Situado en un entorno próximo a la Torre de Hércules, el barrio de Adormideras o Durmideiras cuenta con numerosos atractivos que van más allá de su cercanía al faro romano: el parque escultórico del Campo da Rata, las playas de San Amaro, Adormideras y Os Mouros, el Club del Mar o las vistas exclusivas que desde el propio entorno barrial se contemplan son algunos de sus encantos. Pero no siempre estuvieron ahí.
Un barrio esbozado en la Transición
Hay que retroceder casi 40 años en el tiempo para dar con la génesis de Adormideras. La historia del barrio comienza en la década de 1980, cuando se levantan los primeros edificios para evitar la deslocalización de la población urbana a otros concellos vecinos, como Culleredo o Arteixo. Es entonces cuando empiezan a llegar los primeros moradores a la por entonces inhóspita Adormideras, separada del resto de la urbe. Pero en los años posteriores fue cercándose el barrio de manera paulatina. Con la llegada del nuevo milenio Durmideiras comenzó a integrarse más plenamente en la vida de la ciudad hasta convertirse en un barrio más. ¡Y con calas!
A principios de los 2000, se procedió a realizar dos instalaciones permanentes de alto valor simbólico y monumental sobre el anejo Campo da Rata, hoy integrado en el parque escultórico de la Torre de Hércules. Un grupo de menhires "por la paz", de Manolo Paz, y un monumento en memoria de los caídos por la República, de Isaac Díaz Pardo, ornamentan este espacio abierto que se comunica con la Casa de las Palabras, la estatua de Hércules en la Nave de los Argonautas o la Caracola de Punta Herminia, entre otras esculturas próximas a la Torre. Hoy en día, el conjunto se encuentra reconocido por la UNESCO y supone una gran atracción tanto para coruñeses como para visitantes.
Un espacio de amplio equipamiento
Actualmente, Adormideras es un área eminentemente residencial, pero dotada de todos los servicios básicos. A sus aproximadamente 1.800 vecinos no les falta de nada; desde un instituto hasta un centro de salud, pasando por un mercado, una farmacia, dos parques infantiles, varias cafeterías y pistas deportivas y algún que otro pequeño establecimiento, sin olvidar el cómodo hotel Eurostars. Además, las líneas de autobús 3, 3A y 5 conectan el barrio con San Pedro de Visma (en dos rutas distintas) y con el Carrefour de Alfonso Molina, respectivamente, lo que facilita la movilidad de sus habitantes.