¿Debería la calle San Juan ser peatonal los domingos?

¿Debería la calle San Juan ser peatonal los domingos? Picado

A Coruña

¿Debería la calle San Juan ser peatonal los domingos?

Cientos de personas se reúnen allí para despedir la semana. El paso de los vehículos es, en ocasiones, complicado por el gran número de gente en la calzada

5 mayo, 2019 16:00

La calle San Juan es un hervidero cada domingo por la tarde noche. Cientos de personas se congregan en sus bares para terminar el fin de semana con buena nota. En ocasiones, la masificación de los locales y el buen tiempo atraer a las personas a ocupar la calle, incluso la carretera, generando ciertas complicaciones a los vehículos que circulan por la vía.

Llegados a este punto, hay que preguntarse si esta calle debería ser declarada peatonal los domingos. Simplemente para garantizar la seguridad de los presentes y de los conductores que la transitan. Además de vehículos particulares, también recorren San Juan líneas de bus urbano como la 6. En esta calle con dos carriles de circulación en sentido Orillamar, los domingos prácticamente solo se puede utilizar uno, ya que el otro está ocupado por coches en doble fila.

Otra opción para preservar la seguridad en la vía podría ser prohibir el estacionamiento durante los festivos. De este modo, los locales podrían sumar unos metros que permitirían a las personas no tener que invadir la calzada.

El tirón de los hosteleros

Un factor determinante para entender la gran afluencia de gente a la calle San Juan los domingos es la presencia de muchos hosteleros de la noche coruñesa. El último día de la semana suele ser de descanso para muchos trabajadores de este sector, que tienen ocupadas las madrugadas del viernes y el sábado. Por eso aprovechan el tirón de esta zona de la ciudad para disfrutar de su tiempo libre.

Lo cierto es que hay bares que atienden a numerosos clientes desde las 12 de la mañana, aunque la calle suele llenarse a partir de las seis y su apogeo es a las nueve o diez. El numeroso público presente se desplaza, ya en la madrugada del lunes, a los pocos locales de ocio nocturno que abren, como alguno en el Puerto o en el Orzán.