Primero fue Penamoa. Tras el derribo en 2011 del asentamiento chabolista de Penamoa, el Concello de A Coruña quiere acabar con un punto de negro de consumo y tráfico de drogas en la ciudad: las casas de San José, situadas en las inmediaciones de la refinería, al borde de la carretera en la Avenida de Finisterre.

El Concello de A Coruña ha sacado a licitación el contrato para la demolición de estas viviendas, situadas próximas al límite con el municipio de Arteixo, poniendo así fin a un proceso iniciado por el anterior gobierno de la Marea Atlántica.

Con un presupuesto que asciende a la cantidad de 265.212, euros, los trabajos están previsto que se alarguen durante 14 semanas, según lo fijado en el anuncio de licitación.

Estas viviendas unifamiliares aisladas, que se encuentran en completo estado de abandono, fueron expropiadas con anterioridad por el Concello de A Coruña, que ahora, con el derribo de estas, pretende dejar el solar vacío para en el futuro poder ampliar la calzada en este tramo con un importante tránsito diario de vehículos .

La zona a intervenir comprende dieciocho parcelas, donde se
disponen viviendas unifamiliares aisladas o entre medianeras, además de pequeñas edificaciones auxiliares y alguna solera de hormigón que da acceso a las edificaciones, según se recoge en el informe del proyecto. Una vez que el derribo esté finalizado, se procederá al vallado de la zona.

Foco de consumo y tráfico de drogas

Durante años, estas casas ruinosas fueron usadas para la venta de droga tras derribo del asentamiento chabolista de Penamoa. A lo largo de esta década se sucedieron varias redadas policiales en el lugar y los vecinos se cansaron de denunciar la situación de conflictivas en la zona. Ahora, al igual que ocurrió en su día con Penamoa, A Coruña erradica un importante foco de venta de drogas en la ciudad.