Un investigador coruñés lidera un estudio para usar el veneno de avispa como antibiótico
César de la Fuente también dirige una investigación para crear un test de detección de coronavirus que podría integrarse en las mascarillas
27 octubre, 2020 06:00El coruñés César de la Fuente dirige un laboratorio en la Universidad de Pensilvania, en Philadelphia (Estados Unidos), donde es catedrático. El trabajo que desarrolla junto con su equipo ha dado dos resultados prometedores y fundamentales que fueron anunciados en los últimos meses: un test de detección de coronavirus que podría integrarse en las mascarillas y un antibiótico procedente del veneno de las avispas asiáticas reconvertido.
De la fuente estudió biotecnología antes de hacer su doctorado en la University of British Columbia en Vancouver (Canadá) y ser fellow en MIT. Su trayectoria lo llevó finalmente hasta Philadelphia, donde ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo como investigador. Sin ir más lejos, en mayo fue designado como Mejor Investigador Joven de EEUU por la American Chemical Society.
Veneno de avispas como antibiótico
La Proceedings of the National Academy of Sciences publicó recientemente el resultado de un estudio que muestra que es posible reconvertir el veneno de las avispas asiáticas en antibióticos capaces de combatir bacterias multirresistentes. El líder de esta investigación es el coruñés De la Fuente, que explica que el trabajo está en fase pre-clínica y que los resultados son positivos: el 80% de los ratones sometidos a una infección letal sobrevivieron con este tratamiento. "Hemos conseguido reprogramar un veneno en moléculas con capacidad antibiótica y que no presentan toxicidad. Las moléculas sintéticas que diseñamos a partir del veneno son capaces de destruir la membrana bacteriana", indica el biotecnólogo, que añade que el equipo todavía no testó si las bacterias pueden desarrollar resistencia a estos compuestos.
La presencia de las avispas asiáticas genera numerosos problemas en Galicia desde hace unos años y causó la muerte de varias personas que sufrieron su picadura. Las moléculas del antibiótico desarrollado por el equipo de De la Fuente toman como referencia el veneno, pero no son dañinas. "En otras palabras, nos inspiramos en algo producido de manera natural (el veneno) pero lo reconvertimos, mediante técnicas de biología sintética y computacional, en algo útil para el ser humano y nuestra sociedad", concreta el joven investigador.
Este hallazgo es fundamental porque hace décadas que no se descubren nuevas clases de antibióticos y las bacterias son cada vez más resistentes a los disponibles en la actualidad. Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan que, si no hay ningún cambio, en 2050 habrá diez millones de muertes anuales en el mundo como consecuencia de estas infecciones. "Estamos ante la próxima gran pandemia si no hacemos algo para evitarla", advierte el coruñés.
Mascarillas con test de coronavirus
El uso de la mascarilla es obligatorio como elemento de protección frente a los contagios y pronto podría convertirse en una herramienta útil para detectar las infecciones por coronavirus. César de la Fuente y su equipo trabajan "día y noche" en un proyecto del que ya obtuvieron resultados prometedores y que ha sido reconocido en la primera edición del Premio Nemirovsky Engineering and Medicine Opportunity (NEMO, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Pensilvania.
"Tenemos un prototipo pero no implementado en mascarillas todavía", explica el científico, que añade que, conceptualmente, el sistema de detección de COVID-19 se podría aplicar a cualquier tipo de material. Esta herramienta, que no conferiría protección, permitiría diagnosticar a las personas con coronavirus casi en tiempo real y a través de una gota de saliva, ya que es capaz de detectar una proteína característica del virus SARS-CoV-2.