La Terraza de Sada cumplió ayer 100 años en su actual emplazamiento. El emblemático edificio fue trasladado desde A Coruña hasta Sada en 1923 y el 29 de junio de este año era inaugurado en un terreno que se preparó especialmente para albergarlo.

El kiosko cuenta con una ubicación privilegiada frente al mar. "La transformación sufrida por La Terraza, con una escalinata y una amplia terraza adornada con plantas, lo convirtió en una instalación que evocaba la elegancia de la costa azul o de Venecia", señalan sus responsables en una nota.

La Terraza ha sido testigo a lo largo de estos 100 años de una vida cultural y de ocio vibrante en Sada y sus alrededores, compartiendo el día a día con varias generaciones de sadenses y coruñeses. El edificio fue cafetería, restaurante, salón de baile o club de Jazz, siempre con una actividad vinculada al ocio y la gastronomía.

"Famosos bailes como el The Danzant, el Jazz y el Fox trot, exposiciones de fotografía, presentaciones de libros, homenajes a destacados personajes de la cultura gallega, bodas de época, fiestas y conciertos didácticos han llenado de entretenimiento y enriquecimiento cultural a la comunidad a lo largo de todo este tiempo", señalan sus responsables en el comunicado.

El futuro de La Terraza, una incógnita

Los hermanos Fariña presentaron ante la Audiencia Nacional una demanda para solicitar la prórroga del terreno que ocupa La Terraza, cuestión que sigue sin resolución. Así, el futuro de este inmueble que lleva 100 años en este emplazamiento es una incógnita, ya que su permanencia en su actual ubicación no está garantizada.

Precisamente debido a esta circunstancia, nacía hace un mes la Fundación Monumento A Terraza de Sada. Esta organización sin ánimo de lucro tiene como objetivo principal la protección y conservación del monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La entidad impulsada por la familia Fariña está a la espera de la la publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG) para obtener la inscripción en el registro de fundaciones de interés gallego. Una vez completado este proceso, la organización se encargará de canalizar las ayudas necesarias para la restauración y el mantenimiento continuo de La Terraza, evitando así su posible pérdida, destrucción o deterioro, según recoge el comunicado.