Las playas de A Coruña continúan cerradas por tercer día consecutivo debido a la presencia de carabelas portuguesas. Los ciudadanos no pueden acceder a los arenales de la ciudad herculina desde el sábado, cuando se detectaron los primeros ejemplares de esta especie en Riazor, Orzán y As Lapas.

Fuentes municipales explican que, tras cada pleamar, técnicos especializados examinan las playas para proceder a la retirada de los ejemplares de carabelas portuguesas que aparecen. Este espécimen parece una medusa pero es en realidad conglomerado de organismos que se asocian como una colonia para sobrevivir.

El Concello da Coruña decidió cerrar los arenales municipales por seguridad, a pesar de lo cual varios ciudadanos accedieron a su interior. Las carabelas portuguesas son venenosas y su picadura puede provocar desde picor y escozor en la zona hasta fuertes dolores e incluso la muerte, por lo que las autoridades recomienda no tocarlas.

A Coruña no es el único municipio afectado por la presencia de esta especie. Oleiros detectó los primeros ejemplares el día 1 de enero, mientras que Ferrol cerró ayer las playas de Ponzos y Santa Comba y hoy hizo lo mismo con Sartaña, Marmadeiro, San Jorge y Penencia.