Ayer por la tarde, durante un buen rato, además de los aplausos sanitarios, hubo una cacerolada en A Coruña. Fue en la avenida de la Concordia. ¿El motivo? Una sonora protesta por intentar silenciar a un vecino que anima al vecindario.

Los hechos se remontan a las últimas semanas de confinamiento. Un vecino de esta calle de A Coruña, con la mejor de las intenciones, pone música a diario y anima las tardes a personas de todas las edades. Esta iniciativa parecía haber cuajado en los residentes, pero la Policía Local se personó varias veces en su casa pidiéndole que apagase la música tras haber recibido quejas.

Esta situación se dio en varias ocasiones, la última ayer al mediodía. La última visita policial colmó el vaso de muchos vecinos, que no entendían qué molestaba de las actuaciones de esta persona. Por ello, tras el aplauso de las ocho, decidieron protestar con una cacerolada.

Con esta acción esperan que su vecino pueda volver a poner música y a animar estos días de confinamiento. En las últimas semanas se han visto numerosas acciones vecinales para hacer más llevadera esta etapa. En los diferentes barrios de la ciudad se han volcado con música, juegos y actuaciones en vivo.