Feirón de Culleredo.

Feirón de Culleredo. Concello de Culleredo

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Covid-19: Culleredo (A Coruña) valora hacer dos feirones al mes para vender su excedente

Según el ayuntamiento de Culleredo el primer feirón celebrado hoy tras la pandemia "ha sido un éxito de asistencia y organización" y los dos feirones mensuales que se valoran se celebrarían cada dos semanas

14 junio, 2020 12:53

El municipio coruñés de Culleredo ha retomado hoy su tradicional feirón ante la mejoría de los datos de la pandemia en Galicia y A Coruña pero con nuevas normas para garantizar las medidas sanitarias. Según el ayuntamiento, "ha sido un éxito de asistencia y organización" y se ha anunciado que se valora la posibilidad de hacer dos feirones mensuales, uno en Acea de Ama y otro en O Burgo, "para dar salida al excedente acumulado durante estos meses de parón" y para "relanzar la actividad".

El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, asistió a la cita y, además de constatar el buen funcionamiento del operativo diseñado para la ocasión, anunció que "desde el ayuntamiento se están preparando las bases para hacer dos feirones al mes". Se celebrarían cada dos semanas "con el objetivo de ayudar a los productores a sacar todo el excedente de producto que no han podido vender en estas semanas", detalló Rioboo.

Por su parte, el feirón ha regresado al municipio coruñés en una nueva ubicación, la explanada del paseo marítimo de O Burgo, un lugar con mayor espacio y que facilita la adopción de medidas de seguridad y protección para los usuarios. Esta explanada es más adecuada que el lugar donde se realizaba tradicionalmente el mercadillo, ya que alberga sin problemas a un total de 43 puestos de alimentación y producción local.

Los accesos se efectuaron únicamente por unos puntos marcados, diferenciando la entrada y la salida del recinto, con un control del aforo de acuerdo con las indicaciones sanitarias. En la entrada se midió la temperatura y se ofrecía gel hidroalcohólico para las manos y el uso de mascarillas fue obligatorio para acceder. Los puestos estaban separados con una distancia mínima entre cada uno de 4 metros desde cada lateral y de 6 metros frontalmente.  Además, uno de los reclamos de la cita fue la pulpeira, que para muchos sirvió como fin de fiesta de un esperado regreso.