La hostelería vuelve a atravesar un momento complicado. El sector, que está todavía herido a causa de la pandemia, afronta ahora las dificultades provocadas por la subida de precios: "El escenario es catastrófico, durante la pandemia cerró un 17% de locales en Galicia, si no se toman medidas inmediatas habrá un cierre masivo en el que tendremos gente sin trabajo y familias arruinadas", señala a Quincemil el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete.

La subida del precio de los alimentos ha causado dificultades a la hostelería, pero el principal problema viene provocado por la subida del precio de la luz: "Es un factor clave para nosotros, porque estamos muchas horas abiertos y las cámaras de frío trabajan 24 horas. El precio del combustible afecta más a otros sectores, pero en la hostelería se utiliza mucho el gas en las freidoras, hornos, fogones… y nos está influyendo".

Los hosteleros piden "soluciones inmediatas" y consideran que "bajar los impuestos" debería ser la medida principal. Héctor Cañete apunta: "Ha subido el precio del gas y parece que es por culpa de la guerra, pero no es cierto, la subida de precios ya venía de atrás. Lo que más molesta es que suben los precios, se mantienen los impuestos en vez de bajarlos proporcionalmente y están recaudando más. Nos están ahogando y tienen que solucionarlo".

"La gente está perdiendo poder adquisitivo y eso nos afecta"

Esta subida de costes para la hostelería podría causar una subida de sus precios, pero esta medida es una opción que los hosteleros intentan evitar, sobre todo porque esta problemática afecta a toda la sociedad y repercute directamente en el sector: "La inflación está disparada y la gente está perdiendo poder adquisitivo. Los primeros afectados somos nosotros, porque tú cuando no tienes dinero pagas la hipoteca, colegio, comida… y no gastas en ocio".

Esta subida del nivel de vida hace que los trabajadores del sector de la hostelería empiezan a pedir subidas de sueldo, algo que Héctor Cañete considera "lógico", aunque también piensa que las empresas no van a poder asumir en esta situación.

Como medida de protesta, la hostelería plantea hacer un parón este lunes: "Sería un primer aviso indicando que estamos de acuerdo con las reivindicaciones de ganaderos, agricultores, pesca o transportistas, todos los sectores tenemos el mismo problema. Es una llamada de atención, serán paradas puntuales, voluntarias, porque la hostelería lo está pasando muy mal".

Las protestas de los otros sectores, que apoya la hostelería, está causando que empiecen a tener un problema de suministro. De momento, Héctor Cañete considera que no es un problema "gravísimo", pero sí que detecta que está empezando a "faltar producto". "Se va supliendo porque si no das de comer una cosa das otra", añade el representante de los hosteleros de A Coruña.

"La luz es un empleado más"

Para conocer más en profundidad esta situación, hablamos con Nacho Moreira, propietario de La esquina de Valentina, situada en la calle Galera. El hostelero señala con humor que "la luz es un empleado más". El local ha visto como su factura se triplicaba en las últimas fechas, pasando de pagar 300 a 900 euros. "Tenemos que estar más comedidos con las cosas que tenemos encendidas, controlamos más el horno o la campana, nos medimos más".

Además de un incremento en la factura de la luz, este establecimiento también empieza a notar una falta de suministro. El pollo o el pescado ha empezado a escasear, y otros productos empiezan a ser demasiado caros: "Hemos notado la subida de precios en el pan, pero especialmente en el aceite de girasol. Ahora usamos aceite de oliva, aunque nos cueste un poco más caro". Esto los invita a hacer cambios en la carta, así sus croquetas de pollo ahora son de jamón, que les sale más rentable.

Esta subida de precios que están experimentando no quieren que repercutan en el precio que le ofrecen al cliente, y por el momento lo intentan aguantar "lo máximo posible". Entienden que la subida de precios que experimenta el ciudadano, también les puede afectar: "La gente no tiene dinero, vendrá menos y lo entiendo perfectamente. No es una época que te invite a salir a consumir, e igual que me mido yo cuando tengo el día libre, se medirá el cliente".

El posible parón del próximo lunes no les afecta ya que es un día que cierran, pero Nacho Moreira señala que si ese día abrieran, "pararíamos para apoyar la medida porque es un poco abuso lo que vivimos".

Por otro lado, Rubén García del Charlatán, establecimiento que tiene con su socio Álvaro Victoriano en la calle Galera, está sufriendo los mismos problemas que la hostelería local. "La luz ha subido casi el doble, este mes vinieron unas facturas muy altas".

El hostelero comenta que han sufrido incrementos en los precios, como en los vinos que han subido un 15%. De momento en la alimentación los precios no han subido tanto, pero todo apunta a que lo harán próximamente. A principio de año hicieron una pequeña subida de los precios con el cambio de carta, pero la subida que se está experimentando ahora la están notando y tampoco quieren incrementar el precio".

"El que ya estaba a límite de gastos, en vez de bajar una vez a la semana, vendrá alguna vez al mes. Somos el sector más prescindible y se está notando. Este mes hubo un consumo bajo, lo que se preveía un año espectacular está siendo un año malo", valora el hostelero.

La situación es tan complicada, que el lunes no podrán parar a pesar de apoyar la iniciativa. "Difícilmente podremos cerrar sabiendo como está la cosa, aunque intentaremos sumarnos de alguna manera", concluye Rubén García.