Quejas de los vecinos de Oleiros (A Coruña) por las obras en la AC-12 a su paso por Perillo

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Vecinos de Oleiros (A Coruña) se quejan de que las obras en la AC-12 a su paso por Perillo les causan desde hace siete meses numerosos inconvenientes. Los ciudadanos aseguran que los trabajos en la concurrida carreta los obligan a desviarse varios kilómetros y a sufrir atascos diarios para llegar a sus puestos de trabajo o llevar los niños al colegio.

Los comerciantes y residentes en las urbanizaciones Agramar y Beiramar denuncian que deben desplazarse hasta casi San Pedro de Nós para dirigirse posteriormente a A Coruña, sufriendo la congestión de tráfico cada día y perdiendo unos 15 o 20 minutos cada vez que deben realizar el trayecto, lo que resulta "desesperante". El tiempo de espera aumenta cuando se produce un accidente de tráfico y este lunes, por ejemplo, el atasco fue de unos 45 minutos.

La situación no afecta solamente a los conductores que viajan en coches particulares, sino a aquellas personas que usan el transporte público. El autobús del colegio llega entre 15 y 20 minutos tarde, por lo que los más pequeños deben esperar en la parada, ahora "con lluvia y frío", y bajarse "en medio de la carretera, cortando el tráfico hasta que no están todos fuera". Los vecinos denuncian, además, que los pasos peatonales son "intransitables, peligrosos" y tienen material de obra por el medio.

Búsqueda de soluciones

Las familias afectadas denuncian que cuando quieren desplazarse hasta A Coruña, están obligadas a ir a dar la vuelta cerca de la gasolinera de Repsol para regresar después por la misma carretera pero en la otra dirección. Los vecinos hablaron con el ayuntamiento, la Guardia Civil y la DGT para pedir que les dejen realizar el giro directamente hacia la ciudad herculina en el cruce de Beiramar, ayudándose con la instalación de semáforos de obra para regular el tráfico, pero todavía no han obtenido una solución.

Los trabajos se demorarán, según denuncian los afectados, unos tres años más a los que habría que sumar los siete meses que ya han pasado y que ha llevado a algunos de los perjudicados a aparcar su vehículo del otro lado de la AC-12 para poder evitar los atascos. "Somos unas 300-400 familias afectadas", indica uno de los vecinos, que explica que comienzan a plantearse otras medidas como las manifestaciones o los cortes de tráfico para que sus demandas sean escuchadas.

"Entendemos que es una obra muy complicada, difícil de gestionar por el volumen de tráfico que tiene esta carretera, pero a los vecinos más afectados debe facilitárseles algo las cosas dentro de lo que se puede hacer. Estamos pidiendo un semáforo de obra que cuando se cierre el de la nacional, podamos salir hacia A Coruña sin tener que hacer kilómetro y pico ida y vuelta de atasco", explica uno de los perjudicados, que teme que la situación empeore ahora que comienzan las lluvias.