Playmobil en María Pita.

Playmobil en María Pita. @crisalcazarinaplaymobil

A Coruña

Turismo por los rincones y la historia de A Coruña de la mano de un Playmobil

La Torre de Hércules, María Pita, la Ciudad Vieja, la Domus, el Muncyt e incluso la Casa de Emilia Pardo Bazán han sido algunos de los lugares seleccionados para este original tour

11 mayo, 2020 06:00

Muchas generaciones han crecido unidas a los muñecos de Playmobil y durante años fueron el regalo estrella de la infancia de centenares de miles de niños gallegos y de todo el mundo que pasaron horas imaginando historias y aventuras con ellos. La coruñesa de adopción (nació en Ciudad Real) Cristina Alcázar, ha sido fan desde muy pequeña del mundo Playmobil, pero su afición no ha quedado olvidada en su etapa infantil sino que sigue con ella a sus 47 años y la canaliza en dar a conocer A Coruña y sitios emblemáticos de Galicia a los seguidores de su perfil de instagram mediante instantáneas en las que aparecen sus clicks (el modo en el que se conoce popularmente este juguete debido al ruido que hacen al ensamblarse las piezas que los componen).

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Cuando todo esto acabe, deseo ir a la playa. Quiero notar en mis pies descalzos la arena caliente. A jugar con mis dedos a hacer surcos y buscar conchas bonitas. Quiero caminar mientras las olas bañan mis pies y jugar a salpicarnos con mis hijos. Quiero sumergirme en el agua fría y sentir mi piel tiritar. Quiero que el sol me caliente y ver brotar las flores en primavera. Quiero reirme con mis hermanas. Deseo comer al aire libre en una terraza y tomarme un helado en la Marina. Quiero montar en bici por el paseo marítimo y subir los peldaños de la Torre de Hércules a que el viento enfríe mi nariz. Quiero pasear por los acantilados del monte San Pedro y perder mi mirada en el océano Atlántico. Quiero ir al cine. Quiero ir a dar una vuelta por la calle Real. Y abrazar a mis hermanos y dejarlos sin respiración. . Quiero columpiar a mi hijo pequeño en un parque repleto de niños y abuelos. Y perseguir a mis sobrinos en mi jardín. Quiero ver un atardecer en el mar. Quiero encontrarme por sorpresa con un amigo. Y quiero ir al monte a pasear. Quedar con mis amigas a comer. Quiero apuntarme a una fiesta popular. Quiero sentir el bullicio de una calle, y escuchar a un músico callejero. Quiero cobijarme bajo un paraguas y tomarme unos churros con chocolate a las cinco de la tarde …. Pero todo eso tiene que esperar… Porque lo primero que voy a hacer cuando todo termine, es ir con mi madre a llenarla de besos, de achuchones y acurrucarme entre sus brazos una eternidad… Por favor, #quedateencasa

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La original iniciativa de esta coruñesa y que le ha llevado como ella misma dice "a tirarse al suelo con sus clicks", nació en 2018 con el objetivo de tener un hobby divertido y creativo. "Llevaba mucho tiempo pensando en llevarme un click a mis vacaciones y hacerle fotos en sitios emblemáticos pero no lo hice. Tuvieron que pasar veinte años para animarme a tirarme y de ahí surgió la cuenta de instagram", afirma. La Torre de Hércules, María Pita, el puerto o la Ciudad Vieja han sido algunos de los rincones escogidos con Alcázar para inmortalizar a sus Playmobil, principalmente un sheriff clásico que tiene desde que era una niña y otro que considera su pequeño avatar por el parecido que guarda con ella. Para mostrar algunos lugares como la Domus, el Muncyt o la Casa de las Ciencias, también opta por alternativas como "invitar a otros avatares virtualmente o hacer crossover con amigos que también son amantes de estos muñecos".

"Me encanta llevarme a mis click de paseo por la ciudad y cualquier rincón es perfecto para una buena historia.Tenía preparada una escena para hacer fotos en la Casa de los Peces y unos medievales para el Castillo de San Antón que tendrán que esperar un tiempo", dice en alusión a la crisis sanitaria actual. En su cuenta de instagram no se limita sólo a publicar imágenes de los Playmobil, sino que admite que le gusta contar una historia con la que dar vida a los personajes y que al ver que eso gustaba a los seguidores de la cuenta "y no únicamente a los apasionados de los clicks" comenzó a inventar más relatos, a hablar de curiosidades de la ciudad herculina y de su propia vida. "Cada foto es una historia", matiza.

"Utilizo nuestro paisaje para mostrar la belleza de Galicia. Algunas de las fotos que más me gustan son la de la Catedral de Santiago o en un barco pesquero por las Rías Baixas, además de otras en las Cíes, O Grove, Sanxenxo… cualquier punto de la comunidad es perfecto para mis fotos y mis relatos", asegura al mismo tiempo que reconoce que una de las mayores ventajas que tiene en su proyecto es que puede realizar infinidad de imágenes diferentes "por la gran cantidad de clicks que ha ido acumulando durante años".

Las mejores anécdotas que esta experiencia le ha regalado a Alcázar desde que comezó hace dos años se centran en el momento en que fotografía sus escenas ya que tiene que adoptar posturas imposibles a la altura de sus clicks para que queden perfectamente inmortalizados y que cuenten la historia que ella quiere regalar a sus seguidores. La feria medieval o un aeropuerto han sido algunos de lugares en los que ha vivido situaciones cómicas, ya que por ejemplo un Guardia Civil bromeó con ella sobre su original estrategia para sacar la mejor foto en la terminal y el responsable de un puesto de la feria le reconoció por su foto en la Colegiata y se confesó un fiel seguidor de "Crisplaymobil".

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Subió con prisa las escaleras del faro. Esperaba que sus antepasados le guiaran en su decisión. No había podido rechazar una orden que su corazón le decía que no debía cumplir. Suspiró. Sonó a desesperación. El viento se llevó lejos su quejido haciendo que aún pareciera más doloroso. Desde aquella altura, era fácil para él pensar. El horizonte azul le aportaba una calma que su alma necesitaba. Desde lo alto de la Torre, se oía el batir de las olas y la brisa marina enfriaba su rostro. Una mano se deslizó por su espalda, produciéndole un escalofrío. “Harás lo que yo te diga -le sugirió la emperatriz mientras desaparecía por la puerta – Basta de remordimientos”. El hombre apretó los puños. Las órdenes de aquella mujer le obligaban a hacer algo que él jamás hubiese ni imaginado… Con el hastío que su frustración le producía, golpeó con fuerza su laza contra el suelo, lleno de rabia contenida. Una marca  profunda quedó marcada en la piedra. Y ahora estoy aquí, acariciando esa hendidura que un romano dejó hace siglos. Y que solo los muros de la Torre saben si fue verdad o si es mi imaginación la que lo inventa…

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"Siempre tengo la mirada cómplice de la gente aunque esté tirada en el suelo debido a que los clicks son un juguete que trasmite simpatía. Hay gente que cree que me he desmayado y vienen a socorrerme y otro día me tumbé en las escaleras de María Pita y unos transeúntes se asustaron pensando que me había caído", recuerda entre risas a la vez que afirma que "es habitual que se le acerquen familias con niños con la excusa de enseñarles los Playmobil pero que al final resulta que los verdaderos interesados de los clicks son los padres en muchas ocasiones", añade.

Su labor en su perfil social, a pesar de que se trata de un hobby, no pasa desapercibida, ya que cuenta que pudo homenajear a Emilia Pardo Bazán con unas imágenes de sus clicks en la Casa Museo que la novelista tiene en A Coruña a petición de la propia institución. Alcázar apunta que "las reacciones, likes y comentarios de sus seguidores le animan a continuar con esta pasión" y se muestra enérgica ante seguir aumentando el esfuerzo en sus imágenes progresivamente "para mejorar, innovar y seguir sorprendiéndoles".