Ayer, 11 de junio, era la fecha marcada en rojo en el calendario para los clientes del Chaflán, uno de los bares más populares de A Coruña. Así lo había anunciado hace unas semanas Rafa Varela, que junto a Anuska Viña regenta el local. Ambos habían decidido retrasar la apertura a la fase 3 de la desescalada ante las reducidas dimensiones del local.

Pese a los preparativos y el esfuerzo de Rafa, Anuska y el resto de empleados del Chaflán, la cosa se torció. Las numerosas personas que acudieron y la imposibilidad de garantizar las medidas de seguridad fijadas para la hostelería obligan al Chaflán, solo un día después de su apertura, a echar de nuevo el cierre.

El caso recuerda al ocurrido en otros locales de hostelería de la ciudad, como el Central Park o La Gata, que también decidieron cerrar sus establecimientos debido al incivismo de algunos clientes. En este caso, el Chaflán ha querido pedir perdón a través de sus redes sociales por "quizá, haber abierto demasiado pronto".

"Lo hemos intentado, pero no hemos podido o sabido manejarlo. Es súper bonito sentirse querido y que la gente responda tan bien y venga al bar, pero a la vez es peligroso", señalan en su cuenta de Facebook. Ante la imposibilidad de garantizar al 100 % la salud de clientes, trabajadores y vecinos, el Chaflán no volverá a abrir hasta nuevo aviso.

Los clientes les muestran su apoyo

Tras esta dura decisión, anunciada a través de las redes sociales, han sido muchos quienes han querido mostrar a Rafa y Anuska su total apoyo ante esta situación. La mayoría señalan que no deben pedir perdón por lo ocurrido y que volverán al Chaflán cuando la situación mejore.

Este pequeño local de Os Mallos se ha ganado el corazón de muchos coruñeses por su ambiente acogedor y el trato cordial de sus trabajadores. Además, Rafa y Anuska promovieron en marzo una campaña para que Abdou, un cliente de origen senegalés, pudiese ir al entierro de su madre a su país natal. Ellos mismos sufragaron buena parte de los gastos.