Las redes sociales se han convertido en un importante canal de venta a raíz de la pandemia del coronavirus. Muchos comercios locales se están viendo beneficiados por el uso de redes como Instagram durante el actual periodo de restricciones. Es el caso de la bombonería Praline de A Coruña. Este pequeño establecimiento tenía un perfil en Instagram con más de 5.000 seguidores. Decimos "tenía" (en pasado) porque, debido a la acción de alguien con mala fe, Praliné se vio obligada a abrir un nuevo perfil desde cero tras sufrir un "hackeo".

Todo ocurrió el jueves de la semana pasada, según nos cuenta Alejandra Pardo, una de las tres patas de este dulce establecimiento coruñés. Tras la publicación de un vídeo musical, la community manager de esta bombonería recibe un mensaje, supuestamente de Instagram, solicitándole una serie de datos con la excusa de que han infringido alguna norma. En ese momento, lo que menos se imaginaban es que el emisor de ese mensaje era en realidad un hacker .

Tras facilitarle los datos pensando que simplemente se trataba de un mero trámite, Praline, sin darse cuenta, acababa de ser víctima de un hackeo. Al rato se percataron de que algo iba mal: ya no tenían acceso a su cuenta de Instagram. "Le preguntamos a un informático para ver si podía recuperarla, pero no hubo manera", comenta Alejandra.

Al día siguiente, vuelven a recibir otro mensaje. Les chantajean para pedirles dinero. "Nos dicen que si queremos recuperar la cuenta tenemos que pagar un dinero", comenta Alejandra.

Ante la gravedad de lo ocurrido, deciden no ceder en el chantaje y ponen el caso en manos de la Policía, quien investiga hasta dar con el paradero del terminal desde donde enviaban estos mensajes. En Brooklyn. Desde este distrito de Nueva York hackearon la cuenta de Instagram de Praliné, que ahora tuvo que abrir una nueva que se llama @pralinebomboneria.

Este hackeo ha dificultado en cierta medida el ritmo de trabajo de este pequeño comercio que, al igual que el resto de establecimientos locales, ya está lo suficientemente castigado en estos tiempos de pandemia. Precisamente, a raíz de las actuales restricciones por el Covid, Instagram se ha convertido en una fuente de ingresos: Praliné realiza un 75% de sus ventas a través de esta red social.

Apoyo de los clientes

Poco a poco, su nuevo perfil va creciendo: ahora tienen 1.300 seguidores. Muchos de estos seguidores son clientes que, tras conocer lo ocurrido, no han dudado en apoyar a este establecimiento.

Además de a través de las redes sociales, las muestras de apoyo también llegaron a la calle. El sábado, tal y como nos cuenta Alejandra, hubo clientes que hicieron cola en el exterior de la bombonería para hacerse con un dulce en un momento no tan dulce para los propietarios de Praliné. "Te emociona ver que el cliente se vuelca", asegura Alejandra.