¿Crecen o decrecen? La evolución de A Coruña, Ferrol y sus áreas
Las ciudades adelgazan mientras engorda la presión demográfica en las zonas de su entorno. Narón y Arteixo son el fiel reflejo de la realidad de esta “microemigración”
24 abril, 2019 07:00Siglo XIX y XX, los núcleos más pequeños se van vaciando mientras engordan las urbes a costa de todos aquellos habitantes que abandonaban el campo para buscar trabajo. Un proceso completamente inverso al que parece que atraviesan ahora muchas de las urbes gallegas.
El de la ciudad de A Coruña es uno de los pocos casos de ciudad en los que la población aumenta pero se reduce el número de vecinos. La urbe creció de modo ininterrumpido hasta el año 1991, pero desde entonces mantiene un censo bastante estable, incluso con un ligero descenso de unas 2.000 personas. ¿A dónde se fueron estos habitantes? Al área metropolitana.
En 1981, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), A Coruña y los cuatro municipios limítrofes sumaban 284.003 vecinos, un cifra que no dejó de crecer hasta que en el año 2017 se disparó a los 365.128. He aquí la respuesta.
En el último año A Coruña ha ganado algo de población, pero si se compara con 1991 sigue perdiendo. Pero por delante de la ciudad herculina se encuentra Ferrol. Allí, la perdida de población ya roza cifras alarmantes: en dos decenios perdió el 19% de su vecindario.
Cambio al rural
¿Qué es lo que está ocurriendo en Ferrol? ¿A dónde se han ido los ferrolanos? Pues su caso es similar a lo acontecido en A Coruña, y es que cada vez son más los nuevos ferrolanos que se van a vivir al municipio vecino, Narón.
¿A qué se debe esta trasvase de población? La respuesta a la pregunta es algo compleja. Hay diversos factores que influyen en este cambio demográfico. Un cambio que, por cierto, se repite en la gran mayoría de urbes (por no decir en todas).
Pero hay una diferencia en el caso coruñés. Mientras en Santiago o Pontevedra hay vecinos que se van, llegan otros y el balance es positivo; en A Coruña no ocurre lo mismo: se van más de los que vienen.
En A Coruña el trasvase de población no se centró en un único municipio, como es el caso de Narón y Ferrol, sino que se expandió a los cuatro limítrofes.Oleiros, Culleredo, Cambre y Arteixo son municipios más rurales y con una economía menos urbana, sin embargo en las últimas décadas han visto como en sus terrenos se elevaban edificios de cierta altura.
Desde el año 91 Culleredo, Oleiros, Arteixo y Cambre doblaron sus poblaciones. Pasaron de 63.372 vecinos a 121.062, todo mientras A Coruña se dejaba casi 2.000.
El caso de Oleiros, que comparte con los otros tres que apenas un 20 por ciento de la población es natural del municipio, es paradigmático. No solo ha experimentado un crecimiento cuantitativo de su población sino que es ya el municipio con mayor renta per cápita de Galicia.
En el caso de Arteixo, su crecimiento ha ido acompañado de la consolidación de una industria propia, con nombre propio: Inditex.
Si nos alejamos un poco más de la ciudad coruñesa, veremos como la onda expansiva de esta “miroemigración” coruñesa llega hasta municipios como Sada, Betanzos o Carral. Y es que las distancias cada vez se acortan más y la mejora en el acceso al transporte público anima a muchos a decantarse por estas zonas como lugar de residencia. Además, no podemos olvidarnos de un factor más que decisivo en esta toma de decisión: el precio de la vivienda.
Todos estos municipios, sobre todo aquellos que están más cerca de la urbe, han cambiado su estética rural de casas bajas por las grandes urbanizaciones de bloques de viviendas que atraen a vecinos urbanos principalmente porque el precio de los pisos es menor.
Ferrol, en caída libre
Una ciudad con 67.000 habitantes. Ferrol. La ciudad cuyos Arsenales fueron la envidia entre los ingenieros europeos padece una imparable caída demográfica desde inicios de los 80. En aquellos años, la ciudad de Torrente Ballester logró su apogeo, con 91.764 habitantes. Pero pronto llegaría la reconversión del naval y empezaría el declive.
La perdida de carga de trabajo, sumado a las restricciones a la rehabilitación o edificación en el centro histórico, motivó el desplazamiento de buena parte de la población al municipio vecino, Narón.
Al incremento de oferta residencial se sumaron infraestructuras y, sobre todo, suelo industrial que ha hecho de Narón uno de los motores de base de empleo en la comarca. El centro de logística de Inditex en el polígono Río do Pozo es solo una muestra de ello.
Por dónde crecer
¿Hay sitio para que A Coruña siga creciendo? ¿Y Ferrol? Quien sabe, y es que la importante mejora en las infraestructuras han permitido que hoy en día sea posible vivir más lejos y llegar más rápido al centro. Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas para comprobar los efectos de esta “microemigración”. Mientras A Coruña ganó 751 habitantes, los cuatro municipios limítrofes subieron más de 1.200.
No se sabe cuáles son los límites, ni hasta donde puede expandirse este boom demográfico. Lo que está claro es que los límites municipales, de hecho, ya no existen.