiempo. Y confianza. Eso lo ha logrado con ayuda, trabajo mental y el apoyo de un técnico como Carlo Ancelotti

Vinícius junto a sus amigos en una visita a São Gonçalo, su localidad natal.

Su superioridad física en los partidos se fundamenta en su trabajo diario en casa. Vinícius sigue la misma rutina diaria en la capital de España: se levanta a las 8, va a Valdebebas, desayuna en la Ciudad Real Madrid, hace ejercicio en las instalaciones, se entrena a las órdenes de Ancelotti y vuelta a casa para comer cuando no lo hace en la ciudad deportiva y seguir entrenando. 

Si una de las claves del rendimiento de Cristiano Ronaldo era su obsesión por el trabajo y la preparación, Vinícius no se queda atrás. La nueva estrella blanca parece haber copiado el método del máximo goleador en la historia del club. Vini trabaja varias horas diarias junto a Thiago Lobo: recuperación, pesas, pruebas de velocidad y reflejos... Ya es uno de los mejores jugadores del mundo, pero quiere ser el mejor. 

Cuando juega al FIFA en la Play, siempre lo hace con el Real Madrid y con el Vinícius virtual de titular

Porque Vini sigue siendo el mismo chico que jugaba en las calles de São Gonçalo. Mantiene los pies en el suelo y la misma hambre que cuando despuntaba en la Escolinha Fla. Cuando no está entrenando, que suelen ser pocas horas al día, está escuchando música o jugando al FIFA en la Play. Siempre lo hace con el Real Madrid y con el Vinícius virtual de titular. También le gusta escuchar música latina y comprar ropa. De hecho, posee una gran colección de zapatillas deportivas en su casa. 

Un chico casero

Vinícius es un chico normal de 21 años y muy casero. Disfruta con los suyos. Sus padres se han encargado siempre de su educación e incluso de los días que podía salir y los que no, para que no se distrajera nunca del fútbol. Han intentado mantenerle en el camino correcto desde bien pequeño y, a la vista del resultado, han conseguido su objetivo. Vini se aleja del estereotipo de otros brasileños que tuvieron grandes cualidades, pero que se perdieron por el camino como Robinho o en las fiestas nocturnas como Ronaldinho o Neymar. 

A pesar de los lujos de los que puede disfrutar ahora, no se olvida de su São Gonçalo. De hecho, ha invertido cerca de 360.000 euros en el lanzamiento del Instituto Vinícius Jr., con el que intenta inculcar el deporte y educar a través de las nuevas tecnologías a los más jóvenes de su ciudad natal. Una labor que continuará en los próximos años con la creación de nuevos institutos por las zonas más pobres de Brasil. 

Vinícius y uno de los niños del Instituto Vini Jr. Instituto Vini Jr.

Volvió también a Porto do Rosa hace dos años para grabar el documental de Instagram TV Vini, For Real (del que proceden las imágenes de este reportaje). Allí, donde jugaba descalzo no hace tantos años, disfrutó volando una cometa juntos a sus amigos de toda la vida. Ese es el Vinícius que sigue brillando cuando los focos de los estadios se apagan. El menino de São Gonçalo que se ha convertido en un referente para todos aquellos niños que sueñan con ser futbolistas profesionales y abandonar las favelas. 

Dicen que nunca hay que olvidar de dónde vienes para saber a dónde vas. El futuro de Vinícius Jr. solo el destino y el propio futbolista lo saben, pero su presente es ya el de una gran estrella. El imperio económico VJR se compone de, además del Instituto, de un family office para gestionar sus inversiones y de 40 trabajadores, 12 de ellos de forma exclusiva. El brasileño cuenta con el apoyo de TFM, su agencia de representación, para la asesoría legal, financiera y comunicativa. 

Ocho millones y más

La Vinícius SL se sustenta de su sueldo en el Real Madrid, alrededor de 8 millones de euros brutos al año, más los jugosos contratos publicitarios que ha firmado. Actualmente, una parte de sus derechos de imagen van al club blanco, condición que pone Florentino Pérez a todas las grandes estrellas que firman por la entidad, pero el futbolista aumentará su salario cuando renueve. De hecho, ya ha dejado caer que quiere seguir vestido de blanco más allá de 2024 cuando finalice su contrato y el Real Madrid quiere blindarlo para que forme la delantera del futuro junto a Kylian Mbappé y Erling Haaland. El fichaje del francés ya está cerrado y el noruego decidirá en las próximas semanas. 

Vinícius se señala el escudo del Real Madrid tras su gol al FC Barcelona en la Supercopa. REAL MADRID

Nike, Dolce & Gabanna, Gaga Milano y EA Sports son sus patrocinadores. Su caché subirá tras su gran temporada

Nike, Dolce & Gabanna, Gaga Milano y EA Sports son los patrocinadores actuales con los que cuenta Vinícius Jr. Las grandes marcas ya pelean por la estrella del Real Madrid y tras su gran temporada acumula 17 goles entre todas las competiciones su caché aumentará. Sus 15 millones de seguidores en Instagram, sus 10 millones en Facebook, sus 2 millones en Twitter y su 1,5 millones en YouTube también le dan unos suculentos beneficios anuales. La Vinícius SL, bajo el nombre de VJR, no para de crecer.  

Una carrera meteórica que tendrá en El Clásico contra el Barcelona un nuevo capítulo. En el último disputado en el Santiago Bernabeú con público, allá por el 1 de marzo de 2020, Vinícius decidió con un gol. Fue su primer gran momento con el Real Madrid. Ahora, ya es la estrella del equipo junto a Karim Benzema. El menino de São Gonçalo que vivía entre favelas y disparos por el narcotráfico enamora con regates, pases y goles en el club más importante del mundo. Vinícius sigue con dedicación y meticulosidad el himno del Real Madrid. Historia que tú hiciste, historia por hacer. 

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