La Navidad ha llegado a su fin y, por tanto, comienzan a desaparecer los adornos que iluminan tanto las casas de los ciudadanos como las calles de A Coruña. El árbol que cada año es colocado en el Obelisco ya ha desaparecido y varios operarios trabajan esta tarde en La Marina para desmontar la bola.

A Coruña daba la bienvenida a la Navidad el pasado 3 de diciembre con un multitudinario acto dirigido por Suso Martínez como maestro de ceremonias. Los elementos decorativos de la ciudad se iluminaban ese sábado para el deleite de numerosas personas, que aprovecharon para sacarse fotos y disfrutar de una noche en la que no faltó la música.

La Calle Real, el Obelisco y La Marina, sin iluminación (Quincemil).

La Calle Real, el Obelisco y La Marina, sin iluminación (Quincemil).

La Calle Real, el Obelisco y La Marina, sin iluminación (Quincemil).

Unos adornos que estuvieron encendidos hasta pasar la festividad de Reyes y que ahora, poco a poco, irán desapareciendo de la ciudad. El árbol del Obelisco ya fue desmontado y la gran bola de La Marina ya ha perdido su forma, mientras espacios como la Calle Real continúan con las cortinas de luces aunque sin iluminar.

A Coruña dice así adiós a una Navidad en la que se celebraron numerosas actividades para pequeños y mayores y que contó con un mercado en la plaza de María Pita. No faltaron tampoco las visitas de Papá Noel y los Reyes Magos, que el pasado 5 de enero recorrieron las calles de la ciudad con animación.