Toda serie que se precie cuenta con giros de guion. Imprevistos, sorprendentes, que logren atar al espectador al sofá para el siguiente capítulo. La serie del caso Nummaria arrancó en 2016, y tiene como protagonistas involuntarios a dos actores. Son Imanol Arias y Ana Duato, y también al marido de ésta última, el productor Miguel Ángel Bernardeu, a la sazón responsable de la histórica ficción de RTVE Cuéntame cómo pasó.
Esta semana, y nada más comenzar el juicio a los 28 acusados de, supuestamente, defraudar a Hacienda, ha habido un giro de guion imprevisto. Mejor dicho, dos. Errores de cálculo que benefician a Ana y un pacto con la Fiscalía por parte de Imanol. También se han conocido datos sorprendentes y desconocidos, como que el peritaje judicial para calcular lo supuestamente ganado en determinados años por la actriz de Cuéntame —y que es objeto de la causa penal por la que Ana Duato se juega 32 años de prisión— no se realizó con datos oficiales de RTVE. Ni siquiera de Hacienda, pese a que lo que se juzgan son presuntos delitos fiscales.
El peritaje judicial se apoyó en un copia-pega de la Wikipedia. Un a ojo de buen cubero que desvirtúa la solidez de las acusaciones, y que podría contribuir a poner fin, según todas las fuentes consultadas, al calvario judicial de la actriz.
A Ana Duato no se le puede instar precisamente ahora a un cuéntame. Inmersa en el proceso penal, tan sólo ha sostenido en las últimas horas que confía en la justicia. EL ESPAÑOL | Porfolio sí ha hablado con fuentes muy cercanas al entorno familiar de la actriz y a fuentes jurídicas vinculadas al caso, de toda solvencia.
Desde 2016 la Fiscalía Anticorrupción considera que Ana Duato, como clienta de un despacho de abogados que le llevaba las cuentas, Nummaria, cometió supuestamente fraude fiscal en 7 ejercicios fiscales: de 2010 a 2017. En total, 1,9 millones de euros. Pero ya en 2020 el abogado de la actriz presentó un escrito del Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid (TEAR, adscrito a Hacienda), que certifica que Duato sí solventó administrativamente los errores en la tributación de los años 2010, 2011 y 2012.
Fuentes jurídicas cercanas al caso inciden en que, desde el principio, "ni Ana ni Miguel Ángel eran conscientes de las irregularidades que cometía Nummaria. No son fiscalistas. Es como si un médico te dice que te hagas una resonancia. Tú vas y te la haces".
La intérprete abonó 970.300 euros para corregir las diferencias que Hacienda consideró que debía abonar para estar al día. Una vez abonada la cifra, "la sanción entonces fue puramente administrativa, se recurrió y el Tribunal le dio la razón", detalla una fuente jurídica, que detalla que por ello tienen que devolverle lo abonado más intereses. No obstante, la instrucción del caso Nummaria desenterró aquello que se consideraba cerrado, ultimó que entre 2010 y 2012 había indicios de delito, y lo amplió a los ejercicios fiscales que van del 2014 al 2017.
Precisamente esta semana se han visto dos informes solicitados por la Fiscalía, cuyas conclusiones suponen un duro varapalo para la acusación. El primero lo ha emitido la Agencia Tributaria, que detalla que para calcular la cuota supuestamente defraudada en el IRPF hay que descontar lo ya abonado por Miguel Ángel Bernardeu a través del impuesto de sociedades.
Los datos 'oficiales'
El segundo es el que ha dado un nuevo cariz al caso, y se refiere a esos 4 últimos ejercicios fiscales de la actriz: los comprendidos entre 2014 y 2017. Elaborado también por la Agencia Tributaria a petición del fiscal anticorrupción Tomás Herranz, certifica que Duato no alcanzó entre 2014 y 2017 el mínimo de 120.000 euros de defraudación a Hacienda. No sería perseguible por la vía penal como lo está siendo, sino que correspondería a una irregularidad subsanable por la vía administrativa.
El documento refrenda lo que desde el principio defendían los abogados de la intérprete. El Ministerio Público calculó mal el importe que ésta ingresaba por capítulo, y que cifraba en un inicio en más de 63.000 euros. ¿Cómo se hizo el cálculo? Con la Wikipedia, dentro de una documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL | Porfolio.
Lo cierto es que la actriz "no cobraba lo mismo ni por capítulo ni por temporada. Miraron en la Wikipedia y multiplicaron. No se preocuparon de pedir los contratos a la RTVE, que tiene un doble control y son datos oficiales. No se preocuparon si la emisión coincidió con el devengo tributario, porque no es lo mismo cuando se emite el capítulo a cuándo se rueda", precisan fuentes jurídicas cercanas al caso.
El nuevo informe de la Agencia Tributaria dictamina que Ana Duato cobró por capítulo, desde 2014, 33.767 euros. Se ha contabilizado su participación en 85 capítulos en el periodo comprendido entre 2013 y 2017. "Había muchos capítulos que se emitían que no cobraban, sobre todo los especiales. En la acusación, los incluyeron y computaron: todos a 63.000 euros. La Agencia Tributaria ya ha dicho que no hay delito, pero el fiscal está empecinado", explican fuentes jurídicas.
No obstante, el fiscal se ha opuesto en el juicio a la petición de los abogados de Ana Duato y su marido, Miguel Ángel Bernardeau, de anular el juicio. Ha mantenido su acusación por delitos fiscales.
"Reconocer una mentira"
Ana Duato y su marido, el productor de la serie Miguel Ángel Bernardeu, han rechazado conformar pactar con la Fiscalía antes del juicio, afrontando así una petición de 32 años de cárcel. "Lo fácil habría sido firmar con la Fiscalía, pero habría sido reconocer una mentira que no han cometido", precisan fuentes de su entorno familiar a este periódico. "No se llega tan lejos si no se tiene la verdad", precisan. La actriz y su marido confían plenamente en el buen hacer de sus abogados, "que son muy buenos, defendiéndolos con hechos y con documentación".
"Estos años han sido muy duros para la familia. Los han afrontado con determinación y ánimo, y eso solo se hace cuando se está convencido de su inocencia. Ana siempre dice que la verdad tiene mucha fuerza. Se decidió a luchar por la verdad, porque considera que la verdad tiene mucho peso". También destacan las mismas fuentes que "el honor también es importante" para ella: el honor como un valor moral y ético "que le ha inculcado a sus dos hijos. La herencia", matizan las mismas fuentes.
De hecho, la actriz ha afrontado la fecha de inicio del juicio con ganas "de aclarar cuanto antes la situación, de que los abogados, con papeles, expongan los hechos... y acabar con la pena de telediario, con lo que ello implica en el daño a la imagen, a la familia... han sido ocho años duros", reiteran.
No obstante, destacan que "menos mal que vivimos en un Estado de derecho", porque "un contribuyente está expuesto a un fiscal que te puede acusar de lo que quiera. Y que lo haga por la vía penal es durísimo, aun sabiendo con documentos lo que sabe ya, y aun así sigue insistiendo en los 32 años de cárcel". En estos años el fiscal "ha dinamitado la vida de dos personas así, tanto en lo personal como en lo profesional. Porque Ana ha dejado de hacer cantidad de trabajos que se han quedado por el camino".
En cuanto al apoyo que ha tenido la actriz por parte de otros compañeros de profesión, las fuentes consultadas inciden en que Ana Duato se ha apoyado fundamentalmente en la firmeza de su entorno cercano. En el gremio artístico "la Agencia Tributaria es como la Inquisición: da mucho miedo. Incluso opinar, porque temen que decir algo les pueda afectar. Afortunadamente, la gente está aprendiendo a leer las noticias y no quedándose solo en los titulares sobre lo que hay detrás de la Agencia Tributaria".
La estrategia de Ana Duato ha sido radicalmente distinta de la elegida por su compañero de serie, Imanol Arias. Encausado junto a otra treintena de personas, el actor sí ha aceptado lo que le ofrecía la Fiscalía y se ha declarado culpable de cinco delitos fiscales, aceptando una pena de menos de dos años para evitar entrar en prisión. Le pedían 27 años de cárcel.
Sobre el pacto de Imanol Arias, el entorno de Ana Duato incide en que "ella respeta profundamente su decisión y sus circunstancias. Ana las comprende perfectamente. Imanol es su gran amigo, su compañero y le es muy querido".
Fuentes jurídicas vinculadas al caso inciden en que "sus circunstancias y motivaciones son especiales. Al pactar, ha dejado a su hermana fuera. Resistirse a eso es muy difícil. Estos casos no se ganan por puntos. O se ganan o no se ganan. De 27 años a 2 años... el miedo es muy personal. Hay que ponerse en sus zapatos. Y ningún abogado te garantiza jamás al cien por cien el resultado de un juicio".
El entorno de la actriz es contundente. Hasta septiembre, que es cuando se prevé que termine el juicio, se esperan momentos "para mantener mucha firmeza, estar despierto y mantener mucho la esperanza. Y no aflojar".