En la sede del PSOE coruñés no cabía un alma ayer por la noche. El ambiente era de victoria, pese a que Inés Rey no consiguió ser la fuerza más votada en las elecciones municipales por un escaso margen. En Zalaeta se congregaron la militancia socialista más veterana y las nuevas generaciones de Xuventudes.
Había rostros visibles como el exalcalde Javier Losada, muy participativo en campaña. También estaba José Manuel Dapena, exportavoz socialista en María Pita. Exconcejales y simpatizantes se agolpaban en la sala principal de la sede, donde el calor se hacía insoportable por momentos. Inés Rey esperó a que el escrutinio llegase prácticamente al 100 % para salir a hablar. Quería saber si su partido era o no el más votado, ya que los resultados provisionales fueron bailando durante todo el escrutinio.
Finalmente salió. Antes, pidió a sus compañeros de lista que se situasen en el escenario, para salir junto a ella en las fotos. Al entrar en la sala entre vítores de "alcaldesa" y aplausos, repartió besos y abrazos entre las personas que estaban en su camino al estrado. Abrazó a sus padres y besó a su marido, muy emocionado.
Después llegó el momento de hablar. De agradecer, en primer lugar. A Inés Rey se le quebraba la voz al recordar a sus hijos y su familia. Fue un discurso de ganadora, pues salientó el éxito del PSOE y apeló al apoyo que iba a tener del gobierno de Pedro Sánchez en la Moncloa.
La celebración no se quedó ahí, pues una vez terminado el discurso, unas decenas de socialistas se desplazaron a la calle del Orzán para seguir con la fiesta. Abarrotaron el bar Área Crítica, uno de los pocos locales abiertos los domingos en la zona. Al lado, en La Barbería, hubiese tenido lugar la fiesta de la Marea Atlántica. Pero el local estaba cerrado, ya que no había nada que celebrar.