Los nueve magnolios plantados hace unos meses en los Cantones coruñeses, "se mueren sin remedio", según denuncia la asociación ecologista Arco Iris, que detallan que "las minúsculas jardineras aptas únicamente para flores y árboles de escaso porte, donde fueron alojados los nueve ejemplares, ya no dan más de sí". Por su parte, fuentes municipales han defendido que están en proceso de análisis y que "aunque tienen riego, las altas temperaturas han provocado estrés en las plantas".

De cara al otoño desde el Concello se espera su recuperación y están controlando su evolución. Desde Arco Iris argumentan que "la evidente desproporción entre el recipiente y el contenido está ya provocando un estrés hídrico a los nueve magnolios que se traduce en una pérdida galopante de hojas y la mortandad de las ramas". Ponen como ejemplo a una de las plantas situada frente al Banco Pastor, sobre la que denuncian que "se encuentra ya sin copa y rodeada de hojarasca".

En este contexto, critican "la incompetencia del servicio de Jardines al autorizar en su día esta actuación desmesurada, que tiene que corregirse a la mayor brevedad con el trasplante de los nueve árboles, con el asesoramiento técnico oportuno que evite males mayores". A su vez, alegan que "en caso de que la época de trasplante deba posponerse, los servicios de mantenimiento deben adoptar todas las medidas oportunas para garantizar su supervivencia".

Asimismo, desde Arco Iris se insta a que algunos de los ejemplares sean trasladados a la Audiencia Provincial, "donde además estaba previsto y se había había prometido" que sería instalada el original o la copia de la estatua de Pardo Bazán, "sin que hasta el momento haya hecho acto de presencia", recuerdan.