5 febrero, 2023 02:24

El presidente del GobiernoPedro Sánchez, sobrevoló los 14 kilómetros que separan España de Marruecos camino de la esperada XII Reunión de Alto Nivel (RAN). Recorrió el Estrecho sabiendo que el rey Mohamed VI no le recibiría en la audiencia final. Su majestad se lo comunicó por teléfono, justo antes del viaje.

En los dos escasos días de encuentro en Rabat, a pesar de todo, afloró un pacto entre caballeros: Sánchez y el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, determinaron ejercer "el respeto mutuo" para evitar "lo que ofende" a ambas soberanías.

Este compromiso reinó en la cumbre. Se obviaron en consecuencia las materias que habitualmente originan tensión, las clásicas reivindicaciones jurisdiccionales de Marruecos acerca de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias. En España, varios miembros del Gobierno han declarado con contundencia y en reiteradas ocasiones que Ceuta y Melilla son españolas, mas en Rabat impera el silencio.

[Sánchez remarca en la RAN el "compromiso mutuo de no ofenderse en el ámbito de la soberanía"

Curiosamente, Sánchez habló de "respeto" unas horas después de ser plantado por el rey Mohamed VI. El monarca alauita lo emplazó telefónicamente a una próxima visita oficial donde realmente se podrá avanzar, ya que del centenar de acuerdos que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, presumió se firmarían con Marruecos se han quedado en menos de veinte.

Sánchez se convirtía así en el único mandatario español al que el monarca marroquí no otorgó audiencia desde que comenzaron las RAN hace tres décadas. Hassan II y Mohamed VI acogieron a Felipe González (Rabat, 1996), José María Aznar (Rabat, 1998 y Marrakech, 2003), José Luis Rodríguez Zapatero (Rabat, 2007) y Mariano Rajoy (Rabat 2012).

"Haciendo Pedro Sánchez más caso a Marruecos que nadie, con el cambio en la postura sobre el Sáhara, es al que menos caso le han hecho en Rabat. Ese es uno de los errores que está cometiendo en política exterior: no utilizar el papel y el respeto que el rey español tiene en muchos países, como Marruecos y también a nivel América, para obtener ventajas para España. Si el rey te va a abrir puertas, utilízalo”, considera el ex ministro y eurodiputado del Partido Popular José Manuel García-Margallo en una entrevista telefónica con EL ESPAÑOL | Porfolio.

García-Margallo participó como ministro de Asuntos Exteriores en las dos anteriores cumbres, en Rabat en 2012 y en Madrid en 2015. Conocedor de los mecanismos de esta reunión, estima que "como en la vida, en las relaciones exteriores, cuando te ven débil te ningunean. Cuando cedes a una presión, saben que eres un personaje extraordinariamente débil y que no hay que hacer ninguna demostración de afecto. El que presiona y hace que el otro doble, al final lo que hace es despreciar al que ha doblado".

Como en la vida, en las relaciones exteriores, cuando te ven débil te ningunean

José Manuel García-Margallo, exministro de exteriores

Como colofón a la RAN, Sánchez y Akhannouch rubricaron la habitual Declaración Conjunta en el marco del Acuerdo de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, pero sin perder de vista la otra e importante Declaración Conjunta del 7 de abril de 2022.

Aquella es una fecha histórica. Ambos Estados enterraron el hacha de guerra gracias al reconocimiento previo del plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental por parte de Pedro Sánchez. Fue una decisión de Estado sin el beneplácito de los socios de coalición, Unidas Podemos, y con la oposición de las Cortes.

"Cuando Sánchez iba a viajar a Rabat a explicar el cambio del Sáhara, Aitor Esteban, el portavoz del PNV, le increpó para que no se olvidase de decirle al rey Mohamed VI que detrás de esta declaración tiene exclusivamente a los diputados del PSOE, 89 de 350. No tenía ni siquiera a Unidas Podemos y ninguno del resto de los partidos políticos", recuerda García-Margallo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visita el Mausoleo de Mohamed V en Rabat, Marruecos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visita el Mausoleo de Mohamed V en Rabat, Marruecos. EFE

Casi un año después, Sánchez sigue sin esclarecer en las Cortes el cambio respecto al Sáhara Occidental. "Esto es ningunear la democracia parlamentaria”, a vista de García-Margallo.

En definitiva, esta cumbre ha servido para, "por una parte, revisar los objetivos de la hoja de ruta y los resultados satisfactorios obtenidos; y por otra, renovar la determinación de los dos países para actuar de manera conjunta”, según destaca el punto 2 de la Declaración Conjunta.

Declaración conjunta

Este documento aglutina 74 puntos divididos en cuatro apartados: gobernanza de la asociación bilateral, dimensión diplomática-estratégica, dimensión económica y dimensión cultural. Los dos últimos son los más extensos y los más factibles de culminar porque benefician a Marruecos y no comprometen asuntos soberanos.

El trato al que llegaron el 2 de febrero consta de 19 acuerdos y un protocolo financiero de 800 millones de euros de inversión en Marruecos, doblando la cuantía del actual. Los convenios estrella son los empresariales sobre inversiones en diferentes sectores, algunos de ellos hasta ahora en manos de los franceses; y los relacionados con la educación.

"En Marruecos, en todos los proyectos de hidrógeno verde y de energías renovables, están valorando y dando facilidades a las empresas españolas para llevarse el desarrollo por delante de las francesas", detalló a EL ESPAÑOL | Porfolio Jaume Reverter, un empresario catalán afincado en Rabat desde hace una década.

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España se convirtió en el primer socio comercial de Marruecos en 2012, por delante de Francia. No obstante, las licitaciones de empresas galas en el país vecino son superiores. Actualmente, con el distanciamiento de Mohamed VI y Emmanuel Macron, las empresas españolas pueden adquirir ventaja.

Marruecos y Francia están enfrentados por el espionaje con Pegasus al presidente Emmanuel Macron y, recientemente, por la resolución de urgencia del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos en Marruecos. Rabat sospecha que detrás de la misma está detrás París.

Más allá de los intercambios comerciales alcanzados, España aprovecha la crisis con Francia para extender la alianza economía a sectores estratégicos como la energía, los transportes, el medio ambiente o las infraestructuras. Una oportunidad para beneficiarse de una parte de los 45.000 millones que Marruecos invertirá en desarrollo y modernización hasta 2050.

Aziz Janouch, primer ministro marroquí, saluda a Marlaska y a Albares, en presencia del presidente Pedro Sánchez.

Aziz Janouch, primer ministro marroquí, saluda a Marlaska y a Albares, en presencia del presidente Pedro Sánchez. Moncloa

Soberanía de Ceuta y Melilla

Sin embargo, al profundizar en la Declaración, es evidente que cuestiones fundamentales para España se han quedado en el tintero, sin concretar. También, se echan en falta asuntos bilaterales imprescindibles.

La primera desigualdad afecta a la esfera de la soberanía. No se reconoce la españolidad de Ceuta y Melilla, pero sí se incluye la soberanía española sobre el Sáhara Occidental. Por lo tanto, se omite una declaración de soberanía de las ciudades de Ceuta y Melilla por parte de Marruecos.

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En el punto 8, que se refiere al Sáhara Occidental, consta que "España reitera la posición expresada en la Declaración Conjunta adoptada el 7 de abril de 2022, con motivo del encuentro entre el rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez".

En esta materia surge la disparidad porque Rabat no ha entregado ningún documento por escrito de su renuncia a las reivindicaciones históricas sobre Ceuta y Melilla.

Sin aduanas comerciales

Con la misma intención de no molestar, se pasa de puntillas lo relativo a las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, a pesar de que no es nada nuevo. "En la apertura de las comunicaciones por tierra y libre circulación de mercancías no hay ninguna concesión de Marruecos, porque hay un acuerdo de asociación entre Marruecos y la Unión Europea, y Ceuta y Melilla son territorio de la UE, fronteras europeas. Se lo estaban saltando, y lo que han dicho ahora es que van a cumplir sus obligaciones”, aclara el eurodiputado y ex ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo.

Margallo, sentado en el escaño que utilizó el 23-F.

Margallo, sentado en el escaño que utilizó el 23-F. Silvia P. Cabeza

En ese Acuerdo de Asociación del año 2000 reza que "la Comunidad y Marruecos crearán gradualmente una zona de libre comercio en el transcurso de un periodo de transición de doce años como máximo a partir de la entrada en vigor del presente Acuerdo".

Respecto a "una zona de bienestar común", explica García-Margallo, "es lo que hizo Gibraltar para renunciar a la reivindicación de la soberanía". Además, añade que "intentar inducir que, porque se haya hablado de libre circulación entre Ceuta y Melilla y el territorio marroquí, hay un reconocimiento de la soberanía española es simplemente falso. Tenemos el ejemplo en Gibraltar o en Kosovo con Serbia. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, pero hay circulación de personas y mercancías”.

El eurodiputado tiene claro que Marruecos nunca va a reconocer la soberanía española de Ceuta y Melilla. “Eso se defiende mostrando fortaleza y determinación. Y cuanta más debilidad muestras, más indefensas están Ceuta y Melilla. En todo caso, no creo que Marruecos haga ninguna declaración antes de las elecciones”.

En la Declaración de la RAN, únicamente el punto 42 trata este aspecto, tan esperado por los empresarios de las ciudades autónomas. "Las dos partes reiteran su compromiso con la plena normalización de la circulación de personas y mercancías de manera ordenada, incluyendo los dispositivos adecuados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”, dice la Declaración sin mencionar las ciudades españolas.

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En Melilla no entienden las razones por las que se tiene que reabrir la aduana comercial “de forma ordenada y progresiva”, como consta en la Declaración Conjunta, "cuando nuestra aduana ha venido funcionando a la perfección en los últimos años sin que hayan cambiado las necesidades para el control y el paso de mercancías documentadas a través de ella", mantienen los empresarios de la ciudad autónoma.

A pesar de la insistencia de Exteriores, no hay aduanas comerciales, solo un calendario de pruebas presentado por España tras realizar una prueba piloto con dos furgonetas el 27 de enero. El trato es "continuar esta serie de pruebas según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad". Esto ha despertado la indignación de los empresarios en Ceuta y Melilla, cansados de falsas esperanzas.

En sus inicios, esa aduana fue creada a petición de Marruecos. Sin embargo, hace más de cuatro años y medio fue bloqueada sin ninguna reacción diplomática de España. Por el momento, los empresarios melillenses han decidido no reunirse con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, hasta que se reabra la aduana.

Sabrina Moh, delegada del Gobierno de Melilla, conversa con miembros de la Policía Local.

Sabrina Moh, delegada del Gobierno de Melilla, conversa con miembros de la Policía Local.

En concreto, desde 2010 hasta su cierre en 2018, se registraron 36.000 expediciones comerciales de exportación y 45.000 de importación, según los datos de la Dependencia Provincial de Aduanas e II.EE. de Melilla.

En el punto anterior, se alude a la frontera inteligente, cuya implantación el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, retrasó hasta finales de 2023. "Teniendo en cuenta las lecciones aprendidas de la pandemia COVID-19, España y Marruecos se comprometen a poner en marcha una gestión moderna de los controles fronterizos”, expone la Declaración.

Se elude Canarias

Asimismo, se excluye por completo la negociación sobre las delimitaciones de las aguas en la fachada atlántica que afecta a las Islas Canarias. Tampoco se considera la gestión del espacio aéreo. De hecho, sobre Canarias no se sabe nada. Ningún representante del archipiélago estuvo presente en la cumbre.

El presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, viajará del 16 al 21 de febrero al país vecino acompañado de un grupo de empresarios, según ha podido saber EL ESPAÑOL | Porfolio.

No habían pasado 24 horas del término de la RAN cuando el senador de Coalición Canaria (CC) Fernando Clavijo pidió la comparecencia urgente de Pedro Sánchez y de José Manuel Albares en el Senado. Solicitaba que rindieran cuentas de los acuerdos con Marruecos ante una RAN que eludió los intereses de Canarias.

Fernando Clavijo.

Fernando Clavijo. Efe

"Nos preocupa que en la Declaración firmada en la reunión bilateral de Rabat haya desaparecido cualquier referencia a la delimitación de los espacios marítimos", sostiene Clavijo en un comunicado de prensa. Los Gobiernos se han limitado a felicitarse mutuamente sobre el avance en las reuniones, "pero seguimos sin saber nada sobre las leyes unilaterales que está impulsando Marruecos para apropiarse del mar que pertenece al Sáhara Occidental, ni tampoco sobre la definición de las fronteras marítimas con Canarias", mantiene el senador nacionalista.

Lo cierto es que no se menciona el archipiélago en las 12 páginas de Declaración, a pesar de que un grupo mixto trabaja desde el mes de junio en la delimitación de los espacios marítimos en la fachada atlántica. Precisamente, el Gobierno alardeó de que se habían reactivado las negociaciones para delimitar la mediana después de 15 años.

Clavijo tacha de "oscurantismo" la falta de información al respecto. "Queremos tener toda la información de los acuerdos impulsados en Rabat por diferentes departamentos y el impacto que podrían tener esos acuerdos en las islas", incide. "Es inconcebible que el PSOE consolide su traición al Sáhara y prefiera someter a la disciplina marroquí la defensa de los intereses canarios".

Seguimos sin saber nada sobre las leyes unilaterales que está impulsando Marruecos para apropiarse del mar que pertenece al Sáhara Occidental

Fernando Clavijo, senador de Coalición Canaria

Otra materia bilateral que concierne a Ceuta, Melilla y Canarias es la migración. Fernando Grande-Marlaska no firmó ningún acuerdo con su homólogo, Abdelouafi Laftit, por lo que Marruecos sigue sin comprometerse con la devolución de migrantes irregulares. Esta era una apuesta que el Gobierno español llevaba en la agenda tras la tragedia del 24 de junio en Melilla y que no se consensuó en Rabat.

Esta responsabilidad solo queda plasmada entre las buenas intenciones de la Declaración conjunta, en la que ambos países se comprometen a "intensificar su cooperación en el ámbito de la lucha contra la migración irregular, el control de fronteras, la lucha contra las redes y la readmisión de migrantes en situación irregular".

Protección ante la UE

A su vez, Marruecos le encomendó deberes a España. Por encima de los intereses de ambos Estados, España queda encargada de tender la mano para mejorar las relaciones Marruecos-Unión Europea (UE).

De esta manera, Marruecos gana un aliado para mediar en Europa, donde el Parlamento Europeo acaba de firmar una resolución en su contra por la falta de derechos humanos. Se investiga el escándalo Marruecosgate y además queda pendiente la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que considera que no puede comercializar con los productos del Sáhara Occidental sin consultar a sus habitantes.

Hasta tres puntos de la Declaración se centran en las relaciones de Marruecos y la UE. El apartado 5 señala que Marruecos destaca la importancia que concede a la presidencia española del Consejo de la UE durante el segundo semestre de 2023, en particular "para la profundización de las relaciones privilegiadas de Marruecos con la UE y para el fortalecimiento de las relaciones euromediterráneas, euroárabes y euroafricanas".

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En el punto 10, se acuerda que España y Marruecos seguirán colaborando estrechamente para desarrollar la cooperación entre el Consejo de Europa y Marruecos, "con el objetivo central de acercar las normas marroquíes a las normas europeas en todos los ámbitos".

En el 16, los dos Gobiernos subrayan su "compromiso con la preservación y consolidación de la relación Marruecos-UE". Subrayan su deseo de seguir desarrollando el Estatuto Avanzado con la UE, y miran al próximo Consejo de Asociación como una oportunidad importante en este sentido.

En definitiva, de la RAN se concluyen muchos compromisos y pocos acuerdos. Como titula Telquel, la revista más independiente en el país magrebí, "Marruecos-España, más de Conquista, más de Reconquista, una asociación de igual a igual".

A partir de aquí, a los grupos mixtos de trabajo les toca negociar con la mirada puesta en la invitación de Mohamed VI a una visita oficial próximamente de Pedro Sánchez, donde se rubricará de nuevo el apoyo a la autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental y, como se dice en el país vecino “inchallah” (si Dios quiere), los temas que interesan a España.