Gran expectación a las puertas de los juzgados de A Coruña. El lotero investigado por adueñarse presuntamente de un boleto de la primitiva premiado con 4,7 millones de euros y su hermano, delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña, han acudido esta mañana a los juzgados de la calle Monforte para declarar por un supuesto delito de estafa cualificada.

Antes de las 10.30 horas llegaba el delegado de Loterías y quince minutos más tarde hacía lo propio el lotero, Manuel Eugenio Reija. Ninguno de los dos quiso atender a los periodistas que esperaban en la puerta de los juzgados.

Ambos son interrogados por la jueza de Instrucción número 7 y los abogados que representan a dos reclamantes. Además del lotero y su hermano, la jueza habría citado a cuatro personas más, con cargos en este organismo.

Siete años han pasado sin que aparezca el dueño del boleto, y por ende de su premio, y eso que en este tiempo hasta 317 personas han reclamado ser sus auténticos beneficiarios.

En su día el lotero aseguró haber encontrado en junio de 2012 el boleto premiado en el mostrador de su despacho, pero eso no bastó para entregarle automáticamente los millones, iniciándose la búsqueda del afortunado comprador. 

Que "aflore la verdad"

Ahora el caso llega al juzgado por vía penal. Allí,a las puertas de los juzgados, la abogada que representa a la familia de uno de los reclamantes, Belén Canosa, ha asegurado que espera que "aflore la verdad" sobre un caso que lleva desde junio de 2012 sin respuesta.

"Tenemos la esperanza de que con este procedimiento se dilucide todo, como corresponde, y aflore la verdad", ha dicho a los medios de comunicación allí presentes.

La letrada confía en que ahora sí vayan por "un buen camino lento y seguro hacia lo que creemos que es la verdad".

Investigación policial

Por este caso, al año siguiente de sellarse el boleto, el Ayuntamiento de A Coruña puso en marcha un "expediente de hallazgo" para buscar al ganador del billete premiado, que el lotero dijo haber encontrado en su administración de la plaza de San Agustín.

Con posterioridad, los hechos dieron origen a una investigación policial. En ella, se cuestionó la versión facilitada por el lotero sobre el hallazgo casual del boleto premiado, sin descartar posibles responsabilidades por parte de su hermano y de representantes de Loterías del Estado.