Riazor vivió uno de los momentos más mágicos de la temporada al lograr el triunfo en la última acción del encuentro. Tras un partido intenso, nervios y ocasiones para los dos equipos, todo se decidió en un polémico penalti cometido por Valjent sobre Nahuel que transformaba de manera maravillosa Carlos Fernández.

El fútbol son goles y el Dépor por más que lo buscaba en la primera mitad no era capaz de lograrlo. El conjunto blanquiazul arrancó el choque con una intensidad muy alta sabedor de que gran parte de la temporada pasaba por la victoria en el día de hoy.

Bóveda y Saúl se mostraron muy incisivos a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos y dando mucha profundidad al equipo. De hecho, el lateral vasco disfrutó de las mejores ocasiones del cuadro deportivista. La primera de ellas con un buen remate de cabeza que obligaba a Reina a realizar una gran estirada. En el tramo final del primer acto no fue capaz definir un mano a mano ante el guardameta mallorquín que adivinó la intención del lateral.

Fueron dos de las múltiples llegadas que tuvo un Dépor al que nuevamente le faltaba materializar las ocasiones. Borja Valle intentaba profundizar por banda izquierda y generó varios centros peligrosos que sus compañeros no fueron capaces de aprovechar. Todo lo contrario que un Fede Cartabia que no se escondió pero que no tenía su día. Dos de sus disparos se marcharon muy desviados aunque el argentino buscó entrar siempre en contacto con la pelota.

El Mallorca se conformaba con un empate que le clasificaba de manera matemática para el playoff de ascenso. Raíllo y Valjent se pasaron la primera mitad despejando balones laterales. El equipo de Vicente Moreno estuvo muy ordenado y buscó alguna contra peligrosa en las conducciones de Lago Junior. 

En la segunda mitad los blanquiazules acusaron en exceso el nerviosismo que generaba la situación del partido. El Mallorca olía la debilidad de su rival y se lanzó a por el gol de la victoria. En ese momento emergió nuevamente la figura de Dani Giménez que salvó al equipo en cuatro ocasiones claras del cuadro balear. Budimir completó una noche aciaga en lo que a puntería se refiere y los bermellones no fueron capaces de superar al cuadro herculino.

Con el encuentro agonizando y con el Dépor a la desesperada Martí se fue a por el encuentro e introdujo a Christian Santos, Vicente Gómez y Nahuel. El canario desaprovechó una buena ocasión en un remate que se marchó cerca de la escuadra. El Dépor no se rindió y un balón en largo sobre la carrera de Nahuel finalizó con un penalti más que dudoso. Carlos Fernández asumió la responsabilidad y clavó la pelota en la escuadra balear. Riazor explotó y la comunión entre afición y equipo vivió su mejor momento del año. El Dépor se agarra a las matemáticas para intentar entrar en el playoff.