Cinco semanas. Es el tiempo que le queda a la princesa de Asturias en la Academia General Militar de Zaragoza para terminar el curso. Entró como cadete y saldrá como alférez. Fue ella misma la que destacó ese dato cuando la capital aragonesa le rindió, el pasado martes, un homenaje a modo de despedida de estos diez meses que, sin duda, han sido inolvidables para Leonor. En esta ciudad, la heredera al trono de España ha dado sus primeros pasos en la vida militar; una trayectoria que acaba de empezar y de la que ya no se va a desligar nunca. Sin ir más lejos, el otro día la hija de los reyes recibió la medalla de las Cortes y la de Aragón y fue distinguida como hija adoptiva de la ciudad.
En respuesta, la joven expresó su gratitud hacia el pueblo aragonés, al que dedicó unas cariñosas palabras. "Soy una maña más", aseguró. "Debe ser así, ya que esta expresión no estaba en su discurso, no lo leyó. Fue una improvisación suya. Está claro que su madre le ha enseñado bien, porque sabemos que lo del rey no es improvisar", confiesa a EL ESPAÑOL | Porfolio, entre risas, una fuente cercana a la Zarzuela.
Leonor vestía el uniforme del Ejército de Tierra pensado para los eventos especiales. Lo adornó con la Venera del Toisón de Oro que llevaba colgado del cuello con un lazo rojo y la insignia de Carlos III, aquella placa blanca y azul que llevaba prendida a la izquierda de su pecho, justo encima del rectándulo negro en el que pone su nombre: Borbón Ortiz. En su primer acto como Princesa mayor de edad no estuvo sola: aunque no estuvieran los reyes –algo poco habitual– hasta allí sí se desplazaron tres de los mandos más importantes de la Casa Real: el recién nombrado jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino; el director de relaciones con los medios de comunicación, Jordi Gutiérrez; y el jefe de protocolo, Francisco Lizaur.
La princesa cierra así una etapa en la Academia, aunque todavía le quedan dos semanas más de maniobras. Concretamente, del 25 de mayo y al 7 de junio. A ellas acudirá junto a sus compañeros al campo de San Gregorio, Zaragoza, y terminarán en Soria. Todos los alumnos del centro, desde primero hasta cuarto, participarán en estos ejercicios militares centrados en estrategias de guerrilla, y por eso Leonor no ha celebrado con sus padres el Día de las Fuerzas Armadas, que este año ha tenido lugar en Oviedo. La hija mayor de Felipe VI no disfrutará de sus vacaciones hasta el 3 de julio.
Mucho ha cambiado esta joven que entró en la Academia en agosto de 2023, con inquietud y muchos nervios, y que hoy sale mayor de edad y convertida en alférez. Ha sido un curso en el que ha recibido una completa instrucción militar para formarla como soldado de infantería, con un itinerario adaptado y habiendo adquirido todos los conocimientos necesarios para convertirse en jefa del Ejército: clases teóricas, prácticas y maniobras militares, tanto en el campo de San Gregorio como en Toledo o en las escuela de montaña del Pirineo.
"Entra de una forma y sale de otra, salta a la vista", señala la misma fuente a este diario. "No ha sido un camino de rosas. Lo han pasado mal en varias ocasiones, pero si le preguntas ella misma te dirá que ha merecido la pena. Cuando llegó en agosto, a pesar de los esfuerzos de sus padres por hacer de ella una joven 'normal', la princesa vivía en una burbuja, venía directamente del internado de Gales, donde hizo uno de los bachilleratos más caros del mundo, con estudiantes de todo el planeta, y no había pasado nunca dificultades".
En la Academia ha tenido frío, ha sentido la necesidad de pedir ayuda a los compañeros o a los superiores, señala la misma fuente. "Ha dormido poco, ha sentido el cansancio físico y mental. Se puede decir que se ha curtido durante estos meses. Mucho". No han sido meses fáciles para Leonor. Acostumbrarse el régimen militar, al día a día castrense, no es sencillo, por mucho que su padre le haya advertido de cómo era.
La trayectoria de Leonor
Leonor comenzó en el I Batallón de Cadetes de la Academia General Militar de Zaragoza bajo las órdenes de su comandante jefe de compañía y capitán jefe de sección. Una de las cosas a las que tuvo que acostumbrarse nada más llegar fue a compartir camareta junto a otras tres cadetes, todas ellas mujeres de su misma edad, a las que no había visto en su vida, y que provenían de lugares y costumbres totalmente distintas a las que ella estaba acostumbrada. Con ellas ha tenido que pasar día y noche. "En el internado de Gales tenía un cuarto para ella sola, donde poderse refugiar si algo iba mal. En Zaragoza ha tenido que compartir espacio", relata la fuente a este periódico.
"Eso puede ser una maravilla, como ha sido su caso, porque ha tenido mucha suerte con las compañeras, o un infierno si te toca con alguien con quien no encajas. Ha cambiado dos veces de camareta, ya que ella he hecho dos cursos en uno solo, por lo que se mudó tras jurar la bandera –el pasado 7 de octubre– y, la verdad, ha encontrado una buena conexión, ha hecho amigas que, si ocurre como con el rey, le durarán para toda la vida".
Tras la primera impresión llegaron las dos semanas de la fase de acogida, en la que tuvo que adaptarse a la vida militar. A ello le siguió el denominado 'Módulo de Formación Militar Básica', que duró un mes. "Es aquí, y en las maniobras, donde hay más abandonos entre los alumnos. Todos tenemos una idea preconcebida de lo que es la vida en el cuartel, pero hasta que llegas y lo vives no tienes ni idea. Los madrugones, las normas rígidas sin que se puedan discutir, las guardias, el rancho... No es para todo el mundo. No todos lo soportan. Ella no tenía la posibilidad de rendirse. Lo ha tenido claro en cada momento. Esa idea le ha ayudado para conseguirlo".
La princesa de Asturias ha hecho muchas más maniobras y ejercicios de los que se han visto en las pocas fotos que han compartido con los medios de comunicación. Ha pasado por Soria, Aragón, Huesca, Toledo, Ciudad Real. Ha hecho marchas, recorridos topográficos, ejercicios de tiro con fusil y pistola en el simulador; ejercicios de fuego real con diversas armas individuales y colectivas, ejercicios de rescate en la nieve, paso de pista de combate o instrucción individual del combatiente.
Se han hecho de día y de noche, independientemente de las condiciones climatológicas, sean estas favorables o adversas. "Lluvia, frío, calor... Da igual cuando se programan unas maniobras. Es entonces cuando se evidencia la preparación física de cada uno. Estas semanas de ejercicios militares son súper exigentes. Por eso los reyes avisaron a su hija y esta estuvo preparándose todo el verano anterior junto a su entrenadora de la Guardia Real en el cuartel de El Pardo, para que no lo pasara mal al principio. Y fue súper efectivo", aclara esta fuente cercana a Felipe VI.
Nadie puede dudar de que Leonor es un caso especial dentro de la Academia. Es la princesa de Asturias, y tanto los mandos como los compañeros lo saben y le tienen el respeto natural que cualquier militar tiene hacia un miembro de la Familia Real. Pero no ha tenido trato de favor, pero sí ciertas licencias que son inevitables debido a su situación como heredera, como los permisos para acudir a sus citas como representación de la corona o la adaptación del curricular que ha tenido que hacer para poder cursar dos cursos en uno.
Pero lo cierto es que para que todo saliera bien y pudiera compaginar todo, Leonor ha tenido a su lado a una tutora que le ha acompañado en cada momento. Se trata de la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, hija del exjefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra Alfonso Pardo de Santayana. Ella está destinada en el Cuarto Militar del Rey. "Es su mentora, pero nada más. No se cruza la línea de mando. Son teniente coronel y cadete. Pero ha tenido que supervisar ciertas cosas para que pudiera cursar todo de forma correcta", explican las fuentes a EL ESPAÑOL | Porfolio.
El caso es que Leonor terminará en las próximas semanas su formación. El alférez Borbón Ortiz dispondrá de un corto periodo de vacaciones antes de dar el siguiente paso en su formación. La siguiente parada será la Escuela Naval Militar, en el acuartelamiento de Marín, Pontevedra. Según el calendario previsto, la Princesa de Asturias deberá personarse allí el 30 de agosto. Durante el curso 2024-2025, ingresará directamente en el tercer curso, por lo que accederá directamente con el empleo de guardiamarina. Esto la llevará a embarcarse en el 97º Crucero de Instrucción del Juan Sebastián de Elcano, tal y como hizo Felipe VI cuando era Príncipe de Asturias.
No se sabe aún la singladura del buque-escuela de la Armada. Lo único que se sabe es que la guardamarina Borbón Ortiz se embarcará con sus nuevos compañeros a principios de año para realizar un periplo por América que durará hasta el verano y que servirá para reforzar la presencia diplomática de la heredera de la monarquía. A bordo del Elcano, recibirá lecciones en navegación a vela y otro tipo de nociones pero, sobre todo, experimentará las duras condiciones de la vida en alta mar, por el hecho de vivir en un barco y por el tiempo tan cambiante, a veces extremo y otras en calma. "Será una nueva aventura para ella".
En el caso de la Princesa y la infanta no han tenido en su infancia esa pasión por la vela y el mar que tuvo su padre, así que va a vivir experiencias nuevas y diferentes. El Rey le ha hablado mucho de cómo fue su paso por Elcano. "Pero, para ello, primero debe terminar la Academia General Militar y luego irá a Marín la AGM y luego a Marín", concluye la fuente.En este nuevo curso, como ocurrió en Zaragoza, la Princesa contará con una formación adaptada y no seguirá el temario que el resto de sus compañeros, que estudian los cinco años completos en la Escuela Naval Militar de Marín.
"Volverá a ser un curso entero, de nuevo desde agosto hasta julio. Tendrá un primer periodo, del tirón, del dos de septiembre hasta finales de diciembre. Pero como Princesa tendrá que cumplir con varios compromisos, por ejemplo, no faltará a su cita con los Premios Princesa de Asturias en Oviedo. Pero cuando embarque en Elcano, tendrá que dejar de lado, al no ser que sea algo sumamente importante, su agenda como heredera a la Corona. El Ejército la reclama y ella debe cumplir con sus exigencias. La fiesta grande tendrá lugar el 16 de julio, coincidiendo con la Virgen del Carmen, patrona del mar y de toda la escuela. Pero le queda un duro trabajo hasta entonces".