¿Un junio atípico en A Coruña? Desde la ciclogénesis a resistir a la ola de calor
El calentamiento de los polos tiene bastante que ver con las tormentas vividas este mes de junio, mientras que la borrasca del domingo nos aísla la ola de calor. Eso sí, todo apunta a que las temperaturas de junio han sido especialmente bajas
27 junio, 2019 11:11Mientras en muchas provincias de España se habla de consejos contra la ola de calor, en A Coruña tenemos 21 grados de máxima. Parece que está siendo un mes de junio especialmente "frío" en nuestra provincia, donde además la ciclogénesis Miguel fue especialmente intensa hace 20 días.
Sin embargo, desde Meteogalicia indicaron hace unos días que haciendo la media de la temperatura entre marzo y mayo, se registraron 0,4 ºC por encima del histórico de una primavera en Galicia. Hablamos con 4gotas de qué se enmarca dentro de la normalidad y qué podemos identificar como excepcional en este mes de junio de contrastes.
"Junio sí que está siendo un mes atípico y anómalo, pero no es excepcional", explica Carlos Balseiro, que aclara que aunque no es la primera vez que ocurre un mes de junio así, sí que está siendo más frío de lo normal. Y lo corroboran las cifras: solo el día 1 de junio, con 27ºC, se superaron los 25 grados en A Coruña. Si bien es cierto que el mes aún no acabó y no se pueden dar cifras definitivas, Balseiro apunta a que "es posible que las temperaturas máximas se queden unos 2ºC más bajas de lo habitual un mes de junio".
Nesta primavera a temperatura media estivo 0.4 ºC por riba dos valores agardados, con valores máximos moi cálidos e mínimos algo máis fríos. As precipitacións en conxunto foron normais, un 3% por riba da media, aínda que desigualmente repartidas. Informe: https://t.co/6j7ONtp48l pic.twitter.com/J32vB0cn1T
— MeteoGalicia (@MeteoGalicia) June 17, 2019
¿A qué se debe este contraste de temperaturas que hemos vivido esta primavera y la inestabilidad meteorológica en la llegada de este verano? Desde 4gotas aclaran que "estas temperaturas no están ocurriendo por primera vez en la historia, lo que sucede es que hay ciertos fenómenos climáticos que sí se pueden atribuir a desórdenes globales".
Las causas de lo que nos puede parecer los coletazos de una primavera un poco alocada deben buscarse a muchos kilómetros de aquí. El meteorólogo Carlos Balseiro lo explica de esta forma: "Estamos sufriendo, ya desde hace años, un sobrecalentamiento del Polo Norte. Es posible que ese sobrecalentamiento sea el responsable de que el cinturón de vientos alrededor del Polo, llamado el chorro polar, que debería dejar allí confinado el aire frío, se empiece a escapar hasta llegar a nuestras costas".
Es como si esas corrientes de aire frío se salieran de su circuito, y "la corriente de viento rectilínea alrededor del Polo empiece a curvarse, y en vez de ser un río rectilíneo, sea un río lleno de meandros". Por esas curvas de la corriente se escapa el aire frío, de esta forma, "sufrimos irrupciones de aire frío que salen desde Terranova y Groenlandia y se aproximan por el Atlántico hasta llegar a Galicia".
"En esos giros que hace el chorro polar es donde se forman las borrascas. Esas borrascas sufren un contraste de temperatura entre el aire cálido de superficie y la parte más fría en altura. Esto acaba por empujar al anticiclón de las Azores, alejándolo, y ocasiona tormentas como las vividas el pasado mes de mayo e incluso la ciclogénesis este mes de junio", argumenta el meteorólogo.
Ciclogénesis en junio, ¿es normal?
La ciclogénesis explosiva Miguel que dejó rachas de viento de más de 100 km/h en las costas gallegas el pasado 6 de junio, fue considerada atípica por producirse prácticamente a las puertas del verano. "Ciclogénesis explosivas hubo siempre, otra cosa es que antes tuviéramos los medios para identificarlas". En otras palabras: el término es nuevo, pero el fenómeno no.
Así se ve, a vista de satélite, como se acerca la #BorrascaMiguel a Galicia.
— 4gotas (@4gotas_com) June 6, 2019
En este artículo os contamos sus posibles consecuencias y explicamos alguna otra curiosidad asociada a ella:https://t.co/0yMHESoQVi pic.twitter.com/hyBiglvHET
¿Llamamos ahora ciclogénesis a lo que antes era simplemente un día de tormenta? "No, no todas las borrascas son iguales, no todas se forman con tanta rapidez ni se manifiestan con la misma virulencia". Lo que diferencia a una ciclogénesis explosiva de una simple borrasca viene determinado por "la velocidad de su formación. Si es mucha, hablamos de una ciclogénesis explosiva y si además pasa muy cerca de nosotros cuando está en ese proceso suele tener unas consecuencias muy virulentas".
Lo cierto es que según reconoce Balseiro, los medios de comunicación hicieron un uso un tanto abusivo del término, calificando de ciclogénesis explosivas aunque las borrascas estuvieran a miles de kilómetros y que por tanto no llegarían a tener importantes consecuencias. "Es bueno recordar que el temporal (el fuerte viento y/o las intensas lluvias) es la consecuencia mientras que las ciclogénesis explosivas, galernas, huracanes, etc… son las causas", advierte.
Olas de calor, cada vez más habituales
La provincia de A Coruña, es de las pocas que no verá incrementar la temperatura por encima de los 22 grados mientras que en otras capitales de provincia como Zaragoza la temperatura máxima será literalmente el doble.
#OlaDeCalor: temperaturas máximas previstas para hoy por @AEMET_Esp…
— @Troposfera (@Troposfera) June 26, 2019
y nuestra posición
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"Las olas de calor están siendo cada vez más habituales en la Península e incluso cada vez aparecen antes. El verano meteorológico está aumentando su duración, tanto por delante llegando en muchas ocasiones en mayo (y con olas de calor en junio) como por "detrás" alargándose durante buena parte de septiembre", sostiene Balseiro.
El meteorólogo de 4gotas explica que esta ola de calor se debe a dos factores. Uno es el "calentamiento del Sáhara típico en estas épocas de máxima insolación". El otro factor es "la presencia de un anticiclón en el este peninsular que retiene el aire cálido en superficie y la gran cantidad de horas de sol hace que se sobrecaliente", de ahí que permanezca bastante estático afectando especialmente al centro y este de la Península.
En Galicia estamos "a salvo", gracias a la lluvia del domingo
¿Por qué en Galicia no sentiremos los efectos de la ola de calor? La respuesta está en la lluvia. Precisamente además en la borrasca que nos tenía en vilo el domingo en el que se celebró el San Juan de A Coruña, y que finalmente dejó lluvias antes de que comenzase la noite meiga en la ciudad.
Desde la ciudad de #Coruña os deseo a todos una feliz ola de calor. Voy a ponerme una sudadera que a estas horas empieza a refrescar. Chauuu
— Baroncito·86 (@Baroncito86) June 26, 2019
Así lo explican en 4gotas: "La borrasca del domingo pasado se quedó estancada en altura enfrente de la costa gallega y desde allí impulsa vientos del sur que arrastran ese aire cálido del norte de África hacia la Península e incluso que seguirán ascendiendo hasta buena parte de sur y Centroeuropa".
De esta forma quedamos aislados del aire extraordinariamente cálido que sí que llega a los puntos del este peninsular. "Precisamente por la posición de esa borrasca enfrente de Galicia, nos libraremos de esas altísimas temperaturas que superarán el jueves, viernes y sábado los 40ºC en varios puntos del este peninsular". Aunque a veces nos haga rechistar, ¡bendita lluvia!