La madrugada del 28 de diciembre sobre las 04:30 horas, la Policía Local de A Coruña interceptó en la calle San Andrés a un conductor que no respetó las señalizaciones y procedieron a pararlo. Detectaron síntomas de consumo de alcohol y tras las pruebas pertinentes comprobaron que presentaba 0,88 mg/litro.

Se procedió a tramitar diligencias al juzgado correspondiente y los agentes comprobaron a su vez que el conductor no era el propietario del vehículo. Debido a esto se ponen en contacto con la legítima propietaria, sorprendida por la notificación de los agentes ya que alegó que había dejado su vehículo en un taller para que fuese reparado "y no sabía qué hacía circulando".

El vehículo fue inmovilizado y trasladado al depósito municipal. Esta no ha sido la única incidencia grave al volante en los últimos días ya que entre Nochebuena y el 26 de diciembre fueron detectados dos conductores al volante que superaban la tasa permitida de alcoholemia y otro que dio positivo en drogas, a la vez que el 24 de diciembre un kamikaze circuló en dirección contraria por la avenida de Alfonso Molina, afortunadamente sin dejar daños materiales o personales que lamentar.