A Coruña cuenta con un pionero programa de apoyo a jóvenes en situación personal o social de riesgo emocional, Norte, orientado a la prevención de conductas autolesivas. La iniciativa ha sido presentada esta mañana en O Remanso por la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey; la edil de Igualdade, Benestar Social e Participación Cidadá, Yoya Neira; la presidenta de la Fundación María José Jove, Felipa Jove; y la presidenta de la Asociación Participa, María M. Lemos.

Precisamente, el programa nació de la alianza del Gobierno local, a través de la Fundación Emalcsa, con la Fundación María José Jove y la Asociación Participa. Norte busca ofrecer respuestas ante el incremento de conductas autolesivas entre la juventud, un problema detectado desde las instituciones educativas, los servicios sociales municipales y los profesionales de la salud mental.

Norte busca, según explicó María M. Lemos, implantar hábitos saludables de autocuidado y una eficaz gestión emocional entre los jóvenes de 18 a 30 años. Así, se trata de reducir factores de riesgo como el aislamiento social, los pensamientos destructivos y la falta de autocontrol al mismo tiempo que se incrementan los factores de protección. La intervención se realiza cuando los problemas emocionales están en su fase inicial.

65 plazas distribuidas en cuatro grupos

Norte cuenta con 65 plazas anuales distribuidas en cuatro grupos. Las sesiones del primer grupo, formado por 18 jóvenes, ya terminaron y sus miembros pasarán a la fase de seguimiento, mientras que el pasado 10 de mayo comenzaron los trabajos con un segundo grupo. La duración estimada del programa para cada participante es de seis meses: tres acudiendo a sesiones y otros tres de seguimiento, con la posibilidad de seguir si fuese necesario.

"Debemos traballar xuntas e xuntos, desde as diversas administracións públicas, cunha estratexia a medio e longo prazo, porque a xestión das emocións persoais xa era unha cuestión delicada moito antes da crise sanitaria pola Covid-19", señaló Rey, que indicó que Norte nace de la colaboración público-privada para atender la salud mental, algo "urgente".

Yoya Neira, por su parte, destacó que Norte es una herramienta de intervención eficaz ante un problema que se manifiesta cada vez en edades más tempranas. "Os servizos sanitarios soamente abordan este tipo de situacións cando as persoas se atopan en risco moderado ou grave, co que este tipo de proxectos cobre un espazo importante para o coidado da saúde mental das nosas mozas e mozos", aseguró la responsable de Igualdade, Benestar Social e Participación Cidadá.

"Desde a Fundación María José Jove levamos anos facendo fincapé en que o noso sistema está moi centrado en formar cidadáns e cidadás competentes, pero esquecendo moitas veces a parte máis emocional da educación. E é aquí cando as e os menores perden. E cando perden eles e elas, perde toda a sociedade. De aí a importancia de programas coma Norte", indicó por su parte Felipa Jove.

"A valoración individual destes primeiros meses é moi satisfactoria; os ítems máis valorados son a atención individualizada e a aplicabilidade directa das aprendizaxes sobre xestión emocional. A valoración das e dos profesionais de saúde mental que os tratan tamén valora un avance positivo, evidenciando que dispoñen de máis ferramentas de protección fronte aos desaxustes persoais e un maior coñecemento sobre como reducir os riscos asociados ao dano persoal", explicó María Lemos.

El programa comenzó hace seis meses

Norte comenzó el pasado mes de enero con personas derivadas desde los servicios sociales municipales y los profesionales de salud mental como complemento a las intervenciones en curso o ya finalizadas. Este programa socio-comunitario no clínico implica una estrecha coordinación, ya que cada participante es derivado por un facultativo o profesional y, desde ese momento, se establece un canal de comunicación para coordinar las diferentes intervenciones que se desarrollan.

El programa atiende las distintas necesidades de cada participante en cuanto a las dimensiones de su salud desde los puntos de vista personales, físicos, sociales y emocionales. El impacto de la intervención, por tanto, mejora también su vida familiar y social. Los niveles en los que se estructura son:

• Durante los tres primeros meses: combinación de sesiones semanales grupales de entrenamiento emocional con sesiones semanales individuales sobre salud social, hábitos saludables, actividad física saludable, ocio y cultura
• Durante los tres meses siguientes: en formato de apoyo tutorial, las sesiones son individuales y de seguimiento con el personal educador del programa