"Frustrado y casi desesperado, les pido que pongan fin a la plaga de pulgas alrededor de la guardería de Santa María de Oza", escribió uno de los trabajadores del centro ubicado en la calle Jazmines a la atención del Concello de A Coruña el día de ayer.

"Es desgarrador ver a los pequeños de 5 meses ir para casa con alrededor de 20 picaduras", añadía el mensaje, que adjuntaba una fotografía que pudo tomar a uno de los bebés "cuando se dejó".

Desde el perfil del Concello respondieron esta mañana asumiendo que la plaga de pulgas es un hecho: "los técnicos de Medio Ambiente inspeccionaron esta guardería hace tres semanas y detectaron dos camadas de gatos con pulgas que Servigal retiró".

Aunque ya se han tomado medidas a través de la localización y retirada de las camadas, el Concello se ha comprometido a llevar a cabo otra inspección municipal de la zona y a adoptar "las medidas higiénicas que sean necesarias", ya que por el momento la plaga no parece completamente erradicada.

Advertencia de no alimentar a gatos

Desde el Concello atribuyen la plaga a los gatos callejeros "alimentados por los vecinos", tal y como se comprobó en la inspección rutinaria llevada a cabo hace tres semanas por los técnicos de Medio Ambiente. Es por ello que procederán también a colocar carteles que informen al vecindario para advertir de las posibles sanciones por alimentar a los gatos.

Alimentar a "perros y gatos vagabundos" está prohibido por la ordenanza municipal que regula la protección y tenencia de animales en la ciudad herculina.