La Estación de Autobuses de A Coruña está de aniversario: el edificio celebra hoy 45 años desde su inauguración, el 20 de agosto de 1975. El Ministerio de Obras Públicas construyó las instalaciones con el objetivo de que el tráfico de los autobuses interurbanos no afectase al centro urbano y de dotar a los pasajeros con un recinto cerrado que hiciese más cómodo su viaje, tanto la espera como la llegada.
La zona elegida para su construcción fueron los terrenos de la antigua Estación Ferroviaria do Norte, que formaban parte del centro urbano pero no estaban tan densificados como en la actualidad. El edificio se levantó en una parcela de unos 24.000 metros cuadrados y fue considerado durante años como uno de los más modernos y funcionales a nivel nacional.
La instalación se proyectó con tres secciones diferenciadas por sus características y usos: zona de viajeros, zona de equipajes o mercancías y zona de dársenas. La Estación de Autobuses, sin embargo, sufrió varias reformas a lo largo de los años para adaptarla al desarrollo urbanístico, tecnológico y de movilidad que experimentó A Coruña. Un ejemplo, según apunta el ayuntamiento coruñés, es la construcción de una gran puerta de entrada y de salida en el acceso principal que sustituyó las originales, situadas en los laterales.
La estación coruñesa cuenta actualmente con unas 120.779 salidas y 122.899 llegadas de autobuses anuales. El edificio, no obstante, acoge también otras actividades, como la Sala de Control de Tráfico de la ciudad, el Servicio Municipal de Movilidad, la Tarjeta Millennium Coruña y el Servicio de Rehabilitación y Vivienda.
El incremento de los viajes y las nuevas exigencias de los viajeros, así como la necesidad de conectar la movilidad en el ámbito metropolitano, implica la necesidad de una estación intermodal que está previsto construir en la zona de A Sardiñeira. Este nuevo edificio condicionará el futuro de la actual Estación de Autobuses, que hoy en día sigue funcionando con total normalidad.