Mañana, viernes 23 de julio a las 09:00 horas, es el día fijado para el desahucio de la Sociedad Recreativa de A Gaiteira en A Coruña, cuyo local social está ubicado en la Avenida de Oza, 80. La institución tiene más de 64 años de historia y está arraigada en el barrio, sobre todo entre los vecinos que llevan más años en la zona, por lo que sus responsables piden colaboración en una movilización fijada para este jueves a las 20:00 horas en la sede.

La socia de honor de la Sociedad Recreativa de A Gaiteira, Beatriz Julia Varela, expone la urgencia de recabar apoyos contra este inminente desahucio que se efectuará en menos de 24 horas si no consiguen pararlo antes. Varela argumenta que "la sociedad ha sido víctima de la situación generada por la Covid-19″, lo que les ha impedido hacer frente a la renta de los últimos meses". "Solo disponemos de 24 horas para intentar parar el desahucio. Podemos todavía pararlo, contamos con tu presencia y solidaridad", expresaron desde la agrupación coruñesa con optimismo frente a las duras horas de incertidumbre que les esperan.

Por su parte, la alcaldesa, Inés Rey, explicó esta mañana durante la presentación de las Fiestas que "no tienen margen de actuación y no pueden hacer nada" con este asunto ya que el dueño del local que ocupa la sociedad no ha recibido los pagos correspondientes del alquiler, lo que ha derivado en la orden de desahucio. Por su parte, el Grupo Popular ha urgido a Inés Rey a que atienda a la Sociedad Recreativa A Gaiteira y "a que se ponga a trabajar sin más demora para garantizar el futuro de la entidad".

En este sentido algunos concejales populares aseguraron que se pusieron ayer en contacto con la directiva de la Sociedad para ponerse a su disposición y mantuvieron una conversación con el propietario para conocer de primera mano la situación. La portavoz del Grupo municipal, Rosa Gallego, considera que lo que ocurre con la Sociedad de A Gaiteira “es una consecuencia directa de los efectos de la pandemia, similar a la que viven cientos de empresas y autónomos de la ciudad”. Gallego considera a su vez que el Ayuntamiento, y específicamente Inés Rey, “tiene
la obligación moral de hacer cuanto pueda por la supervivencia de uno de los referentes sociales y culturales de la ciudad”.