El ayuntamiento coruñés y la familia de Diego Bello estudian la vía judicial para el caso
Fuentes municipales han garantizado a la familia que hablarán con la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, para que se mantenga la vía diplomática para aclarar lo ocurrido
29 septiembre, 2020 17:33A CORUÑA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) –
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, se ha comprometido con la familia del coruñés Diego Bello a consultar con abogados especialistas en derechos humanos la posibilidad de presentar una denuncia en Filipinas para que se esclarezca "el asesinato" del empresario en el país asiático. Tras una reunión entre la alcaldesa y los padres del joven, fuentes municipales han garantizado a la familia que hablarán con la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, para que se mantenga la vía diplomática para aclarar lo ocurrido hace ya nueve meses.
"Nos sentimos desanimados porque el tiempo pasa y no hay nada que nos acerque a la justicia para Diego", apuntaron representantes de la familia de Bello, que entregaron a Rey una copia del informe de la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas de agosto que califica de "ejecución judicial" la muerte del coruñés.
Los allegados de Bello indican que el documento "señala que la policía disparó a matar en una clara violación de los derechos humanos" y añaden que los expertos niegan cualquier vinculación del coruñés con el tráfico de drogas. A su vez, la familia agradeció a la alcaldesa la declaración institucional que aprobó toda la corporación para que se "haga justicia".
Un suceso que conmocionó a toda una ciudad
El día de su muerte Bello estaba en el restaurante que dirigía cuando la policía entró con la intención de cerrarlo al público. "Llegaron a cerrarles el establecimiento. Gritaron que todos al suelo y Diego les pidió explicaciones. No se las quisieron dar y directamente se lo bajaron", contaron testigos de los hechos pocas horas después del sucesos.
Los presentes en aquel fatídico momento explicaron que no era la primera vez que las autoridades locales acudían al bar de Bello. "Los tenían fichados. Les intentaron cerrar el local antes y estaban a ver si perdían clientela. Como no conseguían nada les buscaron algo", cuentan. "Es un chaval que no vio una pistola en su vida ni drogas", afirmaron rotundamente quienes le conocían.