• Los trabajadores del servicio de limpieza viaria de A Coruña podrían ponerse en huelga

El conflicto de basura, lejos de llegar a su fin, está camino de reactivarse. Las imágenes de toneladas de basura acumulada podrían repetirse de nuevo en las calles de A Coruña, y es que el comité de empresa ha anunciado que convocará una huelga por motivos laborales, después de que la reunión mantenida ayer, jueves, con la empresa concesionaria, PreZero, terminase sin acuerdo.

Tras la reunión de ayer, en la que no se alcanzó ningún acuerdo entre las partes, hoy, el comité de empresa se ha reunido para tomar una decisión, que pasa por la convocatoria de una huelga por motivos laborales, según ha indicado el sindicato. Los trabajadores denuncian la antigüedad de los camiones y el incumplimiento del plan de seguridad por parte de la empresa.

El presidente del comité de empresa PreZero-Cespa, Luis Varela, ha anunciado este viernes la convocatoria dela huelga de manera "inmediata e inminente" en el servicio de recogida de basuras de A Coruña debido también al "incumplimiento" del plan de igualdad y la "persecución" sindical por parte de la patronal a los compañeros. Sobre la reunión mantenida ayer, Varela detalló que la patronal "no entró a valorar" las cuestiones que los trabajadores pusieron "encima de la mesa".

"Las negociaciones están rotas por parte de la patronal y la representación social", ha sentenciado Varela y ha añadido que no pueden dar fechas concretas pero que la huelga se hará efectiva "lo más pronto posible".

"Sufriendo averías constantemente"

Foto: CEDIDA

El presidente del comité ha destacado que "no es lógico" que la empresa "obligue" a los trabajadores a realizar la recogida de basuras con vehículos que tienen "más de 27 años" que están "sufriendo averías constantemente" y provocan "accidentes de trabajo" cuando PreZero-Cespa "tiene camiones nuevos en las instalaciones".

Según ha afirmado Varela en la mañana de este viernes, hay una docena de compañeros "aproximadamente" con expedientes sancionadores abiertos la semana pasada. La empresa "ratifica" que son por bajo rendimiento, mientras que el comité reitera que pueden "demostrar con partes del taller" que los camiones están sufriendo "numerosas" averías que no permiten que se finalice el servicio.

Varela ha presentado a los medios una auditoría hecha en marzo de 2018 "con fotos de camiones que no sirven" y ha asegurado que siguen trabajando con "los mismos". Respecto a la "persecución sindical", el presidente del comité ha asegurado que existen "amenazas y coacción" por parte de la patronal.

"Sin respuesta" de la alcaldesa

El presidente del comité ha señalado que el pasado lunes solicitaron una reunión con la alcaldesa de A Coruña para transmitirle sus "inquietudes" y "explicarle" lo que está sucediendo por parte de los trabajadores y del comité.

"A día de hoy, aún no tenemos respuesta", ha sentenciado Varela, quien ha insistido en que condenaron los actos vandálicos "desde el primer momento" y ha reiterado que desconocen la autoría de los hechos y su interés porque las investigaciones continúen para "identificarlos a todos".

Inicio del conflicto

El conflicto de la recogida de la basura comenzó el 23 de febrero, cuando varios camiones amanecieron con las ruedas pinchadas, y otros dos fueron calcinados a finales de la semana pasada mientras que numerosos contenedores y papeleras ardieron en los últimos días. El comité ha vuelto a desvincularse de estos actos de sabotajes. La concesionaria del servicio, PreZero, denunció a varios sindicalistas por el sabotaje y cuantifica en más de 500.000 euros los daños económicos causados.

Las toneladas de basura acumuladas durante varios días llevó al Gobierno municipal a declarar el estado de emergencia sanitaria para poder sancionar a la empresa concesionaria y contratar a una de emergencia. En estas últimas jornadas, tras el refuerzo de Tragsa, han sido retiradas toneladas de basura de las calles de la ciudad.

El conflicto entre el Sindicato de Trabajadores de Limpieza (STL) y la empresa concesionaria de A Coruña no es nuevo, ya que en 2019 se vivió una situación similar, con duras críticas para el alcalde Xulio Ferreiro, entre ellas de la propia alcaldesa de A Coruña, que tres años después se ha encontrado con una situación incluso peor.