Vanenbikke, "recaderos" sobre dos ruedas en A Coruña durante el confinamiento
Desde recoger la compra en el super hasta acercar el tupper de mamá a un hijo, la empresa de mensajería atiende estos días las necesidades de las personas. Los mayores son los que más reclaman sus servicios
22 abril, 2020 06:00En menos de 24 horas te acercan tu compra a casa, y en bicicleta. Pedaleando, así se mueven los repartidores de Vanenbikke, la empresa de mensajería de A Coruña. Ya lo hacían antes del confinamiento; pero ahora, más allá de su faceta de "recaderos", también hacen una auténtica labor social. "Hemos ido a recoger mascarillas a la farmacia para aquellas personas de mayor riesgo, y adelantando el dinero", asegura, Andrés Souto, fundador de esta empresa de transporte en bicicleta por toda la ciudad.
"Es muy bonito poder ayudar a la gente en los tiempos que corren", señala el dueño de esta empresa que, ante el aumento de carga de trabajo, ha implantado el horario continuo, de nueve y media de la mañana a cinco y media de la tarde, para atender a todos sus clientes. La mayoría, personas mayores.
Cada día cinco repartidos se suben a sus bicicletas para acercar los productos de las tiendas a los ciudadanos que, debido al estado de alarma, tienen limitados sus desplazamientos. O incluso, muchos, por circunstancias de edad o salud, ni siquiera pueden salir a la calle. Con ellos, en especial, "cobra más valor nuestro servicio de recadería", reconoce orgulloso Souto.
Pese a que la mayoría de los negocios con los que trabajan están cerrados, ahora atienen a clientes nuevos. "Trabajamos, sobre todo, con tiendas de alimentación", cuenta este empresario, que añade que en este confinamiento también funcionan mucho con floristerías y centros de estética. "Hay familias que quieren un poco de color en su casa", dice.
De esta forma, gracias a los servicios de Vanenbikke, estos pequeños negocios pueden "seguir vendiendo sus productos a pesar de estar cerrados". De esta manera, Vanenbikke contribuye a reforzar el pequeño comercio, uno de los grandes afectados por la crisis sanitaria que les ha obligado a bajar las verjas de sus negocios.
"Conectamos a la gente confinado con los pequeños negocios", afirma Souto, quien nos comenta que ayer mismo recogieron la compra online en un supermercado para una persona mayor. Se trata de agilizar la entrega de los productos de primera necesidad en un momento en el que muchas cadenas de supermercados tienen colapsados sus servicios de entrega a domicilio. Y además, de un forma sostenible: en bicicleta.
A veces, incluso, en caso de aquellas personas que no tienen a nadie que les pueda ir a hacer la compra, Vanenbikke la hace por ellos. Cogen la lista, y a comprar. Son casos puntuales, pero en alguna que otra ocasión lo han hecho.
Otro de los servicios más demandados estos días es el atención entre particulares. Decenas de vecinos contactan con Vanenbikke para mandar paquetes a sus familiares o amigos. "Tenemos madres que preparan tupper de comida y nosotros se lo acercamos a la casa de sus hijos", explica Souto, quien apunta que ahora, más que nunca, están para atender las necesidades de las personas.
La seguridad, no pude faltar. Los repartidores de Vanenbikke cumplen con todas las medidas para evitar contactos. "Vamos protegidos de boca, nariz y manos", enumera Souto, sin olvidar, por supuesto, mantener las distancias de seguridad y la higiene.
Vanenbikke es más que una empresa de mensajería, es un agente social. "A veces, además de repartir un pedido, también hemos llegado a bajar la basura a aquellas personas que no pueden", comenta Souto con cierto toque de humor.