La cacerolada contra el Gobierno se va extendiendo día a día por más ciudades de España. Las calles de A Coruña han sido testigo esta tarde de la protesta protagonizada por un grupo de personas que, con cacerolas en mano, han salido a mostrar su disconformidad con la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.

La protesta partió de la Plaza de María Pita, donde los manifestantes se concentraron antes de poner rumbo hacía el Obelisco. Además de las cacerolas que hicieron sonar durante toda su marcha, muchas de estas personas portaban, la mayoría sobre sus espaldas, banderas de España.

Este grupo de coruñeses ha respondido a la convocatoria que, según recogen las redes sociales, se habría difundido a través de la aplicación de mensajería de Whatsapp.

Los manifestantes, obligados a mantener las distancias de seguridad, marcharon por la céntrica calle Real gritando consignas por la "libertad". La voz de los participantes no era la única que sonaba, pues echaron mano de un altavoz para lograr hacer más ruido.

Protesta en caravana

Lo que empezó siendo hace una semana una concentración aislada en el Barrio de Salamanca, en Madrid, se extiende por el resto de ciudades, entre ellas A Coruña. Este movimiento surgió a raíz de las diferencias políticas en el parlamento con la petición de la última prórroga del estado de alarma.

Primero se llamó a sustituir el aplauso de los sanitarios a las 20 horas por una cacerolada desde los balcones, pero con la medidas de alivio y la posibilidad de salir a la calle, las caceroladas empezaron a sucederse en las calles. Ahora también en las de la ciudad herculina, donde este sábado Vox organiza una caravana de coches en protesta por la gestión del Gobierno.