El gobierno local de Miño propondrá el nombramiento del que ha sido su párroco durante los últimos 42 años, Manuel Domingo Castiñeira, como hijo adoptivo de la localidad. 

El clérigo, ordenado sacerdote en el año 1965, se jubilará de sus funciones eclesiásticas luego de más de tres décadas ejerciendo como sacerdote en Santa María de Miño y otras parroquias del concello. Por tal motivo, el ejecutivo miñense llevará a la próxima sesión plenaria la propuesta para concederle la condecoración de hijo adoptivo de Miño.

El clérigo, muy querido por los vecinos y vecinas, ya había recibido un homenaje en el año 2015 con motivo de sus bodas de oro sacerdotales y de plata como párroco de Miño, instalándose una placa conmemorativa en la fachada de la Iglesia Parroquial de Santa María.

Desde el gobierno local señalan que se trata de un reconocimiento "xusto e ben merecido para un home que sempre tendeu a súa man á veciñanza de Miño" e indican que "sempre terá un oco na historia do noso municipio".