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Para entender el pionero y revolucionario estudio del doctor Francisco José García (Asturias, 1957) basta con pensar en un jarrón chino. Al mínimo golpe, la delicada pieza terminará rota en mil pedazos. Lo mismo ocurre, explica el médico e investigador, si una persona es frágil: cualquier pequeña complicación puede llevarle a ser dependiente, a sufrir una enfermedad neurodegenerativa como el alzhéimer, o directamente, a la muerte. Sobre todo, pasados los 65 años.
En medicina, la fragilidad es un síndrome biológico asociado a la edad que disminuye la capacidad de resiliencia de quienes lo padecen y con ello, su capacidad de recuperación. De sobrevivir a un accidente o a una infección. Se trata de un concepto tan clave que permite calcular cuántos años puede vivir de forma saludable una persona. El cálculo es sencillo: a más fragilidad, menos longevidad.
El doctor García, jefe del Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Toledo, y su equipo llevan dos décadas midiendo la fragilidad a través del Estudio Toledo Envejecimiento Saludable -ETES, por sus siglas- junto a la Universidad de Castilla-La Mancha. Lo hacen con una escala que va del 0 al 50. En el 0 los robustos, a partir de 25 frágil y con 50 puntos fragilidad extrema. Pero, ¿cómo se barema? Y, sobre todo, ¿para qué? Entre las respuestas, que conoceremos en este reportaje, una buena noticia: la fragilidad se puede revertir y con ello, retardar e incluso evitar enfermedades degenerativas como el tan temido alzhéimer.
El doctor García codirige junto a Leocadio Rodríguez Mañas, su homólogo en el hospital Universitario de Getafe, el ETES. El trabajo se realiza en colaboración con la facultad de Ciencias del Deporte de la UCLM- Universidad de Castilla-La Mancha. Porque el deporte juega, como la nutrición, un papel clave a la hora de revertir la fragilidad.
Se trata del mayor estudio científico realizado sobre este tema, en el que España es pionera en el mundo, con el Observatorio de Toledo a la cabeza. Por él han pasado ya más de 2.500 personas de 55 a 100 años y entre sus puntos fuertes destaca, precisamente, que se desarrolle junto a investigadores de Ciencias del Deporte. El macroestudio indaga en la fragilidad como principal causa de muchas de las complicaciones que aparecen a partir de los 65 años y cómo hacer más deporte y adquirir una mayor masa muscular puede evitarlas.
En este sentido, a la hora de hablar de Fragilidad con mayúscula, todas las etapas de la vida son clave. Desde la infancia a la adolescencia y la madurez. Todo influye a la hora de prevenirla, explican los investigadores. Por eso, el término se perfila como un concepto esencial en medicina.
Recorrido en Toledo
EL ESPAÑOL | Porfolio ha recorrido las instalaciones universitarias de la investigación en el Campus de la Fábrica de Armas de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha y se ha sometido a algunas de las pruebas clave para medir la fuerza física y, por tanto, la fragilidad.
Pero ¿qué es realmente la fragilidad? Lo primero, al diccionario. En el de la Real Academia Española se define frágil, en su segunda acepción, como "débil, que puede deteriorarse con facilidad". Se aporta un ejemplo de su uso: "Tiene una salud frágil". La frase es tan antigua como genérica, pero encaja como anillo al dedo al hablar del macroestudio de Toledo. Le preguntamos a Francisco José García.
Pregunta.- Doctor, ¿cómo se define la fragilidad?
Respuesta.- Es más difícil definirla que verla. La reconoces cuando ves una persona frágil, cuando tienes a alguien que se mueve de forma lenta, que ha disminuido su actividad, que ha perdido masa muscular. Ahora bien, decir que alguien es frágil es algo intuitivo. Aquí nadie le ponía el cascabel al gato. Lo hizo, en 2001, Linda Fried, de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, estableciendo los cinco criterios básicos para medir la fragilidad.
P.- ¿Cuáles son?
R.- Básicamente, la fuerza de la mano dominante, la velocidad de la marcha, el equilibrio, el ejercicio que se hace diariamente a partir de los 65 años y la masa corporal.
El estudio ETES tiene muy en cuenta estos cinco puntos, pero, a la vez, ha desarrollado sus propios ensayos, combinando equipamiento médico y deportivo. Los participantes se someten a pruebas que se realizan en diferentes días, de fuerza y resistencia, pero también a resonancias, análisis de sangre, así como al seguimiento de sus hábitos diarios. El estudio incluye, por ejemplo, visitas en sus casas para conocer detalles del día a día.
Más de 2.500 personas, unas 250 al año, han sido analizadas minuciosamente, con exhaustivos seguimientos, para conocer mejor cómo afecta la fragilidad al envejecimiento. "La cantidad de personas analizadas es totalmente revolucionaria, nadie había hecho un estudio de tal magnitud, con tanta complejidad, se trata del primer estudio poblacional: se ha tomado a la ciudadanía de Toledo para estudiarla", señala, con orgullo, el doctor García.
De hecho, el ETES no es solo un estudio, sino "un conglomerado de estudios que sirve para contrastar biomarcadores". Hasta el momento se ha estudiado a personas de 50 a 100 años en diferentes fases. "Ahora estamos centrados en el intervalo de mediana edad: de 50 a 55 años, diferenciando entre obesos, sedentarios y físicamente activos, para averiguar cuál es la relación entre la fragilidad y el envejecimiento vascular y las alteraciones cognitivas".
En el estudio diferencian entre obesos, sedentarios y físicamente activos para averiguar la relación con la fragilidad
"Nos importa mucho el alzhéimer, como todas las enfermedades que producen una discapacidad", explica el doctor García. Porque el objetivo, en una sociedad como la española donde la esperanza de vida supera los 85 años, debe ser vivir bien todos los años posibles. Su afán es saber cómo: "¿Cuáles son los factores que hacen que a los 80 años no seas dependiente?".
El doctor tiene ejemplos cercanos: "Mi madre tiene 88 años. Sufrió un infarto de miocardio hace unos años: vive sola y sale a la calle todos los días. Eso es lo que me interesa. Personas que a su edad tienen una vida autónoma". Lo repetirá una y otra vez a lo largo de nuestra visita. Lo lleva en el nombre de su estudio: envejecimiento saludable.
Para envejecer de la mejor forma, explica el doctor, nada mejor que mantener a raya la fragilidad. Evitarla permite retardar dependencias e incluso afecciones como demencias, aunque la partida se juegue con las cartas marcadas por la genética. "Lo genético es el 25%, la fragilidad explica el 50% del deterioro cognitivo", apostilla. El doble. La parte buena, como anunciábamos al principio de este reportaje, es que, si bien la genética no se puede cambiar, la fragilidad sí. Sin necesidad de tratamientos carísimos ni invasivos.
"El deporte es la 'polipíldora': reduce en un 30% la aparición de cáncer y demencias, hasta un 40% la depresión..."
Lo tiene claro el doctor y lo tiene clarísimo Luis Alegre, catedrático y doctor en Ciencias del Deporte e investigador en el Estudio Toledo. "Cuando haces actividad física, activas los músculos y activas el cerebro. Cuando no haces actividad física, el funcionamiento cerebral no es el óptimo", recuerda. "El deporte es la polipíldora: reduce en un 30% la aparición de cáncer y demencias, hasta un 40% la depresión…" Lo confirma el doctor García: "Es así, el ejercicio es la mejor vacuna contra el alzhéimer. Ayuda incluso a que, si va a aparecer, lo haga más tarde: el ejercicio físico incrementa el crecimiento neuronal, aumenta la plasticidad neuronal".
Su propia medicina
El doctor García se ha aplicado su propia medicina. Hace unos años sufrió un pequeño infarto de miocardio, recuerda. "Antes hacía algo de ejercicio, pero digamos que de forma fluctuante y además estaba más rellenito. Ahora corro unos 20-25 kilómetros a la semana, entre 5 y 8 kilómetros en cada carrera. Puede chocar que tras un pequeño infarto haga actividad física. Pero, siguiendo las recomendaciones de mi cardiólogo y de los expertos de Ciencias del Deporte, me encuentro mucho mejor y minimizo mi riesgo".
A sus 64 años y cubierto el corpore sano, su mens está ocupada en la investigación. No tiene planes de dejarla. "En cuatro o cinco años, estaremos en situación para poder a estudiar a gente más joven e indagar qué influye en el desarrollo de la fragilidad", desvela.
De momento, tras más de 20 años de estudios, el estudio ya maneja una conclusión clara: el 25% de los mayores de 65 años son frágiles. Un dato más que relevante, cuando este aspecto es uno de los que más influye a la hora de hablar de riesgo de mortalidad, hospitalización, enfermedades vasculares, demencias y cáncer.
Prueba de esfuerzo
Los diferentes equipos y la maquinaria de la que dispone el ETES está preparada para todas las edades, así que accedemos a hacer una de las pruebas de esfuerzo.
Estamos en uno de los despachos destinados a la investigación. Miguel es doctorando y forma parte del programa en el que hay más de 20 investigadores: se encarga de las mediciones.
Para subirme a la bicicleta, primero el electro. ¿Cuánto va a durar? Tengo que ir al máximo, así podrán medir parámetros de fortaleza física. Llevo los cables del electro, una máscara que mide el oxígeno que uso y un casco que mide la actividad arterial de mi cerebro. La bicicleta cada vez ofrece más resistencia. Dado que estoy por debajo de los 50 años, quiero dejar el pabellón alto. Lo consigo no sin esfuerzo. Pero, me cuenta el doctor García, a quienes sus compañeros llaman Franjo, no todo el mundo lo supera. "A veces nos encontramos con gente que no sabe que tiene algún tipo de problema que ellos mismos desconocían", explica.
Además de sus sistemas de medición en la Universidad, los investigadores han desarrollado una aplicación que cualquiera puede descargarse el móvil. Se llama Power Frail. Incluye una de las pruebas estrella del programa: medir la potencia muscular en personas mayores. Sentarse y levantarse de una silla. La sencilla prueba es el mix perfecto entre la Geriatría y las Ciencias del Deporte. El tiempo que te lleve hacerlo 30 veces puede ayudar a determinar en qué estado físico te encuentras. Se encarga de ella el investigador Iván Baltasar.
"La fragilidad tiene un tratamiento muy eficaz que no está establecido de forma sistémica en el sistema de salud", explica el doctor García. Aunque asegura que el Ministerio de Sanidad está planificando hacer cribados en Atención Primaria. Es decir, empezar a medir la fragilidad tal y como ellos hacen en su estudio y también en su hospital.
"La fragilidad tiene un tratamiento muy eficaz que no está establecido de forma sistémica en el sistema de salud"
El Hospital Virgen del Valle de Toledo hace ocho años que cuenta con una Unidad de Fragilidad. Fueron pioneros en ello como "fruto del desarrollo del estudio", explica el doctor. La unidad hospitalaria se retroalimenta con la investigación, con lo que los pacientes tienen acceso también a los avances de colaboradores del ETES como son la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes) y el grupo de Investigación Genud Toledo –Crecimiento, Ejercicio, Nutrición y Desarrollo, por sus siglas en inglés–, que dirigen los catedráticos de Ciencias del Deporte Luis Alegre e Ignacio Ara.
El tratamiento
Tanto las instalaciones del estudio como la unidad hospitalaria reciben visitas de todo el mundo, sobre todo de países latinoamericanos y de otros hospitales españoles, para conocer qué hacen.
P.- Pero ¿cómo se trata la fragilidad?
R.- Por lo general, con ejercicio físico. Así preparamos, por ejemplo, a pacientes que están muy frágiles antes de someterse a una intervención quirúrgica, para que ésta no les deje KO. Una operación es un estrés muy importante y si la persona está frágil puede sufrir mucho más. Un paciente hospitalizado puede perder entre un 1% y un 3% de masa muscular al día, así que en 10 días puede perder un 20% de masa muscular. Eso convierte una operación en algo tormentoso. La fragilidad es la antesala de la discapacidad, pero es reversible. La actividad física ayuda a revertir esa situación.
"Un paciente hospitalizado puede perder en 10 días un 20% de masa muscular; la actividad física ayuda a revertirlo"
P.- ¿Qué tipo de ejercicio?
R.- Lo diseñamos para cada paciente. Por lo general, ejercicio de fuerza y potencia y algo de aeróbico. A la octava sesión, ya vemos mejorías muy notables. La respuesta es brutal. Continuamos normalmente hasta 14 o 16 sesiones y luego les recomendamos que lo sigan haciendo en casa.
P.- ¿Y le hacen caso, doctor?
R.- Por lo general, la propia actividad diaria ayuda. Ahora, si vas a casa y sigues en el sillón… Pero la respuesta de la gente es muy buena. No hay nada peor que sentir que no puedes hacer las cosas, es fundamental sentirse activo. El tratamiento de la fragilidad es una de las grandes sorpresas que nos hemos llevado los geriatras: cuando entrenas a una persona frágil, ves que la puedes sacar de esa fragilidad y la empoderas. Sí, empoderas a las personas mayores. La gente que llega bien, llega muy bien.
Hay orgullo en sus palabras. Sabe que su trabajo está ayudando a evitar que los mayores se conviertan en ese jarrón chino que un solo golpe puede hacer añicos, porque entonces, insiste el gran sabio de la Fragilidad, "sí sería difícil volver a colocar todos los trozos en su sitio".
Mida su fragilidad en casa
La aplicación de móvil llamada Power Frail sirve también para evaluar la fragilidad con las cinco pruebas clave:
1. Cálculo del IMC (Índice de Masa Corporal) introduciendo edad, altura y el peso.
2. Equilibrio. Tres son las pruebas que plantea la APP. Mantenerse 10 segundos con los pies juntos. Mantener los pies en semi tándem -el talón de un pie a la altura del dedo gordo del otro- durante 10 segundos. Mantener los pies en tándem completo -un pie completamente delante del otro, tocando talón del pie delantero con la punta del pie trasero- hasta un máximo de 10 segundos.
3. Cálculo de la fuerza manual. (Necesitará un dinanómetro).
4. Velocidad de la marcha. Hay que introducir el tiempo utilizado para caminar tres metros a ritmo normal.
5. Cuestionario PASE. Se trata de un cuestionario sobre la actividad diaria que realiza el sujeto. Desde el tiempo que dedica a andar, a hacer deporte ligero y moderado. Se incluyen también cuestiones sobre el trabajo doméstico que se realiza, teniendo en cuenta reparaciones, jardinería.
Al introducir todos los parámetros se obtiene una puntación final de acuerdo con el baremo de medición del programa: del 0 al 50, siendo 0 el estado de fortaleza y 50 el máximo de fragilidad. A partir de 25, igual que a los pacientes, se les recomienda una valoración geriátrica integral.