"Vivir pese a todo": Mensajes esperanzadores en la arena del Ánxel Casal de A Coruña

Mensajes de esperanza en un paisaje de excepción a los pies de la Torre de Hércules, el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo. Estos son los dos pilares del proyecto "Vivir pese a todo", cuyos responsables son los estudiantes del Ciclo Superior de Mediación Comunicativa y Ciclo Superior de Educación Infantil del Instituto Ánxel Casal de A Coruña. Desde hace unos días comenzaron a dibujar frases en la arena de la playa de As Lapas con materiales que arrastra la marea para expresar sus emociones de una manera distinta frente al "futuro incierto" que dibuja la pandemia para todos.

"La Torre de Hércules continúa iluminando la ciudad desde el siglo I y nunca ha dejado de hacerlo, algo que nos recuerda a la fuerza y esperanza que queremos transmitir con nuestros mensajes", explican. Dieron a conocer esta original iniciativa con frases como "Habrá primavera" y "Por un mañana", a las que seguirán todos los días otros mensajes de ánimo al mundo para así animar a los coruñeses a seguir luchando contra el coronavirus. Escogieron esta manera de comunicar porque, según aseguran, "querían mostrar una imagen de esperanza sin caer en lo fácil y monótono, aportando nuevas ideas originales e impactantes".

Interlocutor desconocido y libre interpretación

Para realizar el proyecto, desde un inicio los estudiantes debaten en el aula acerca del mensaje que quieren transmitir, siempre dirigido a un interlocutor desconocido, con el deseo de causar diferentes emociones sobre él y dejando una libre interpretación según el contexto al que quisiera dirigirlo. Una vez terminada la primera etapa, caminan desde el centro educativo hasta el arenal (a cinco minutos de distancia), un recorrido que reconocen que "fomenta una relación más estrecha profesor-alumno porque de este modo se elimina la organización jerárquica".

En la playa, una parte del grupo se encarga de despejar el lienzo, que no es otro que la arena, y marcar las letras a los pies de la orilla, y, por otro lado, los alumnos restantes recolectan algas para hacer el mensaje más visible a mayor distancia. Cuando finalizan las tareas, se fotografía la frase correspondiente desde el Paseo Marítimo y se comparte en las redes sociales.

Acción en un momento crítico de la pandemia

Los participantes del proyecto se componen de los ciclos de mediación comunicativa y educación infantil del CIFP Anxel Casal- Monte Alto, coordinados por la profesora María Victoria Martinez Vérez, doctora en sociología y experta en educación artística y que además, trabaja y colabora en investigaciones de la facultad de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid (considerada la tercera mejor profesora de España otorgado por EDUCA Abanca 2019).

"La idea del proyecto surge en un punto crítico de la pandemia en el que aumentan los casos de coronavirus y los ingresos en UCI, cierran los negocios y las vacunas escasean. Mientras, las farmacéuticas incumplen sus contratos y el futuro parece algo inalcanzable", admiten, al mismo tiempo que se muestran concienciados con la situación epidemiológica actual y subrayan que "tienen que cuidarse para cuidar de sus mayores porque todos tienen padres y abuelos a los que quieren proteger".

"No queremos dejar atrás a los que mueren, o están en el paro, o enfermos, al contrario, es por ellos que escribimos. También queremos que conste que como jóvenes somos conscientes de las acciones deshonestas y no las toleramos", afirman, sobre lo que matizan que "su mayor temor es no llegar a causar impacto o transmitir de forma adecuada el mensaje".

"La sociedad necesita fuerza y confianza para ver un mañana"

La meta principal del proyecto es la transmisión de los pensamientos y sentimientos, como una conducta reivindicativa, altruista y comunitaria, "capaz de llegar a una sociedad que necesita fuerza, confianza y esperanza para ver más allá, un mañana", apuntan. "Las personas que estaban solas, ya no lo están porque hay alguien que las piensa a diario" dicen, a la vez que hacen hincapié en que el contacto con la naturaleza y el mar a la hora de elaborar los mensajes "les transmite paz y tranquilidad", aparte de que la recogida de algas "les transporta a la infancia y les ayuda a desconectar", concluyen con optimismo y una infinita fuerza que les ayuda a continuar con su idea.