Adiós a un rincón del medievo en A Coruña: El Feudo se despide tras 24 años en Panaderas

"El mejor local de buen rollo de la ciudad", tal como sus responsables lo definen, o lo que es lo mismo, El Feudo, ha anunciado que cierra sus puertas uniéndose así a la triste lista de establecimientos que cesan su actividad a causa de la pandemia en la ciudad. Así lo han confirmado este lunes a través de sus redes sociales y la noticia ha sobrecogido a muchos fieles de este peculiar rincón medieval del centro de A Coruña que ya era todo un clásico, dado que abrió sus puertas nada menos que hace casi 25 años.

El alma del Feudo durante estos últimos años era Pinu, quien no quiso perder la oportunidad de coger el relevo de los fundadores de este mítico local coruñés: Ferre, Meju, Marcote y Ángel, todos ellos trabajadores de otros locales de ocio que decidieron darle a Panaderas aires de renovación, ya que en la zona hace años apenas había establecimientos de hostelería. Uno de los secretos del éxito del se basa en que es temático y siempre se ha mantenido este estilo aunque el tiempo siguiese corriendo, algo que sus dueños aseguran que ayudó a fidelizar clientes y a hacerles sentir como en casa, ya que muchos de los habituales incluso tomaban algo en compañía de sus hijos mientras los pequeños correteaban por el bar.

Además, el peculiar estilo y la decoración de este clásico coruñés llamó la atención de multitud de turistas y El Feudo ha llegado a figurar en guías de viajes de repercusión internacional. A su vez, el bar ejerció como lugar de encuentro de los equipos de fútbol playa de la ciudad y de los alrededores que acudían a tomar algo después de los encuentros y el propio equipo del Feudo destacó por su gran calidad y brillantez en el juego, unas cualidades que les llevaron a ser campeones nacionales y a clasificarse para este campeonato al menos en cinco ocasiones.

En otras épocas, los coruñeses iban al Feudo a su vez a jugar a juegos de mesa por las tardes, pero esta costumbre se fue perdiendo con el paso del tiempo. En general, la edad de la clientela oscilaba entre los 20 y los 60 años dependiendo del momento del día y ahora muchos lamentarán esta pérdida que dejará un hueco que llenar.