El coronavirus volverá a marcar nuestro vidas este verano. La incidencia del virus obligará a mantener toda la precaución, por segundo año consecutivo, en la próxima época estival. Y por ello, el Concello de A Coruña ya empieza a preparar la temporada de playa 2021, una temporada que recuperará las medidas de control implantadas en los arenales el pasado verano.

Así, las playas de la ciudad de A Coruña volverán de nuevo a estar valladas para dirigir la entrada y salida de los bañistas por los accesos establecidos, acceso que, al igual que el pasado verano, volverán a disponer de arcos de medición de aforo y semáforos que informarán sobre si es posible acceder al arenal o, por el contrario, habrá que esperar.

El Concello de A Coruña, tal y como recoge la información pública expuesta en el perfil del contratante, ya ha sacado a concurso por un importe de 28.601 euros la contratación del alquiler, montaje, desmontaje y mantenimiento diario del vallado en las playas de la ciudad. En concreto, se trata de los arenales de Riazor, Orzán, Matadero, As Lapas, San Amaro y Oza.

El consistorio, tal y como expone en la justificación de motivos, apuesta por este sistema, basado en vallado y arcos que disponen de una cámara dual para el recuento de personas y el control de aforo, debido a la elevada densidad de población que acude a las playas urbanas de manera diaria.

Vallado

Para evitar que hay gente que acceda a los arenales por cualquier otro lugar que no sea el debidamente habilitado, "es necesario implementar
un eficaz vallado de las playas, con el fin de que las entradas y las salidas sean siempre -y exclusivamente- a través de los arcos de control de aforo", expone el consistorio en el pliego de condiciones.

En las especificaciones técnicas, se destaca que el vallado, que debe cubrir sobradamente la longitud de cada arenal, deberá anclarse de
modo seguro a elementos del mobiliario urbano para evitar que sea desplazado. Asimismo, este será de fácil desmontaje para permitir el acceso en caso de emergencia.

Con este sistema habilitado por primera vez el pasado verano, entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, el Concello garantizará que la entrada y la salida de los arenales se realizarán solo por aquellos puntos autorizados, evitando así la masificación de personas que favorece la propagación del coronavirus.

Control del acceso a la playa del Orzán.

Arcos y semáforos

La solución empleada el año pasado, y que se repetirá este verano, incluye también una serie de arcos situados en los accesos de los arenales. Con ellos, se registra la entrada y salida de bañistas. Junto a ellos se volverán a colocar los semáforos que, en función de si estaba verde o rojo, comunica si era posible o no acceder a la playa.

Para evitar tener que llegar hasta la playa y dar la vuelta, se recuperará la página web municipal donde se informará en tiempo real de la ocupación de cada una de las playas. Pese a todo, el verano pasado, la gran afluencia de bañistas hizo que en más de una ocasión se repitiesen colas en los accesos a las playas.

Este operativo, que se repetirá este verano, estuvo controlado por agentes de la Policía Local que a diario vigilaban el cumplimiento de la normativa en los arenales coruñeses. Arenales que, por segundo año, volverán a adaptarse a las circunstancias que motiva una pandemia con la que tendremos que convivir un verano más.