Cartucho en una senda

Cartucho en una senda Libera

A Coruña

Alertan de la aparición de cartuchos y cadáveres de animales en una senda ciclista de Arteixo

Animalistas denuncian el aumento de estas apariciones en espacios de tránsito cotidiano

12 septiembre, 2021 13:16

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) – 

Las asociaciones animalistas Libera! y Familias polo Respeto Animal (FARE) han alertado este domingo sobre el aumento de cartuchos disparados y cadáveres de animales aparecidos en sendas ciclistas de Galicia.

Ambos colectivos han afirmado que estas apariciones son "cada vez más habituales en espacios de tránsito cotidiano". En especial, en un comunicado recogen las denuncias de varias familias por la situación en la ruta BTT de Arteixo (A Coruña), en la que este jueves ha aparecido el cadáver de un conejo tiroteado.

A este respecto, los animalistas recuerdan que dejar cartuchería o partes de munición en la naturaleza supone una infracción de carácter leve, sancionable con hasta 600 euros. Por otro lado, disparar sin respetar las zonas de seguridad puede conllevar multas de hasta 6.000 euros. A mayores, podría inhabilitarse al responsable para obtener una licencia de caza durante un periodo de cinco años.

Los activistas reclaman mano dura contra los "continuados incumplimientos legales", para evitar incidentes como el de un cazador que tuvo que serevacuado en helicóptero en Montederramo (Ourense) por el presunto disparo rebotado de un compañero. Otro cazador fue interpelado hace meses por disparar a un jabalí entre viviendas en el municipio ourensano de Arnoia.

"Emergencia cinegética temporal"

Tanto FARE como Libera! también han criticado la "emergencia cinegética temporal" auspiciada por la Xunta de Galicia, que permite batidas todos los días de la semana contra jabalíes "sin que existan ni más medios técnicos ni más medios humanos para controlar estas convocatorias".

Tal y como lamentan las asociaciones, la ley gallega de Caza de "adolece de importantes carencias". Entre ellas, enumeran que "no existe un reglamento adaptado a la misma", lo que "deja en el aire actuaciones como una prueba de alcoholemia y drogas"; no determina planes de vigilancia anuales ni detalla cómo se deben señalizar las cacerías.